¿QUÉ SUCEDE CON EL FREESTYLE MEXICANO?

Por: Lola Barón (@lolaabaron), María José Munguía (@maria.mvel) y André Espinosa (@Espinosa_lol_)

El rap está firmemente instalado en muchísimos países. En Estados Unidos, por ejemplo, es un género enorme en la industria musical. Asimismo, en Argentina hay varios raperos cosechando premios en diversas galas. El artista Ezequiel Tornati suele decir que cualquiera puede improvisar. Se trata de una dualidad de sentidos; sí, cualquiera puede improvisar, pero sobre todo se refiere a que un buen rapero puede provenir de cualquier sitio o estrato social, por supuesto, incluyendo a México. El rap azteca está atravesando un momento de cambio: uno de sus máximos referentes a nivel mundial se retira y ahora el foco está puesto en el resto de sus competidores, ¿qué sucede con el freestyle mexicano?

El Hip Hop en México no es una industria fuerte, no se consume tanto como en otros países de habla hispana. Por ejemplo, de las cinco ligas existentes además de las de Perú, España, Argentina y Chile, la Freestyle Master Series (FMS) México es la menos vista, según el número de visitas en YouTube. Los motivos, de acuerdo con varias de las opiniones expresadas en redes sociales, resultan cercanos al uso del lenguaje incomprensible y otros factores. ¿Por qué para la comunidad resulta menos atractivo el uso de la jerga mexicana?

Si bien, absolutamente todos los países tienen palabras propias y/o significados diferentes usando las mismas, en México suele ser muy frecuente recurrir a ello. Quizá -y sólo quizá- incluso es uno de los países con mayor diversidad de léxico. Desde luego, los freestylers originarios de la tierra azteca no están exentos del uso de la jerga, pues se trata de un rasgo de carácter inherente a la cultura y contexto nacional -o sumamente local-. De hecho, también entre estados de la república mexicana son diferentes los significados de algunas palabras o se usan homónimos.

Es necesario comprender y aprehender el contexto para poder dimensionar las rimas, independientemente del país. Sin embargo, se vuelve un tanto complejo al invertirlo y tratar de comprender una rima para aprehender el contexto. Esta característica no es propia del freestyle, suele ser una especie de choque cultural común, por supuesto, dentro de la música. Un ejemplo fehaciente de todo lo anterior es la canción “Chilanga Banda”. La pista está repleta de slang muy particular y resulta un tanto complicado comprenderlo; es por ello que esta situación se traduce en un inconveniente general.

Por ejemplo, en la primera estrofa de esta canción de Café Tacvba, el grupo mexicano,  dicen lo siguiente:

“Ya chole, chango, chilango

Qué chafa chamba te chutas

No checa andar de tacuche

Y chale con la charola”

Es difícil entenderlo, no sólo para las personas de otros países, sino incluso para muchos mexicanos. Es diferente la variedad de palabras y expresiones que hay en el centro, norte y el sur de la nación, así como hasta de las localidades más particulares. Desarticulándolo, se puede entender de la siguiente manera: 

“Ya basta, hermano residente de la Ciudad de México

Qué pésimo y pesado trabajo tienes

No está bien andar a expensas de que apenas te alcance para comer

¡Y qué carajo con la policía!”

Como se puede ver en la primera línea, a partir de cuatro palabras,  es viable desplegar otras nueve para interpretar y entenderlo en una forma más sencilla. Se trata de una cuestión de región. Por ejemplo, María José Munguía, periodista del mismo país y una de las redactoras de este artículo, no lograba comprender cabalmente el significado de estas expresiones, puesto que no es cercana a la comunidad que retrata Café Tacvba en esta canción. De manera simplificada, el lenguaje es retrato de la cultura de cada país y está aunado al contexto, es parte de su esencia e identificación, por lo tanto, es casi imposible que los MC’s lo aparten durante su improvisación.

Sin embargo, no es que resulte imprescindible solucionarlo, ni tampoco implica forzosamente un problema, sino una alternativa para la apertura del panorama; es decir, en realidad es un beneficio. La audiencia puede dejar de intentar comprender las rimas sin lograrlo y desistir por no contar con el léxico necesario. El uso de la jerga en las batallas de freestyle, es -para mexicanos y extranjeros- un punto de partida para enriquecer su bagaje cultural, conocer nuevas palabras y, por lo tanto, entender las rimas.  Además, con el tiempo tendrían un contexto más amplio para comprender también futuras referencias.

Si la comunidad del freestyle -o cualquier persona- tomara este enfoque y aprendiera, tendría un beneficio que no imagina en primera instancia. No obstante, es razonable que la audiencia no lo considere en primer instancia. Los medios de comunicación y una gran cantidad de empresas -no sólo en México- suelen mostrar un retrato infiel a la realidad del rap y del freestyle de habla hispana; descontextualizan y/o malinterpretan. La mutua retroalimentación, entre las compañías y mucha gente ajena a la comunidad seguidora del Hip Hop, se complementan; en resultado, hay un arquetipo que expone a los raperos incorrectamente, incluso como delincuentes, personas poco éticas o promotores de la violencia  y la ilegalidad.

Retomando, en la rueda de prensa previa a la segunda jornada de FMS Nacional, el rapero Yoiker aseveró que la liga mexicana es la menos vista, en comparación con las de otros países, debido al “Síndrome del mexicano”: “Aquí en México, si ves algo hecho por mexicanos, lo desprecias o minimizas su valor […] en cualquier cosa, no sólo en el freestyle. Eso nos ha frenado un poco; o sea, el no tener el apoyo local que tienen otras ligas”. En realidad, hay ejemplos fehacientes para argumentar y fundamentar esta postura, pero ¿existe el “síndrome del mexicano”? ¿Es cierto lo que señaló Yoiker?

Descúbrelo el domingo 10 en la segunda parte del artículo:  “¿Qué pasa con el freestyle mexicano? 2/2”