SISTER SOULJAH: EL ARTE COMO VOZ DE LUCHA

A mediados de los ‘80s -hasta finales de los ‘90s- el Hip-Hop como movimiento social y político comenzaba a generar tensión con aquellos que tomaban las decisiones en la jefatura de Estado en EE.UU. Eran parte de la Agenda Nacional. Su trabajo a la hora de denunciar la opresión y violencia sistemática a través de una revolución en el arte se volvió un hecho que era imposible pasar por alto. Los medios de comunicación y los discursos de campaña se encargaban de desinformar, moldear, tergiversar y banalizar a los referentes del H.H; mientras que, a su vez, empleaban todos los mecanismos disponibles para agudizar las herramientas que hacen posible esa opresión a nivel estatal y a nivel comunicacional. Los raperos eran “personas potencialmente peligrosas”, los grafiteros eran “vándalos”, el rap conciencia era “gangsta rap”, los DJs sólo tenían bandejas/discos “robados”, entre otras. Poder hacer uso de la famosa Primera Enmienda de la constitución -que respalda el derecho a la libertad de expresión- tuvo su precio: ser una reversión del chivo expiatorio que ya eran históricamente.

Por: Franca Hernandez (@FranHernandezN)

Hablar de Lisa “Sister Souljah” Williamson es sinónimo de lucha, conciencia y compromiso. Esta escritora, rapera, activista, intelectual, productora de cine nacida en el Bronx dedicó (y dedica) gran parte de su vida al activismo desde diferentes disciplinas y con un nivel de estudios desorbitante. Ella lo ha explicado en reiteradas ocasiones, de manera sociológica por así decirlo, que su vida siempre estuvo bastardeada por el modelo de país en el que nació. Y que todo lo que ella hace es, en algún punto, causa y consecuencia de esos sucesos.  Por eso siempre tuvo la impronta de ser extremista, volátil y peligrosa: nunca se le movió un pelo para decir y defender lo que piensa. Mientras tanto, otros eligieron jugar con sus dichos para volverla esos adjetivos.

Repasamos cuatro momentos clave de su carrera para comprender el impacto que generó su efímero paso por el rap, y la huella gigante que dejó en el Hip-Hop. Entendiendo de entrada que ella nunca se fue del movimiento, solo no se evocó de lleno a la música. Y, lo más resonante, tratar de entender como el ex presidente Bill Clinton -y la prensa- la usaron para demonizar al rap y ajustar sus propuestas a una agenda que jamás les interesó, meses después de Los Disturbios en Los Ángeles de 1992.

ACTIVISMO Y ESTUDIOS

Su activismo empezó desde muy chica, más específicamente cuando decidió encaminar su vida estudiantil en una vía paralela a la que dictaba el sistema educativo estadounidense. En una conferencia de 1992, ella explicó que la manera en que se enseña la historia en su país deja por fuera las vivencias de los afroamericanos a propósito. Por eso decidió estudiar exclusivamente lo que se comprende como “African Studies”, una posición centra su visión en la historia de África y profundiza ante aquellos sucesos que hicieron posible en el nivel de violencia normalizada que vive la comunidad negra hasta el día de hoy, lo que para ella era (y es) su verdadera historia.

Antes de cumplir los 18 años, Lisa ya demostraba su interés por el estudio. Asistía a cursos avanzados de oratoria e historia en la Universidad de Cornell y en la Universidad Rutgers, donde recibió distinciones como mejor oradora. Más adelante, fue parte del programa de estudios en el extranjero de la Universidad de Salamanca, España; trabajó en el centro médico de Zimbabue y en el campo de refugiados de Mozambique. Además de visitar y ser oradora en países como Francia, Portugal, Holanda, Inglaterra y en la antigua Unión Soviética. A esto se suma su desempeño como referente estudiantil y escritora en la sección de política del diario de la Universidad de Rutgers.

