FORCE: EL MATAGIGANTES DEL WIZINK CENTER

Escasas horas antes de la noche más importante de su carrera, Manel compartía con el equipo del Estilo Libre sus objetivos para la noche del Palacio del Deportes. Obviando el factor de disfrutar al máximo una convocatoria de las dimensiones que supone una Final Nacional, Force sostenía como propósito mejorar su participación del año pasado. El MC y youtuber gallego, crítico con su papel del 2016 en Valencia, se marcó como meta avanzar una ronda. Pero el ave fénix no se conformó con resucitar. Incendió el Wizink Center hasta los cimientos.

Cuando la estridente voz de Mbaka reclamó la presencia de Manel AKA Force en el mayor escenario jamás visto en una Final Nacional, la predicción más reiterada en las redes se hizo realidad. Durante su entrevista, Force aseguraba que sería un auténtico espectáculo encontrarse en el camino de Jado en cuartos de final. Estaba deseoso de repetir el frenesí experimentado en anteriores batallas junto al madrileño, en un escenario de las proporciones épicas de Red Bull. No obstante, el acontecimiento se precipitó en octavos de final. En ese instante, un hechizo pareció apoderarse del escenario de la capital, mientras dos de los juveniles del grupo cruzaban la pasarela con  hambre de victoria.

Se trataba de la tercera vez en la que el local y el gallego se encontraban cara a cara, en un duelo en el que únicamente uno de ellos podía quedar en pie. En los dos primeros, ese fue Force, el que, a pesar de los ataques coherentes y estructurados de Jado, se impuso por la mínima apostando por punchs de menor elaboración pero más hirientes. Sorpresivamente, Manel, haciendo caso omiso de la temática impuesta, optó por desarrollar un minuto basado en los objetos sacados por el público, opción que la organización aparentemente permitía. Iniciando su turno con un ataque discreto, que supuso el primer ladrillo de la torre que captaría la atención y el apoyo de todo el Wizink, prosiguió con un símil relacionado con la polémica entre Arkano y Dtoke, usando la gorra de Jado. Inequívocamente, fue en ese instante en el que Manel inició el desequilibrio de la balanza. Las incesantes manos elevadas del expectante le facilitaron el cierre de un minuto sencillo pero que eficazmente captó la atención del público por su convicción. De entrada, Jado debía superar un elevado listón. Mediante su naturalizada puesta en escena, el de Madrid mostró lo que prometió: una estrategia que reducía el alcance de su estructura, favoreciendo así la potencia de sus ataques. La antigua versión del niño diabólico, por instantes, pareció salir a la luz. Sin embargo, un desenlace en el que tambaleó en la vocalización supuso una gran pérdida de ventaja. En una ronda a patrones en la que su oponente hizo mejor uso de la temática (convencer a un invitado), Force la trató menos, jugando con el público e intentando desprestigiar a Jado con recordatorios de sus previas batallas. En un duelo extremadamente igualado y de opuestas estrategias, solo la subjetividad podía determinar. Por 3 votos a 2, y habiendo estado algo por encima de Jado, Manel pasaba a cuartos de final de un modo que no admite demasiada polémica. Asimismo, cumplía su objetivo previo.

Sin expectativa de sorpresa entre los miles de personas con la vista pegada al streaming, Force debía enfrentarse al mayor reto de su carrera hasta el momento: BTA. Un aparentemente adormecido público pareció agradecer ese giro de los acontecimientos tan inverosímil. La capital explosionó de principio a fin durante la principal revelación de la noche. Force, hateado, criticado y prejuzgado, se reivindicó de un modo inmejorable, mostrando que su puesto en la élite nacional era merecido. Tras un minuto coherente y perfectamente estructurado del malagueño, Manel vio una oportunidad única en el turno a patrones. Durante este, ambos competidores pecaron de insistente uso de los ataques típicos con los que ambos han lidiado: You Tube, la forma física, Chuty… Espectáculo que supuso el ingrediente necesario para que el enajenado Wizink, volcado en el desenfreno, reclamara una justa réplica, a pesar de hallarse el de Galicia ciertamente por encima por el mayor ataque.

Del hate, a la élite. Humildad y entrenamiento preceden a Force.

Si la batalla en si fue una auténtica explosión, la réplica desencadenó en una bomba nuclear. Los irracionales gritos de 20.000 personas aclamaban una verdadera carnicería a patrones en los que BTA y Force derramaron sangre hasta sus límites. El segundo, respondiendo uno a uno los punch del campeón malagueño, llevó la batalla a su terreno. El doble tempo de Alfon, trampa en la que Manel no cayó, no fue suficiente para que éste no se llevara el voto decisivo de cuatro jurados.

En ese punto, derrotar a un endiosado Force ya suponía una misión de alto riesgo, debido a su palpable motivación e incondicional apoyo del Palacio de los Deportes. Sin hacer uso de los disfraces, lamentable incidente a mejorar en futuras ediciones de los Gallos, Elekipo plantó cara a la sorpresa del día en una disputada semifinal. Pese a ejecutar un minuto basado en los tópicos de su rival, Said hizo un mejor uso de la temática y una mejor ofensiva que lo situaban por encima. El transcurso de una ronda a compases más débil que las anteriores, Force recuperó en cierta medida la ventaja perdida. Estando Elekipo muy levemente por encima del del norte, la réplica pareció inevitable. En la prórroga, Force mejoró radicalmente su uso de la temática, combinándolo con una respuesta considerablemente superior. Por unanimidad, pasaba a la gran final.

Sucediera lo que sucediera, Manel había salido victorioso. Meses de toxicidad por parte del público batallero le habían pasado factura hasta el punto de plantear el abandono de su carrera. La adversidad había creado una armadura en él. Entrenamiento, confianza, honestidad y perseverancia ya habían hecho que Force superase, no a los demás, si no a si mismo

Por última vez en la noche, pisó el escenario junto al que tanto tiempo había sido su ídolo. Alguien a respetar. Un verdadero campeón. Pero ese factor no iba a mermar la sed de victoria de la revelación del día. De hecho, inició el minuto intentando desestabilizar a Chuty, nombrando su (por algunos) polémica batalla con Blon. Un verdadero toma y daca, ni un solo patrón vacío. El hambre de gloria de ambos parecía poder palparse en el ambiente. Presentando una puesta en escena nunca vista en él, Force no dejaba de sorprender, llegando a detener la batalla. La primera ronda estaba en el bolsillo del joven de 19 años. No obstante, las tablas de Chuty, su extrema versatilidad y fluidez, además de un ingenio levemente superior al de Force, puso fin a la heroica gesta del día. De un modo justo, Chuty se proclamaba bicampeón nacional, ante un Force que, por momentos, le puso contra las cuerdas. Sin embargo, el sueño de Manel AKA Force no se cortó ahí. Esto acaba de empezar. Después de la tormenta, viene la calma. Y tras la calma, la escalada.

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