BEEFS: ¿BENEFICIOSOS O CONTRAPRODUCENTES PARA LA CULTURA?

La música rap tiene al beef casi como un subgénero. Y no son pocas las disputas memorables entre MCs, pero ¿qué representan estos diss en la cultura Hip Hop?

Por Matías De Rose (@matiasderose)

Nadie es ajeno por estos días al lanzamiento de la Bizarrap Session número 49, en la que Residente le dedica unas contundentes barras a J Balvin dentro de una tiradera de más de ocho minutos de duración. Fue tal la controversia generada por la sesión del boricua que ha tomado dimensión internacional y ha sido un tema de debate recurrente incluso fuera del ámbito de la música urbana.

Las disputas y enfrentamientos verbales entre raperos con sus denominados diss tracks, han sido parte de la historia del Hip Hop casi desde sus inicios. Estos contrapuntos pretendían demostrar qué MC ostentaba más skills o quién de ellos era más real en una escena musical integrada por homies del ghetto, aunque a veces la aspiración sea exponer una posición artística o profesional dentro de la industria. Características que al día de hoy se mantienen intactas.

De modo que los denominados beefs podrían resultar beneficiosos dentro de una competencia interna que les genera a sus protagonistas una exposición y visibilidad mediática mucho más grande que la habitual. Claro que sus disputas no están libres de sospecha por parte del público de estar pactadas, precisamente por los beneficios que las mismas traen como resultado.

 

Pactadas o no, las rivalidades siempre generan fans de un lado y del otro que participan de manera muy activa con sus análisis, elaboran diversas teorías o generan contenidos para las redes sociales explicando las rimas y sus referencias. En ese sentido, se produce una dualidad en la cual hay una línea positiva que genera movimiento y una búsqueda de interpretación lírica o cultural que resulta enriquecedora.

Claro que hay otra visión sobre este último punto mucho más crítica ya que también se fomenta un grado de toxicidad que no es bien recibida tanto en la cultura como en disciplinas tales como las batallas de gallos. Con su dinámica narrativa de acote-respuesta, las competencias de freestyle también conservan un vínculo muy íntimo con los beefs desde los primeros soundsystem jamaiquinos y los pioneros del Bronx setentista hasta la escena actual.

De hecho, a lo largo de la historia del género urbano han existido diversas rivalidades entre raperos que traducen sus disputas personales en canciones, y hasta a veces en formas menos amigables. El gangsta rap fue un claro ejemplo de ello, con diss que han quedado para la historia como No vaseline” de Ice Cube como respuesta a “100 Miles and Runnin de N.W.A. luego de su separación del grupo, o la rivalidad más emblemática entre Tupac y Biggie con sus trágicas y conocidas consecuencias. Sin embargo, con sus aspectos positivos y negativos, no caben dudas que los beefs son parte de la cultura y cada vez tienen más repercusión en la opinión pública.

CATEGORIES
TAGS

COMMENTS

Wordpress (1)
  • comment-avatar

    […] Beefs: ¿Beneficiosos o contraproducentes para la cultura? […]

  • Disqus ( )