Como referente joven llevaba adelante campamentos, programas de asistencia y era voluntaria en diferentes centros para personas sin hogar, mujeres víctima de violencia de género, chicos que necesitaban educarse por otras vías porque nadie podía solventar sus estudios, entre otras actividades. A eso se sumó el proyecto de unir a diferentes actores sociales en pos de generar redes de contención para las problemáticas que atravesaban o para tener un respaldo jurídico durante las marchas: los estudiantes creaban redes con abogados, los abogados con pastores, los pastores con asistentes sociales y así sucesivamente. Una parte del respaldo económico que tenían esas redes venía directamente de artistas de la escena del Hip-Hop, uno de ellos fue Chuck D quien se acercó a Lisa durante una jornada de ayuda y sorprendido le dijo: “¡Wow! Vos vivís la vida que yo rapeo ¿Sabés qué? Trabajemos juntos”.


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PUBLIC ENEMY, “360 DEGREES OF POWER” Y UN BREVE INSTANTE DE PAZ

Para mí, el Hip-Hop era el vehículo para salvar al barrio”, dijo Sister Souljah en una entrevista con HOT 97 en 2015. Durante una excursión con los chicos que ayudaba, Lisa tuvo una epifanía. En esa misma entrevista contó que cuando estaban por arrancar el bus, el rapero Rakim llegó de sorpresa y empezó un mini show sobre ruedas. Los pibes estaban eufóricos, sabían todas sus rimas. “Fue la primera vez que los vi hacer algo todos juntos. Ahí es cuando entendí que debía hacer”, explicó. La música se convirtió en algo indispensable, era una herramienta pedagógica, un método para poner en palabras todo lo que ella a nivel local en una plataforma global.

En 1992 Sister Souljah saca el disco “360 Degrees of Power” que es lo que cambió su historia como activista para siempre. Ya de entrada, en la tapa la vemos a Lisa gritando desesperada con un niño en brazos; es un acto simbólico porque en realidad está sosteniendo a la juventud asesinada por la policía. Sus canciones son extremadamente crudas, fuertes, explícitas, directas. Lisa rapea a los gritos, enojada, porque todo lo que vuelca en sus canciones son reflejo de lo que estudia, ve y vive. Canciones como “The Final Solution: Slavery’s Back in Effect” fueron censuradas en MTV por el nivel de violencia que manejaba en su discurso. Lisa fue un paso más, incluso un paso más que N.W.A: “Quiero lo que es mejor para mí y para mi gente primero. Y si mi supervivencia significa tu completa destrucción, que así sea. Vos construiste este débil sistema”.

Y es que hay cuestiones puntuales en las que ella hacía hincapié en sus letras que la volvieron el centro de atención de la Agenda Nacional: la primera es posicionarse en contra del “hombre blanco” de manera explícita (hablando de presidentes, esclavizadores, torturadores, violadores), por lo cual se la catalogó como una mujer racista a la inversa. La segunda fue plantear que la comunidad negra estaba en guerra contra quienes sostienen el racismo a nivel estructural y ayudan al proceso de la escalada de violencia, eso se consideró un acto extremista. Lo último fue formular que la comunidad negra debe despertar contra todos esos mecanismos de opresión. Si lo hacen por gobiernos que destrozaron a sus antepasados ¿Por qué no lo hacen por ellos mismos?

BILL CLINTON VS LISA WILLIAMSON: THE SISTER SOULJAH MOMENT

Cuando los periodistas empezaron a escuchar sobre el trabajo de Lisa, muchos se interesaron en poder entrevistarla. Uno de ellos fue el periodista David Mills para el Washington Post en 1992. En su nota titulada “El llamado a las armas de Sister Souljah” hay un testimonio específico que lanzó a Souljah en arenas del ojo público: “Si la gente negra mata gente negra todos los días ¿Por qué no tener una semana y matar gente blanca?”. Esa frase hizo que el diario llegara a las manos del ex presidente Bill Clinton quien, en ese momento, estaba en plena campaña electoral. El representante político ya estaba informado sobre la censura de sus canciones por sus letras, y a eso se sumaron sus testimonios. Clinton dio un discurso en repudio a la rapera donde la describió como extremista, la comparó con el ex líder del KKK y aseguró que su partido era el que iba a conseguir las mejoras que Lisa decía que no existían.

