Por: Ezequiel Tornati (@ezeetorna)
La Bestia del Hardcore se anotaba una vez más en Red Bull después de una trunca final en 2013 y 2014, y haber quedado eliminado en semifinales frente a Shecka en 2015. Su camino a la gloria en Tecnópolis arrancó con la primera contienda que lo puso cara a cara ante Cacha, una de las revelaciones de dicho año. La batalla fue muy pareja, el de Lobería mostró un buen delivery y aunque algunos patrones quedaron vacíos, tuvo un gran minuto. Papo se abocó al punchline directo y mostró grandes dotes en su puesta en escena, respondió dos ataques fuertes del rival y puso su nombre por encima.
Su segundo minuto fue encarado de la misma manera, con mucha agresividad y un gran dominio del escenario. Tuvo ataques fuertes y mantuvo una performance sólida en el escenario. Cacha respondió de gran manera la mayoría de punchlines de Papo, se mostró firme y logro hacer un minuto muy igualado. El duelo pudo haber sido para cualquiera, lo cierto es que el marplatense avanzó a cuartos de final.
En la segunda ronda del certamen se vio las caras con MKS, uno de los destacados del año en el Quinto Escalón. La batalla nuevamente fue bastante igualada, Papo mostró un repertorio de skills muy amplio en su primer minuto y no llegó a concretar las ideas que tenía en el segundo por su falta de voz. Marcos pudo aprovechar ese segundo minuto para poner tablas en el asunto, pero fue de más a menos y cuando parecía que Papo pasaba directamente, el jurado se decidió por una réplica.
La Bestia del Hardcore supo tirar la batalla a su terreno, atacando de manera inteligente y utilizando muy buenos juegos de palabras. MKS no pudo con él y la semifinal ya tenía a sus cuatro competidores: Sony, Dozer, Klan y Papo. Sin dudas esta contienda ante Klan era muy esperada por muchos oyentes, teniendo en cuenta que Klan mostró sus ganas del encuentro desde el inicio de la competencia. Las mismas ganas fueron las que condenaron al del sur de Buenos Aires, ya que se desenvolvió sin rimar con las palabras de la pantalla y estuvo atacando en todos sus patrones sin cumplir con lo que la ronda pedía.
Papo usó su jerarquía y lo primero que hizo notar en su patrón fue el fallo del rival: “muy lindo tu freestyle, no rimaste una palabra”. Tras dos minutos muy argumentados, Klan no pudo igualarlo con su minuto de respuesta y Papo avanzó directo a la final.
Sony abrió el duelo con un minuto bastante bueno, con una gran adaptación al beat de Zone. Usó todas las palabras y cerró bien alto. Papo, decidido, enfocado y muy calmo, pegó muy fuerte de entrada, utilizando las palabras correspondientes y hasta haciendo un show de acting imitando al rival. Superó a Sony ampliamente en la primera parte y siguió el mismo camino en su segundo minuto, logró hacer dos minutos dignos de campeón. “Esa es mi explosión” cerró. Sony empezó muy fuerte respondiendo, pero se fue desinflando y se trabó en sus dos últimas entradas. Papo, entre lágrimas, ya sabía que el cinturón se iba a Mar Del Plata y que había conseguido su logro más importante en su carrera como competidor.
Sin dudas fue un momento en el cual las energías de Papo pudieron atraer su tan ansiado campeonato nacional tras cuatro intentos y dos finales perdidas. El marplatense es uno de los mejores freestylers de la historia y un referente nacional, su presencia siempre impone respeto y este año volverá a la carga para luchar por el bicampeonato, el cual se le negó en 2017 y 2018. La versión 2020 de Papo es una de las más completas de la escena, será uno de los componentes de lo que, potencialmente, va a ser la mejor nacional de Red Bull en el país.