LA MULTICULTURALIDAD DE MÉXICO Y SU PROYECCIÓN EN EL FREESTYLE
México es un país con una cultura rica y endémica. En el freestyle esto no es ajeno, pues se explaya directamente en los versos de los competidores.
Por: Andrés Cassini (@cassinihuygen)
La llamada “liga de las barras” está por comenzar su tercera temporada; y con la vuelta de Aczino; la esperada llegada de Dominic; la revancha de quienes repiten platea; y las nuevas caras ascendidas, FMS México pisa fuerte para lanzarnos lo que muchos llaman -precipitadamente- la mejor temporada de la liga. No obstante, han sido dos años de grandes batallas y momentos virales, que dejaron en alto el nombre de la bandera tricolor, sí, pero también de críticas y ‘ninguneos’ -como se dice en México-.
Se ha tenido que soportar los estragos de la xenofobia y la intolerancia con comentarios fuera de lugar, quitándole méritos a la liga mexicana por presuntamente pecar de “aburrida”, un “estilo incoherente” y por ser “poco innovadora”. Son simples comentarios negativos de personas detrás de una pantalla, pero resulta un tema bastante amplio por tocar.
Abordando la temática de las batallas: Se ha conceptualizado como una discusión argumental con ciertos rasgos a evaluar a la hora de rapear, y hacerse uno con la idealización que propone el momento. Un despliegue completamente situacional. Y en México hay un caso particular dentro del actual apogeo global del freestyle.
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CONTEXTO SOCIOPOLÍTICO
Realmente en todos los países no sobra ni falta nada, hablando de recursos estilísticos, freestylers o movimientos en general. Hay de todo lo que debe haber al momento de analizar, sin embargo, en México se opta por tomar un papel más neutral dentro de la temática cultural internacional, interiorizando en la propia. Algo que le ha aportado el freestyle a la cultura hispanohablante es la convivencia entre países que, aunque hablen muy diferentes, comparten la misma lengua madre: El español.
Con esta premisa caemos en cuenta que cada país mantiene su propia cultura endémica, sus propios vestigios históricos y sociales, así como sus artes y maneras colectivas de ver la realidad. Ahora bien, para quien no conoce la historia de México, acá va un poco resumida: Un país desarrollado -para su época- con una cultura politeísta, es conquistada por un imperio europeo que le importa una totalmente nueva y ajena a lo conocido. Sin embargo, es una nación se ha sabido mantener, fomentando un amor a su suelo y patria que en ocasiones se ve borroso por un corroído sistema social y político.
Algo que han manejado los autores de productos audiovisuales o artistas, es la manera de retratar firmemente el contexto del México que les tocó vivir. Esto se ha visto mil veces con los satíricos boleros contra el gobierno del maestro Óscar Chávez, las pinturas vanguardistas de José Clemente Orozco, hasta el legado del cineasta Luis Estrada con su potente trilogía de películas que dejaron una frase que bien define al país: “O te chingas o te jodes”.
Una inconformidad que, aunque cruda y en ocasiones vulgar, refleja fielmente la precariedad del sistema político y social de México, y cómo el más afectado es el poblado -los gobernados-. Pero el “o te chingas o te jodes” ha fungido más como motivacional que como una lúgubre frase. Existe esta cultura mexicana de reírse de las adversidades y desgracias que se conoce en todos lados, “un rasgo típico del mexicano” se escucha decir dentro y fuera del país, porque qué más queda. En ocasiones, por más fatalista que suene, no es posible emanciparse de esta idolatría al narcotráfico o deslindarse de la pobreza en la que se vive. ¿Cuál es la solución entonces? Lidiar con ello.
Esto anterior se ve reflejado en la crudeza de las barras soltadas por los freestylers mexicanos, donde verdaderamente no existe un límite que no se deba tocar por lo delicado que resulte el asunto. Esto quizá sea un problema porque se apega a la pérdida de sensibilidad colectiva, pero nuevamente: Son los “mecanismos de defensa” que ha tomado la consciencia colectiva nacional como parte de su “lucha” contra las injusticias vividas día a día.