Su discurso tuvo lugar poco tiempo después de los LA Riots.

Lisa, acompañada de compañeros de Public Enemy, le responde a Clinton en una conferencia de prensa, las cámaras estaban listas como si fuera una cadena nacional. En su discurso ella explica como la cita fue sacada de contexto, porque dice lo que dice en sus canciones y enumero las razones por las cuales ella considera al candidato como una persona ruin, haciendo lo que se llama un buen carpetazo. Más adelante va al programa de Larry King, él le pregunta si es verdad que ella no quiso decir “eso de matar gente blanca”, Lisa contesta:

“Lo que estoy diciendo es que tanto vos, y las otras personas en los medios, lo único que no hicieron fue preguntarme cuál había sido la pregunta original en la entrevista, que dije yo y qué pasó antes y después de eso (…). Lo que el periodista me dijo fue ‘Pero aun las personas que perpetraron esa violencia (la de los barrios) ¿Ellos piensan que fue algo sabio? ¿Fue una acción razonada?’; Lo que él me está preguntando es ‘¿Qué piensa una persona que comete violencia en Los Ángeles?’, (…) Yo respondí desde la mentalidad del miembro de una gang: si el sistema social y económico fue negligente en tu desarrollo y vos, a causa de eso, te volviste un asesino que mata incluso a sus propios hermanos ¿Por qué esa persona no mataría a una persona blanca?, el asesinato no discrimina por color de piel”

A esto se sumó la idea de qué, si los gobiernos siguen poniendo trabas al desarrollo de la comunidad afroamericana sumado a que no había soluciones concretas desde el Estado para mejorar el bienestar de la población, todos iban a ser víctimas de la escalada de violencia. También eso iba a ser culpa de la negligencia estatal, no de la población. Hasta hoy en día, los “Sister Souljah Momentsson aquellos repudios calculados por parte de miembros de los partidos políticos que buscan posicionarse en la vereda de enfrente de una persona considerada extremista con el solo propósito de generar votos en grupos específicos para su partido.

ESCRIBIR PARA QUE OTROS (SE) LEAN

Luego de ser foco en los medios durante meses, Souljah quería sacar un segundo disco, pero nadie le aceptaba un solo contrato. Por eso siguió su activismo en otro lado, los libros. Lisa se volvió una de las escritoras más aclamadas de la “literatura callejera”, una forma de contar historias muy parecida al storytelling que conocemos en el rap. Se retratan situaciones que no siempre tienen lugar en las representaciones hegemónicas, historias de barrio con las que más de una persona podría sentirse identificada. Este tipo de literatura le abrió la puerta a muchísima gente que jamás se podría haber leído en un libro.

Primero sacó “No Disrespect” en 1994, una biografía de su vida como activista. Luego escribió los bestsellers “The Coldest Winter Ever” en 1999 y la trilogía deMidnight”: A Gangster Love Story (2008); The Meaning of Love (2011) y A Moment of Silence (2015). Muchos de sus libros fueron recibidos en diferentes lugares donde podían ser de ayuda a alguien por el motivo que sea: colegios, hospitales, centros penitenciarios, universidades, etc. Nunca más se dedicó a musicalizar sus escritos o poemas, puso su puño y letra a las historias que hacían falta en los estantes. Ahora busca llevar esas historias a la gran pantalla.

La revolución en el arte que había planteado Chuck D era un hecho, y Sista lo había tomado con muchísima seriedad.  Abarcar todas las áreas del arte para crear otras representaciones que sean más verídicas a su realidad, no intentos dañinos de personas ajenas a ese tipo de violencia. Siempre parados desde su mirada, para llevar problemáticas a la mesa. Bien lo dijo ella en varias entrevistas. “Shakespeare escribió sobre amos, yo escribo sobre amor. Shakespeare habla sobre la guerra entre pandillas, las familias enemistadas y la venganza. Yo también escribo sobre todas esas cosas”.

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