MORALIZACIÓN DEL FREESTYLE: ¿CUÁL DEBE SER LA POSICIÓN DEL PÚBLICO?
Con el paso del tiempo la sociedad evoluciona y con ella la cultura. Por ende, desde hace bastante tiempo, surge una duda en el mundo del freestyle: ¿Todo vale? ¿O algunas cosas deberían vetarse?
Por: Cristina Grimaltos (@cristigrimaltos)
Los gallos que están sobre el escenario tienen sus propios límites sobre qué permitir, y escudados en el respeto y la profesionalidad saben qué pueden decir y qué no. Sin embargo, siempre ha habido ciertos momentos de tensión por las llamadas “personales”, cuando un gallo le tira a otro con algún tema delicado que conoce de su rival. Un ejemplo es el de RC en la God Level de Perú en 2019, cuando se burló de la orfandad de Teorema: “¿Le hablas de su madre a mi compañero de México? Tu chinga la…, ah no que eres huérfano”, rima por la que el mexicano pidió perdón al finalizar el evento vía redes sociales. También es el caso de Cacha en FMS Argentina cuando acusó a Wos de obligar a una piba a abortar. Pero ¿hasta que punto puede ofenderse un espectador por lo que sucede en una batalla?
Hay aspectos que traspasan las pantallas y bajan de los escenarios ¿se está quedando atrás el freestyle en cuanto a la evolución social? El freestyle y el hip hop siempre han estado a la vanguardia como movimiento social-cultural, como instrumento de reivindicación y como herramienta de cambio. Pero sobre los escenarios no dejamos de escuchar referencias machistas, racistas y, sobre todo, homófobas. Y es lógico que una rima o una posición durante una batalla pueda, hasta cierto punto, molestar o incomodar al público.
El ejemplo más reciente es lo ocurrido con Dozer y Roma en la Nacional argentina de Red Bull 2019. En una época de convulsión social, con la reivindicación del aborto seguro, legal y gratuito encabezando el movimiento feminista, la postura cerrada de Dozer terminó por arrebatarle el pase a la siguiente ronda. A pesar de estar igualado, o incluso superior, en cuanto a la ejecución de las barras. Soltó algunas rimas que enfurecieron y posicionaron al público y al jurado. Por ejemplo: “Educación sexual no se merece, ¿para que tener sexo? Para que aborte en cuatro meses” o “Para vos un bebé es un esperma, para mi un bebé una familia eterna. Mi familia, me preocupo para que se duerma y vos te preocupas por abortar para abrir esas dos piernas”.
No solo se posicionó en contra del aborto, también en contra de la educación sexual, cada vez más necesaria con el incremento de abusos y violaciones. Puso a Roma, con solo 16 años, al frente, para representar un potente sector de la población, que terminó su intervención con una frase lapidaria que pasará a la historia: “Aguante la maternidad, pero será deseada o no será”.
Además, existen rimas demasiado pesadas, fuertes o destructivas en las que los gallos admiten o asumen conductas totalmente inaceptables, una de las más controvertidas que se han dicho jamás sobre los escenarios es la de Zasko diciendo a FJ que violará a su hija: “Estoy hasta los huevos de menores, tendrás una hija, tu hija irá al cole y ¿sabes que pasará cuando Zasko la viole? Que te pondré este video para que te veas y llores”. Rima de la que se ha arrepentido y que le ha pasado factura en más de una ocasión, de hecho, hasta en la última temporada de FMS, Mr. Ego le tiró sobre menores.
Papo reabría el debate en torno a la moralidad en el freestyle con el siguiente tweet: “Moralizar las batallas de freestyle es tan incoherente como decirle a un gladiador que el golpe de su espada fue muy ofensivo. Son parte de un coliseo Romano, disfrútenlo y asuman su rol ya sea el de subir o bajar el pulgar, el de disfrutar del sadico espectáculo o el de matar”. Y, hasta cierto punto, sí tiene razón.
El freestyle es un espectáculo y para que una batalla exista debe haber cierta dualidad, por eso algunos deben adoptar un papel contrario. Pero dentro de unos límites porque llegará un momento en el que dejará de funcionar y servirán más las lecciones de ética. De hecho, algunos jueces ya penalizan estas posturas de odio y hasta FMS lo contempla en su reglamento. Sucedió con Zaina en Sangre Inca 2019 cuando le soltó a Jota: “¿Me dice maricón? Voy a hacer que tu mente se abra. Porque el día que tengas un hijo gay te tragarás tus palabras”. O con Sara Socas en Otumba contra Rapder cuando dio una clase de feminismo y feminicidios: “¿Que las mujeres más hermosas son las de tu país?, entonces por qué coño las estáis dejando morir”.
Un gallo es siempre, queriendo o sin querer, un ejemplo para la audiencia y es responsabilidad de todos encaminar las batallas en una dirección marcada por la aceptación, la educación y los valores. Si bien en un enfrentamiento siguen siendo recursos válidos, no está muy lejos el día en que ciertas rimas dejen de festejarse por su connotación de odio. No se trata de quejarse por todo, es precisamente el cariño que tiene el público por esta disciplina es lo que hace querer su evolución.
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