Ya en la práctica, el quinto round de la batalla de Lobo contra Potencia en la anterior temporada es un claro ejemplo de esto; si bien sorprendió hasta al público mexicano la crudeza con la que Lobo se planta de cara hablando de la mamá de Potencia, personas de otros países se mostraron atónicos, basta con ver las videoreacciones de esta batalla para confirmarlo. Al mexicano le parece hasta cierto punto gracioso el uso excesivo de groserías en las batallas, que refleja ese deseado espíritu de rebeldía que tanto se le ha vendido a la nación pero que es intangible viéndolo desde donde se vea.
https://www.youtube.com/watch?v=ALg-QGr4ZRU&ab_channel=UrbanRoosters
NATURALEZA ENDÉMICA
México es uno de los doce países considerados como ‘megadiversos’ por la enorme cantidad de especies animales y vegetales que son endémicas del país, además de una amplia gama de ecosistemas y climas. Para quienes hayan conocido un poco del país sabrán la diferencia abismal que existe entre las partes más orientales contra las más occidentales del país. Polos casi opuestos pero que comparten una bandera y nacionalidad. Raro, ¿no? Pero así funciona el país, en Tijuana o Ciudad Juárez, por ejemplo, se torna una cultura mayormente influenciada por la del sur de Estados Unidos, puesto que miles de personas residentes en las ciudades fronterizas, por lo que tienen que cruzar diariamente al vecino del norte a trabajar o estudiar.
Mucho se dice que la zona norte del territorio es lo “menos México” del país por su mayor parecido a la nación del Tío Sam, y además es necesario mencionar mezcla de otras culturas por los habitantes de esas ciudades provenientes de decenas de otros países que, en su intento fallido de entrar a Estados Unidos, decidieron asentarse allí, y ni hablar del clima semi-desértico de la región. Lo contrario pasa en los estados que conforman la península de Yucatán, al sureste del país; hace siglos, esa zona, y gran parte de Centroamérica, era territorio predominado por la civilización maya, por lo que aún hoy día quedan rezagos de esta cultura y miles de etnias indígenas en toda esa zona, arraigados todavía a su origen étnico, además de un clima húmedo y selvático en su mayoría, más influenciado por las costumbres caribeñas y de su propia región peninsular que un buen tiempo fue una república autónoma a México.
México es un país con muchos matices, muchísimos, rico en culturas completamente diferentes unas de las otras, pero que sin embargo representan un fractal de hermandad dentro de los estados -o provincias- dentro de él. Se tiene de todo, desde música, cine, comunicaciones, maneras de ver la vida y la realidad. Por lo que no hace falta importar temáticas de otros países para un recurso lírico, argumental o lingüístico en las batallas.
Es quizá por esto que el extranjero no comprende del todo cuando Yoiker le dice a Zticma que “es el cachorro del cachorro” o por qué todo Guadalajara estalla mientras Potencia hace referencia al barrio de San Juan de Dios frente a Jony Beltrán. Llevaría un análisis del mismo tamaño o más extenso el explicar con creces cada rima soltada en tantos años de batallas mexicanas, no solo en FMS, si no en general.
¿Pero cuál sería entonces el propósito de este análisis? Dejando de lado un momento el trillado discurso del “amor entre naciones” y “el freestyle no conoce de fronteras” ya implícito, el verdadero propósito es incitar y fomentar un indago por las culturas hermanas, no desprestigiarlas en cuanto haya oportunidad de hacerlo. Actualmente se vive la época donde es más fácil que nunca acceder a información de calidad sobre historia y cultura, hasta hablar directamente con gente de otros países y así enriquecer los conocimientos adquiridos.
El freestyle es una disciplina artística que se ha encargado de unir a los más grandes exponentes del mundo sin importar visados o husos horarios intermedios. Es necesario aprovechar esta conjunción de talento y culturas en pro de una colectividad hispanohablante, no para encasillarse en cuál es la mayor potencia de las batallas y demás discursos xenofóbicos, si no en conocer, admirar y comprender el mundo allí afuera, porque las batallas es tan solo una reflexión vívida de lo que vive cada país dentro de sus límites territoriales. Para comprender y disfrutar de mayor manera, hace falta la empatía y solidaridad.
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