LA BATALLA QUE ME MARCÓ: SKONE Y CHUTY VS ZASKO Y BTA
Quien diga que una batalla de exhibición tiene menos valor que cualquier enfrentamiento de una competición, es porque no ha disfrutado de este majestuoso combate de titanes. Aún así, he de admitir que para mí tiene un componente especial, ya que fue el impuje de ilusión que hizo que recuperara mi amor perdido por el freestyle.
Por: Iker Kapero
Por mucho que ahora los odiemos, los critiquemos e incluso los inculpemos de los males del freestyle, todos hemos pasado por una etapa de admirador fanático o de “topo”. Yo pasé ese periodo con apenas 13-14 años. Y lo hice con semejante intensidad, que de un día para el otro me sentía vivamente agotado. El resultado fue un pequeño divorcio con el freestyle de unos cuantos años.
Al comenzar 2017, llegó nuestra esperada reconciliación gracias a una simple batalla de exhibición. Un amigo me mandó el enlace y yo abrí sin demasiado entusiasmo. Media hora después, estaba excitado y tremendamente en shock con lo que había visto. Por un lado, dos raperos que apenas habían comenzado a dar pasos en la élite como son Zasko y BTA. Y por el otro, dos auténticas leyendas como Skone y Chuty totalmente renovados y con un nivel que jamás había visto.
4 rondas majestuosas que completaban una obra maestra. BTA enfrentándose a Chuty en un duelo de doble tempo (en ese entonces era menos común), Zasko haciendo gala de sus habilidades para las métricas y el ingenio, y Skone demostrando porque había salido campeón internacional semanas antes. Fue tan excitante que estuve un buen tiempo con la piel de gallina. En cuanto a nivel, incluso las rondas de temáticas eran infinitamente superiores a cualquier batalla que jamás había podido ver.
Recuerdo con memoria fotográfica como tuve que borrar varias aplicaciones del móvil para poder descargarme el vídeo. Después de ello, cada día veía de nuevo la batalla. Al despertarme, de camino al instituto, o antes de dormir. Como si de una canción de Nach se tratase. Pensándolo ahora, la situación me parece incluso surrealista. Pero lo cierto es que fue exactamente como lo cuento.
Cuando pienso en la batalla perfecta, automáticamente me viene la imagen de este enfrentamiento. Punchlines, respuestas, métricas, flow, y sobre todo mucha sangre. Esa sangre que a todos nos atrae por simple naturaleza. Pero además, el clima y el ambiente del escenario era totalmente sano y disfrutable. Con Bifo tan excitado como acostumbra, los freestylers que habían participado en la competición (Full Rap Party) celebrando las rimas como si no hubiera mañana junto a un público que no se creía lo que estaba viendo.
Sin duda alguna, todos los ingredientes necesarios para una receta insuperable. Y la repercusión que tuvo después habla por sí sola. En unos tiempos donde el freestyle está algo sobreexplotado y las batallas para ver se acumulan en exceso, añoro con nostalgia aquellos momentos cuando exprimíamos nuestras batallas preferidas hasta saberte todas las rimas de memoria. Poco queda de aquellos tiempos, pero nuestra tendencia nostálgica de magnificar el pasado en detrimento del presente es lo que en ocasiones nos hace tan tóxicos a los humanos. La realidad es que los cuatro MCs siguen más activos que nunca. Y mientras eso sea así, siempre seré un periodista que los disfrute y un aficionado que los ame.