EL ANTAGONISMO COMPETIDOR-ARTISTA EN BATALLAS DE FREESTYLE
El último enfrentamiento entre Aczino y Wos nos dejó muchísimas discusiones, incertidumbres y desacuerdos. Pero también nos dejó un antagonismo explícito sobre un debate que recorre las batallas de freestyle de habla hispana hace ya un tiempo: la contraposición del batallero y el artista.
Por: Flor Viva – @florviva
Si de debates usuales en el freestyle hablamos, uno de los más importantes tiene que ver con la convivencia entre la producción musical o artística y las batallas, no solo dentro del ambiente sino dentro de la misma carrera de muchísimos competidores que exploran ambas caras de la música urbana. Este tipo de discusiones suele derivar en el intento de definir lo que es “ser rapero” y qué cosas quedan por fuera de esa definición. Es un debate que estamos acostumbrados a ver en batallas de free: sin ir más lejos algo de eso hubo en los argumentos presentados en la final 2019 entre Chuty y Bnet en FMS España, y también es un tópico que fue tocado por Cacha y Replik en su batalla en FMS Argentina del mismo año. Incluso en la final de esa misma competencia pero en el 2018, el mismo Wos en su final con Papo tuvo un choque en cuanto a este tema.
Para analizar esta creciente contraposición en la rivalidad entre Wos y Aczino es necesario rebobinar un poco y considerar rápidamente el crecimiento de ambos competidores en la línea de tiempo de sus enfrentamientos. Como detalle, el primer enfrentamiento entre ambos fue en equipos 2vs2 en la Camet 2017, donde (de manera más que significativa para esta contraposición de la que hablamos) Wos hizo equipo con Duki y se enfrentó a la dupla Aczino – Kaiser.
Pero en cuanto a la Red Bull, la competencia que los vio campeonar a ambos de locales en México 2017 y Argentina 2018 respectivamente, se cruzaron un total de tres veces. En el 2017, Wos venía de surgir como una de las estrellas del mítico Quinto Escalón y de una victoria en la Red Bull nacional que dejó el golpe sobre la mesa que fue la victoria ante su anterior campeón, Papo. Mientras tanto, Aczino venía con un recorrido ya consolidado en la élite internacional, ya era considerado uno de los mejores competidores a nivel mundial y demostraba su nivel en todas las competencias. En su batalla contra Wos en la final, el mexicano obtuvo una victoria contundente, ganando su cinturón en la ciudad de Monterrey.
Ya en el 2018, cuando se midieron en territorio rioplatense, Wos ya estaba establecido como referente cultural y hasta político de la juventud, abriéndose paso en el mundo de la música tras haber lanzado sus primeros temas con un alcance internacional importante. Se lo pudo ver luciendo esa faceta un poco más, pero no tanto en su batalla en la final contra Aczino, en la que el tema primordial fue la final anterior, el recorrido contrastado de ambos y la localía.
En la Red Bull Internacional del 2019 en la ciudad de Madrid, el choque entre estos campeones nos llegó demasiado temprano, teniéndose que cruzar en octavos de final y fácilmente convirtiéndose en una de las mejores batallas de la jornada. Más allá de la discusión necesaria sobre los recursos y sobre el resultado del enfrentamiento, los argumentos utilizados por ambos competidores tomaron un giro con rumbo a no sólo las ansias de revancha sino hacia la labor de Wos como artista, siendo que justamente ya este campeonato lo encontraba en un presente de muchísimo éxito con su música tras el lanzamiento de su disco Caravana poco más de un mes antes. Aczino, por su lado, ya estaba más que consolidado y con muy pocos detractores de la creencia de que es el mejor freestyler del mundo hispano. Ninguno tenía nada que probar en cuanto a nivel. Nada, excepto quizás la capacidad de ganarle al otro en una Red Bull en territorio neutral.
Aczino también cuenta con un recorrido musical vigente por fuera de las batallas de freestyle, sin ir más lejos su último single Pase Lo Que Pase salió en diciembre de 2019. Sin embargo el ataque estratégico de Aczino a Wos tuvo mucho que ver con la carrera del argentino en cuanto a la música, hablando no solo de sus fans sino de su tiempo de ausencia en las batallas y la clase de música de la que acusaba a Wos de producir; mientras que el último campeón se defendía de esto con referencia a su éxito, su mensaje y la envidia. El debate giró en torno a eso, más aún en la segunda mitad de la batalla, dejándonos una de las muestras más explícitas de este antagonismo.
¿Cómo conviven estas dos facetas del rap: las batallas de freestyle y la generación de arte en un estudio? Hay una tendencia general a que los competidores se retiren de las batallas una vez que llegan a un determinado nivel de público fijo y de éxito en el mundo discográfico, muchas veces se habla del “trampolín” hacia la fama para poder dedicarse estrictamente a la producción musical. Sin embargo también es para resaltar que los pocos competidores que han querido seguir con ambas disciplinas, con tanto el rap improvisado como una fructífera carrera musical, han mostrado en algunos casos cierto descontento con el circuito de competencias o quizás una dificultad para balancear las dos actividades. No es nada sencillo dedicarle esfuerzo y trabajo al circuito de competencias y al mismo tiempo a la introspección y el tiempo que requiere la producción, grabación y composición de canciones.
Seguramente sigamos viendo como esta discusión se amplia y se abarca mucho más en el futuro, más aún contando con tantos freestylers que también se dedican a grabar música o a otras disciplinas artísticas como la literatura o la actuación compitiendo en las élites, como pueden ser Skone, Trueno, Blon, Lobo Estepario, Acertijo y tantos más.
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