RUIDO: ¿ES IMPORTANTE LA FIGURA DEL SPEAKER EN EL FREESTYLE?

Con el auge que se está experimentando en las batallas, no solo los gallos reivindican su trabajo, los hosts también están empezando a sobresalir y su trabajo y función se empieza a valorar.

“Cualquiera puede ser speaker, es tan solo hacer el payaso y tener gracia” comentaba un amigo. Era un sábado como cualquier otro en el parque, con varios bombos sonando a la vez, corros reunidos por la impaciencia y el aburrimiento, frío, y la noche amenazando con caer. Todo estaba ya preparado, incluso había más de 24 participantes, siendo esa la razón por la que no podíamos empezar. Necesitábamos un host, alguien que dirigiera el cotarro, seleccionara las bases, contara las intervenciones, calmara a las masas, se comunicara con el jurado… no, no valía cualquiera.

No era este amigo el primero (ni el último) en soltar estos pensamientos al aire, siendo la figura del speaker algo muy discutido y, cabe decir, infravalorado, dentro de nuestro particular mundo. Realmente sí, el speaker necesita ser un payaso, alguien entregado a animar al público y no dejar que los gritos decaigan, pero ni mucho menos en el sentido despectivo de la palabra.

Y es que estos payasos, como hemos visto, forman parte de todo ese entramado que desde el ojo espectador no siempre se logra ver pues, dada la naturaleza espontánea de las batallas, no es nada difícil caer en el pensamiento de que todo se obra por puro arte de magia. Hay mayor responsabilidad en el que realiza esta labor en calle, eso sí, aunque eso no resta trabajo al que lo hace bajo la atención de los focos.

Solo hay que pararse a pensar: ¿quién pararía a los Mcs que quieren tomarse la libertad de alargar sus minutos? ¿quién daría la entrada a quienes tienen problemas para entenderse con el beat? ¿qué hubiera pasado, por ejemplo, en el Dtoke VS Stigma de 2013 si Misionero no hubiese estado allí para calmar las temperaturas de ambos? Quizá nada, quizá todo hubiera seguido su curso natural, pero no sería descabellado llegar a la conclusión de que el desarrollo y las actuaciones de muchos eventos y raperos se hubieran desviado a algún camino con distinto destino.

El argentino Misionero se ha convertido en el speaker más querido de habla hispana, junto a Mbaka. 

Volviendo al argentino, ¿a quién no le maravilló el cómo manejó al público este agosto en el Luna Park? Sus divertidas intromisiones, su desgarradora voz, su puesta en escena con ese traje y sus sabios y necesarios discursos… nadie podría criticar su aparición aquel día. Cada host tiene un trabajo importante detrás, pero pocos pueden abarcar tanto como él a la hora de actuar.

Por qué realmente el Misionero de 2012 cambió las rimas para pedir ruido es algo que solo él sabe, pero quizá alguien tenga algo que decir al respecto: el español Mbaka. Rastas, gafas, ropa ancha y buenas vibraciones. Las pintas del de Red Bull las conocen todos sin excepción alguna. Su garra, su entrega a la causa mezclada con evidentes ganas de fiesta, y sus capacidades para tenerlo todo controlado aun así, hacen teorizar a muchos sobre su más que posible influencia. Los nuevos exponentes que son nombrados candidatos a heredar un trono que lleva bajo su puño desde hace más de diez años parecen cargar con su nombre en las espaldas, de una forma u otra.

Mbaka es sin lugar a dudas, el host más conocido del panorama. Todo un clásico en el campo. 

Actualmente las dos caras más famosas de esta ocupación se suelen ver atosigadas por numerosas reacciones del fandom, las típicas discusiones sobre quién es mejor y que nunca llegan a resolverse dada la calidad y las semejante actitud que ambos dominan. Atrás no se quedan otros como Seo2, que si bien no siempre es tan reconocido, también ha dejado numerosas apariciones muy al nivel de estos dos señores; o Queen Mary, la llamada aprendiz del león, cuya gracia y comodidad sobre el escenario no dista mucho de la de su maestro, dejando bien claro el mensaje de que este oficio no se basa solo en los típicos golpes en el pecho de los hombres.

De toda esta nueva remesa de animadores, quizá el más destacado sea Bekaesh. Casi por sorpresa, Urban Roosters ha confiado en él como titular para sus fechas más importantes, como las jornadas de FMS o BDM. Su fuerza y evidente disfrute por su trabajo consiguen que los eventos que organizan se acerquen mucho más a esa sensación que Red Bull hacer germinar en su público, de que lo que se está viviendo allí es algo grande, mucho más grande que la sala que amortigua el bajo de los altavoces. No lleva mucho acompañando al más alto nivel del freestyle español, pero solo el tiempo dirá si podrá llegar a estar por encima de sus predecesores.

Bekaesh ha conseguido en tan solo un año, erigirse como uno de los host referentes del freestyle hispano.

Dicho esto, cabe preguntarse sobre qué les da la fuerza, la energía, las ganas de enfrentarse a cientos, miles o cientos de miles de personas ansiosas por ver a sus ídolos sin miedo a ser atacados con tomates o cualquier objeto arrojadizo. Por qué quieren o deciden trabajar en algo que les obliga a tener que mediar en peleas, tener que hacer de villano cortando intervenciones como la de Arkano, el tigre, en Mallorca el año de su encumbramiento. Por qué se prestan a ser objetivo de rimas, a ser el punto de mira de errores que muchas veces no son ni culpa suya. Por qué, aún respondiendo con una sonrisa a todas estas preguntas, son capaces de hacerlo una y otra vez, sin importar el cansancio, la garganta o el sudor derramado.

Es probable que la mejor respuesta sea, a su vez la más simple, y esto sucede porque son así. Cualquiera puede hacer de speaker, como decía aquel amigo. Es cierto. Hay muy buenos ejemplos de ello: Kódigo, Skone, MKS… todos lo hicieron bien pero, ¿realmente estuvieron a la altura de los más grandes? Cualquiera podría rapear, juzgar o pinchar si lo vemos todo tras este prisma. Pero no, no es tan simple. Speaker se nace, no se hace.

Hay gente que posee ese don, esa gracia natural, esa capacidad para manejar a las masas como un líder y a la vez como un amigo, ese ímpetu y tacto para comunicarse con tantas personas a la vez. Todos conocemos algún ejemplo de esto en nuestros círculos más íntimos. Nosotros, todos los aficionados a los gallos y sus rimas, debemos de agradecer que mucha de esta gente comparta nuestro hobbie (para algunos, profesión) y que además estén dispuestos a aportar su valiosa pincelada para terminar los cuadros que comienzan con este arte.

Cualquiera puede ser speaker. Vale, se acepta. ¿Cualquiera puede ser Mbaka, Misionero, Queen Mary, Bekaesh o Seo2? ¿Cualquiera puede ser un maestro en ello? ¿Alguien a quien confiar las riendas para llevar a tu evento a buen puerto? Mi amigo no sabría responderme.

 

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