¿QUÉ APORTÓ BEKAESH EN SU PRESENTACIÓN EN RED BULL?

Por: André Espinosa (@Espinosa_lol_)

En primera instancia, el freestyle como espectáculo -en esta ocasión casi podría llamársele show de televisión- sin público, tiene distintas necesidades e implicaciones obvias por el formato; por supuesto, no se puede conducir de la misma manera un evento a puertas cerradas que uno en línea o en las plazas. Todo host profesional, sin audiencia presencial, tiende a quedar expuesto y sus intromisiones son todavía más claras. El equilibrio de Bekaesh fue fundamental, porque formó parte constante de las batallas y sin buscar protagonismo. Se convirtió en un complemento adecuado y permitió disfrutar, primordialmente, de los MC’s.

Tras la salida de Mbaka, Red Bull tenía dos opciones para cubrir este lugar en el micrófono: Queen Mary y Bekaesh. La organización optó por echar mano de ambas alternativas y cayó como anillo al dedo por la variedad; es decir, gracias a que cada uno se encargó respectivamente de la Última Oportunidad y la Final Nacional, la monotonía no se hizo presente. Tras escuchar lo mismo o algo similar por un tiempo prolongado, para el oído, el evento puede ser un poco “cansado”, pero conjugar y alternar los estilos de Mary Queen y Bekaesh en el evento -de poco menos de cuatro horas y media- puede catalogarse como un acierto.

La conducción de la transmisión de los eventos casi siempre está aunada al manejo de la misma competencia, sin embargo, esta vez el host se encargó y cumplió ambas funciones con mayor fuerza y evidencia. Normalmente una o dos personas se encargan del sorteo inicial para el armado de las llaves, pero las circunstancias obligaron al speaker a controlar la escena en dos nuevas implementaciones: el sorteo y reestructuración del cuadro en cuartos y octavos de final. Finalmente, es obvio que Bekaesh no es nuevo como host; la experiencia está de su lado y lo dejó de manifiesto en este evento a través de la frescura, concentración y control.