#8M: CÓMO AFECTÓ EL MARKETING MUSICAL A LA CARRERA DE LAS RAPERAS EN LOS 90´S
Cuando pensamos en la historia de las mujeres dentro del rap es bastante recurrente el hecho de repasar sus nombres, sus aportes, sus letras y sus demandas, pero también es necesario hablar de problemas que gravitaban en torno a ellas y cómo eso afectó diferentes aspectos en sus carreras. Lo que vamos a ver ahora no se limita al rap, sino que es general a la regla dentro de la industria musical. Pero por cuestiones obvias, vamos a ver su impacto particularmente dentro del Hip-Hop.
Por: Franca Hernandez (@franhernandezn)
My mic sound nice: The truth about women in hip-hop es un documental de 2010 dirigido y producido por Ava Duveray, donde indagan en la historia y el legado de diferentes raperas en la historia del Hip-Hop. Femcees como Mc Lyte, Rah Digga, Missy Elliott, Eve, Lady Of Rage; raperos como Chuck D o Questlove, y escritoras como Joan Morgan, la primera en acuñar el término “Hip-Hop feminism”, todas y todos tienen su espacio a la hora de componer este relato.
En este trabajo audiovisual arrojan una tésis que es importante para dimensionar uno de los problemas más grandes que atravesaron las raperas a mediados de los 90´s: el sector de marketing de las disqueras. Sin pretensiones de demonizar la idea de que el rap entre en el circuito de producción musical a gran escala, sino ver qué pasa cuando las decisiones que se toman están ancladas a fórmulas que condicionan el modo de actuar de las raperas.
Si se pudiera ver una línea temporal con los nombres que fueron surgiendo a lo largo de tres décadas, desde 1970 a 1990, vemos que obviamente hay un salto astronómico durante mediados y finales de los 90´s. Mientras que antes sólo resonaba el nombre de cuatro o cinco raperas, durante finales del milenio se podían ver hasta más de cuarenta mujeres activas en la escena. En esta época había una diversificación notable de estilos, pero había uno que resaltaba por encima de todos y todas: el arquetipo de rapera hot chick.
La capacidad de rapear sin tapujos sobre sexo, mostrarse de una manera sexy sin vergüenza y tomar por asalto un discurso que antes sólo estaba en boca de los raperos, fue tan polémico como liberador; en términos de que mujeres como Lil´ Kim o Foxy Brown metieron una patada al tablero que no tuvo vuelta atrás. El problema fue cuando el sector de marketing de las disqueras hicieron de la personalidad de estas raperas un arquetipo único y con apariencia de necesario para implementar en otras artistas.
El arquetipo de rapera hot chick ya se venía buscando con anterioridad a los 90’s, raperas como Nikki D y The Real Roxanne son un ejemplo de qué pasa cuando no se ofrecen más opciones que esa categoría: dieron el paso al costado. Porque los arquetipos, como tales, para poder ser en sí mismos necesitan ser excluyentes. En este caso, no sólo eran excluyentes, sino también condicionantes. Nikki D se fue de Def Jam cuando la insistencia de adoptar la imagen hot chick ya se torno fatigante y totalmente alejada de lo que ella quería lograr, mientras que The Real Roxanne grabó su disco con esa estética pero nunca logró rapearlo en vivo, tuvo un esporádico intento pero sólo pudo hacer dos canciones y bajó del escenario para no volver nunca más.
Dentro del documental vemos testimonios como el de Missy Elliott donde cuenta que pensó en cambiar su estilo de baggy clothes por algo donde se vea un poco más de piel dada la presión que generaba tratar de mantenerse en pie dentro del escena. Yo Yo, por otro lado, no sabía sin lanzar su álbum por miedo a que su personalidad y sus letras no encajen en el canon, y atrasó el lanzamiento hasta encontrar algo más “sexy” que mantenga feliz a la audiencia, pero que no comprometa del todo su imagen original.
