LA FUNCIÓN DE LOS CREADORES DE CONTENIDO Y SU ETERNO DEBATE

Desde que las batallas de freestyle comenzaron a generar popularidad, existe cierto recelo entre competidores, raperos y demás con los generadores de contenido, ya sea vía YouTube, Twitter, Instagram o cualquier plataforma. ¿Por qué sucede esto?

Por: Kevin Kochan (@KevinFreed_)

En muchas ocasiones no ha tenido gran relevancia, ya que en sus comienzos los “opinólogos” del freestyle no tenían el alcance que tienen hoy en día y sus comentarios no llegaban más allá. Sin embargo, este rechazo al mundo virtual tomó gran importancia cuando en batallas se le comenzó a atacar a ciertos participantes diciéndoles “rata”, “MC de teclado” y demás cosas al respecto, haciendo alusión a que ocupaban la mayoría de su tiempo en la computadora. Claros ejemplos de estas acusaciones son los de Force y Trueno, quienes a la par de ser competidores, también generaban contenido en sus respectivos canales de YouTube. Esto de que no existió mucho problema con los generadores de contenido, hasta que un rapero se convierte en uno, es un indicio de lo que sucedería más adelante con el paso de los años.

Volviendo a la actualidad, hace pocos días se generó una charla vía Twitch entre Kaiser y Khan, que se sumó a la gran cantidad de declaraciones y vídeos de freestylers comentando sobre aquellos periodistas (o no) que dedican su trabajo a dar opiniones, reaccionar o generar análisis en torno a las batallas de freestyle. Tomando esto como disparador, en esta nota se tratará de dar una respuesta al por qué de esta rivalidad entre personalidades de la escena de las batallas y generadores de contenido. Pequeño spoiler: la disciplina del freestyle competitivo (o deportivo) aún es muy joven y le falta madurar en muchos aspectos.

Comencemos por una frase dicha por Kaiser: en la charla mencionada refiriéndose a los freestylers de la vieja escuela soltó: “nosotros no estamos acostumbrados a los periodistas”. Este es el primer punto clave a tratar, es normal escuchar a gente que está hace tiempo en la cultura, como Aczino, Nitro, Papo, Dtoke y demás, quejarse de distintos youtubers que en algún video los han criticado o han dado opiniones muy distintas a las que ellos tienen. Sin embargo, a los últimos dos nombrados se los ha visto mucho menos reacios al trabajo del freestyle a través de plataformas digitales una vez que han hecho sus propios canales de Twitch. ¿Esto que quiere decir? Que es lógico que exista una crítica desde el vamos, al verse expuestos de manera repentina a tantas opiniones de personas que ni conocen, pero que al adentrarse al mundo virtual y conocer como son los manejos del mismo, hayan entendido y reconocido que se puede trabajar y generar contenido con el freestyle sin la necesidad de que ello sea algo negativo.

Ahora bien, la aclaración que finaliza el párrafo anterior no está de más, ya que existen varias personas que utilizan este derecho de opinar y de trabajar del freestyle, para generar negatividad hacia competidores, jurados, organizadores y etc. Con respecto a esto último, se podrían citar varias frases muy acertadas por parte de Kaiser y Khan. Por su lado el chileno infirió que “el freestyle no es fútbol, se acepta en el fútbol que un periodista le azote a un jugador, nosotros somos espectáculo, arte, no podemos caer en lo mismo”, continuando con que “los creadores tienen un plato de comida gracias a los que rapearon” y que por lo tanto, obviamente, deben mantener un respeto hacia quienes serán aludidos por sus opiniones. No hay nada en estas frases que no sea cierto; mucha gente cree que, porque existe una corriente que busca deportivizar el freestyle, debe ser tratado como el fútbol o cualquier deporte popular: nada más lejos de la realidad. Si hay algo que el rap siempre profesó es la unión, y cualquiera que con sus dichos o acciones ataque a esa unión deberá corregir su postura o aceptar las críticas que le lleguen.

