¿QUÉ ELEMENTOS DEBE INCLUIR UNA HIPOTÉTICA FEDERACIÓN DE JURADOS?
Este sábado es el la final internacional de la Red Bull Batalla de los Gallos, y en esta ocasión hemos hablado con el venezolano para que nos hable de su compatriota.
Por: @alvaromorenomad.
El freestyle da oportunidades en muchos de los ámbitos que rodean esta disciplina. Están las vías para poder surgir en lo que te guste: djs, host, los mismos participantes y sumados a trabajos que poco se exhiben en pantalla como los equipos de producción, montaje, etc. En este sentido, entendemos que hay demasiados aspectos que se llevan a cabo para lograr el desarrollo óptimo de los eventos de batallas.
Quizás el peso más difícil a la hora de llevarlas a cabo, junto con el papel de los competidores y organizadores, es de quien dictamina el resultado: los jurados. Un lugar muchas veces de privilegio, de más de alguna amistad con organizadores o de evidente experiencia, pero son todos estos factores externos que de alguna u otra manera les llevan a un lugar de injerencia directa en cada resultado.
Mucho se habla de cómo crear un criterio neutral como el que se lleva a cabo en competencias como FMS, donde se ha buscado profesionalizar este punto, pero en donde poco se ha actuado en la formación de quienes toman en cuenta este criterio y lo aplican a su propio juicio.
Tras un twitt publicado por Estrimo, quien afirmaba que se estaba trabajando en el hecho de profesionalizar a los jueces, es que se desprenden muchas ideas sobre qué debe tener un juez para lograr alinear criterios y entregar un veredicto que represente realmente lo sucedido en la batalla.
Lo principal sería alinear un criterio común que permita dar cuenta de aspectos importantes para calificar dentro de una batalla, ya sean skills, flow, puesta en escena, etc, en un espectro amplio dentro de todo lo aplicable. Seguido a eso, es que todas las personas que compongan el roster de jueces, sean personas capacitadas, entendidos en la materia y que representen la mayoría de las visiones más allá de las subjetividades que puedan tener cada uno. En busca de esto muchas veces se ha optado por traer personas de campos cercanos al lenguaje, la poesía o la educación, pero que poco tendrían que notar en una “reciclada” por ejemplo.
En esta idea también se debe tomar en cuenta principalmente lo que se dice (coherencia) y cómo se dice (flow, estructuras, etc) y a través de este criterio, establecer una puntuación idónea para calificar.
Además, dentro de este sentido de la profesionalización de los jurados hay dos aspectos relevantes a pulir. Primero, que el sistema de jueceo esté desarrollado en base a criterios que permitan ignorar el localismo por completo (factor público) en pos de buscar una evolución y maduración por parte del público, que hasta que no logre este punto, el sistema deba adecuarse a este problema.
Segundo, se debe respetar el trabajo de quien juecea, con esto me refiero a oportunidades de crecer dentro de este ámbito y buenas pagas que permitan valorizar también lo que se hace. Este último punto entendiendo lo que por ejemplo ha dicho Juan Ortelli en su Twitter, quien aseguraba que la paga de los jueces es incluso menor a el “pibe que pone el contador”, evidenciando la relevancia de cada puesto dentro de un evento.
Entender que este trabajo va más allá de lo que dura la batalla. Muchas veces, los jurados son el centro principal de hateo en las redes sociales en esta pugna de tratar de convencer. Porque tanto en el freestyle como en disciplinas, la verdad es que en gustos no hay nada escrito, pero es aquí donde alinear lo mayor posible surge como el escenario ideal para llevar a cabo esta tarea.
Finalmente, hay que recopilar todo lo anteriormente mencionado para crear este criterio ideal basado en la profesionalización, pero, además, hay que hacerlo sin perder la esencia. Sin robotizar el esquema, sin que se vuelva algo cuadrado que no sustente el sentido real de la improvisación, del sentido del hip hop.
Es entonces, en la búsqueda de formar jueces con criterio, el hecho de formar, educar y respetar.