Acá hay que detenerse a pensar algunas cuestiones centrales. La primera es recordar los cambios que surgieron en los últimas décadas con respecto a la producción y distribución de la música; mientras que ahora las formas de creación son más accesibles y descentralizadas (no por eso más fáciles), antes se dependía en gran parte de las industrias culturales apoyadas en las disqueras. Por lo cual, cuando el arquetipo se asentó como una fórmula exitosa de venta, no tomarlo en cuenta era equivalente a un riesgo para la empresa. Más si miramos las sumas de dinero que implican invertir en la producción de un disco.
Lo segundo, más referido a lo que se dice textualmente en el audiovisual, se plantea que ese mismo modelo se hizo completamente insostenible y tuvo implicancias en el descenso abrupto de caras nuevas en la escena para inicios del 2000 (Piensen que la vuelta se da con Nicki Minaj recién en 2009). Ya que no es lo mismo las exigencias que se le hacen a un artista hombre, que las que se le hacen a una artista mujer cuando hablamos de imagen y contenido. Raperas como Eve mencionan que ese tipo de imagen demanda grandes inversiones en vestuaristas, estilistas, diseñadores y eso se multiplica a lo hora de aplicarlo en ellas mismas, más bailarines o acompañantes de escena.
Un tercer para tener en cuenta son las discusiones que se dieron en torno a esa imagen dado a que se repartía entre quienes veían esta posibilidad como un modo de liberación y revolución sexual dentro del rap, mismo como una forma de empoderamiento donde las maneras de actuar, vestir y lo que se decía era el vehículo para conseguirlo. Y del otro lado estaban quienes veían esta imagen como parte de la famosa “desviación del rap”, ya que la hipersexualización de mujeres afroamericanas es una de las maneras más naturalizadas de racismo y opresión. Esto último escapa de la rapera en sí, está más ligado con qué hace su entorno con respecto a su imagen, y no tanto a lo que ella pueda controlar.
Entonces, recapitulemos:la personalidad de algunas raperas se adoptan como fórmula de éxito en la industria musical, eso empieza a condicionar y excluir a un sector de las artistas, ese mismo modelo se vuelve poco sostenible y para lo último ya se estaba volviendo tan general a la norma que se convirtió en algo agotador ya que homogenizaba a la escena. ¿Cómo se sale de una situación así? Bueno, precisamente con la cara de la revolución en rap a finales de los 90´s: Ms. Lauryn Hill.
Lauryn tiene una infinidad de aportes al rap, bien lo dice Roxanne Shante en la entrevista: “ella es una categoría en sí misma cuando se trata de hablar de raperas”. Su autenticidad, su frescura, su forma de ser fiel a sí misma, su talento a la hora de rapear, fue completamente rupturista en ese momento. Y es totalmente palpable hasta el día de hoy. Con un disco sólo dio vuelta todo el juego trayendo a la espiritualidad, la sensualidad, el barrio, la filosofía, la historia, entre muchas otras cosas, a charlar en una misma mesa.
Puso en evidencia que los estereotipos eran parte del problema que atormentaba a mujeres y sentenció que las características que hacen a cada uno no tienen que ser necesariamente antagónicas. La piba de la baggy clothes que le rapea al barrio es la misma rapera con actitud sensual que habla desde la democratización del goce, la chica que se ocupa de sus estudios académicos es la misma que tiene la posibilidad de salir a divertirse como se le dé la gana. Nada es antagónico como lo plantean, puede ser parte de una misma persona sin necesidad de encasillarse.
Obviamente el estereotipo de rapera hot chick resistió al paso del tiempo, pero no como un condicionante sino como una forma más de expresión adoptada por aquellas que si pueden identificarse desde esa posición. Son parte de las múltiples voces que podemos encontrar en la escena, como debió ser siempre.
Por eso es necesario repasar cuestiones sociales, estructurales, políticas o económicas para comprender mejor el lugar donde suceden los hechos. Esta es sólo una tésis entre las tantas que pueden hacerse al analizar la historia del rap, y particularmente el de las mujeres; pero es preciso traerlas a la mesa, traducirlas, compartirlas, charlarlas para tener en claro que a veces las posibilidades de desarrollarse en un ámbito cultural no sólo dependen de la voluntad individual de cada uno. Y también subrayar cuáles son los errores del pasado que no tienen que volver a ocurrir.
Fotos de IMDd y last.fm