Por otra parte, Khan, fiel a su forma de ser, optó por una visión menos catastrófica de las consecuencias de que existan generadores de contenido que fomenten energías negativas en la disciplina. “Es normal que no se den cuenta de muchas cosas, porque no saben valorarlas.”, “llevar tiempo en el freestyle no es saber de freestyle” o “no hay que valorar lo que dice alguien en quien no confías en su criterio ni en su capacidad de análisis”, fueron algunos de los comentarios que soltó el MC español, dejando en claro que depende única y exclusivamente de ellos que esas críticas no pasen a mayores. Sin embargo, viendo el punto de masividad al que ha llegado el freestyle a día de hoy, es difícil que los atacados puedan ignorar eternamente los malos comentarios. Y no solo eso, ya no depende de como le afecte a uno las críticas o no, sino que cualquier persona con muchos seguidores que dice algo frente a una pantalla está generando que una gran parte de esos espectadores se vean influenciados a la hora de generar una opinión propia.

Llegamos al punto clave de esta discusión, que nos retrotrae al principio de la nota. El mundo del freestyle a nivel competitivo se encuentra en pleno crecimiento, y como es de esperar, día a día se le presentan situaciones nuevas a las que enfrentarse. Los MC’s no están acostumbrados a que alguien del otro lado de la pantalla opine sobre su actuación o los critique, y mucho menos si a esa persona nunca la han visto rapear o formar parte de los comienzos de la disciplina. Lo que nos lleva a otra declaración de Kaiser: “Si lo dice alguien de afuera que no entiende mucho, a veces los raperos no se lo toman tan bien, existe esa dualidad”, lo que deja a la vista que a los competidores quizás no les afecta la crítica en sí, sino de quién viene. Esto es lo que demuestra que aún sigue aquella visión de que, si no sabes rapear o nunca te subiste a un escenario, no tienes la potestad de opinar sobre la cultura.

Viéndolo desde ese lugar se genera la siguiente pregunta: ¿La solución al hate es eliminar a los generadores de contenido que no son raperos? No. En primer medida porque es imposible, ya se convirtió en un espacio instalado que llegó para quedarse, y en segundo lugar porque lo que realmente le afecta negativamente al freestyle no es que se haya sumado mucha gente a realizar periodismo, opiniones o cualquier tipo de contenido a partir de las batallas, sino que aún el ámbito no estaba preparado para que esto suceda, y menos con el crecimiento que tuvo tras la pandemia donde al no poder ir a eventos ni a plazas, los seguidores de la disciplina se nutrían y mantenían contacto con sus referentes a partir de las plataformas digitales mencionadas. Esto ha generado que las opiniones de cualquier persona con cierta cantidad de followers tenga un alcance muy superior al que venía teniendo, logrando de esta forma que cada semana nos encontremos con una polémica nueva.

Por ende, la solución es otra: es dejar las diferencias preconcebidas de lado, escucharse, entender y respetar la labor de cada una de las partes, y sobre todo generar un ambiente de cordialidad donde el primero que no la cumpla, no solo sea repudiado por los raperos, sino que también por los mismos colegas generadores de contenido. De nada sirve mantener este recelo, en todo ámbito existe gente tóxica, va más allá de ser rapero, youtuber o twittero. Se han visto casos de personalidades importantes de la vieja escuela del freestyle que con comentarios han provocado mucha más toxicidad que los generadores de contenido, ya lo ha dicho Khan “no solo es así el freestyle, así es la vida”. Como cierre del informe, queda comentar que aquellos que dedican su trabajo a opinar o analizar el freestyle no solo no son los culpables de que exista la toxicidad en la escena, sino que también es momento de aceptar la importancia que los mismos tienen a día de hoy para con la disciplina, lo cual ya han reconocido Kaiser y Khan en su charla al decir que “la labor periodística nos ayuda, porque hace que se viralice más” o que “los creadores de contenido son clave”.

Fotos originales de Kaiser Oficial y de Khan DBL

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