Por: Andrea Nicolas @andrea_nicolas98
Los eventos sin público son algo a lo que, poco a poco, la audiencia se ha ido acostumbrando. Tanto a las competiciones online, como DEM, Lonco Free o BDM, como a jornadas de FMS vividas en streaming. Así que esta nueva normalidad pasará también a una competencia como Red Bull, el evento más esperado del año. El 12 de septiembre comienza la temporada con la nacional chilena, que se prolongará hasta el 28 de noviembre durante todos los fines de semana.
Teniendo claro el factor de que será sin público, cabe preguntarse cómo se desarrollará. Puede que sea en un plató televisivo, como ha ocurrido con las FMS, lo que resulta más probable. De esta forma, se asegura que haya buenos planos y que lo más importante, el streaming, funcione. Pero hay que tener en cuenta que puede cambiar mucho el tipo de batallas que se den.
Red Bull siempre ha acostumbrado a un formato centrado en el punchline, en el que una buena barra puede ganar una batalla, en la que el público puede llegar incluso a decantar una balanza equilibrada. Es diferente a otro tipo de formatos, como FMS, en los que las batallas son más largas y hay que controlar todos los factores para ganar, no basta con un buen minuto. Puede que, sin un público que ovacione a los MC’s, a estos no les nazca gritar una rima o buscar esa aprobación mediante la ejecución de la última barra.
Por poner un ejemplo de la última internacional, la final de Bnet contra Valles-t tuvo un momento decisivo en la réplica. La última barra del español, recordando que él “Entró como reserva y se fue como campeón”, ¿habría tenido el mismo efecto sin la ovación que le siguió? ¿Habría dicho lo mismo Bnet si no hubiera habido público? Con esto no se quiere decir que tenga menos mérito ganar con público, todo lo contrario, sino que los freestylers sacan ciertos recursos que funcionan con la audiencia presente, y que probablemente tendrán que reinventarse.