LA MAGIA DE ACZINO

Por: Sergio Murillo (@MuriStark)

La ronda de objetos se ha vuelto un clásico de las batallas de gallos. Durante el transcurso de este formato, los competidores deben rapear utilizando -literal o metafóricamente- aquellos chismes que encuentren en el interior de un baúl. Hay algunos freestylers que se desenvuelven muy bien bajo esta modalidad. Sin embargo, no hay ninguno como Mau. Nadie posee la magia de Aczino.

El gallo mexicano se hizo con el bicampeonato de RedBull Internacional hace pocos días. El público chileno volvió a ser testigo de otra de las diabluras del competidor cuando, en la final contra Skone, recibió por parte del público un sombrero negro. La prenda cayó en sus manos y, tan pronto completó el patrón, lo volvió a lanzar buscando a su dueño original. Detrás de esta escena, un Cacha reconvertido en juez no daba crédito a lo que veía.

Es otro capítulo más en la historia que comparten Aczino y la ronda de objetos. En la misma batalla trasteó con un yoyó y realizó con éxito el sube y baja del juguete; el gesto lo hizo mientras completaba otra intervención. Meses atrás, El Humor del Freestyle publicaba el archiconocido vídeo de El Iceberg del Freestyle. Una de las hipótesis más disparatadas que exponía hablaba sobre la facilidad que tiene el mexicano para llevar a cabo con éxito este tipo de jugarretas. La teoría remataba con un supuesto pacto con el diablo.

Haya o no pacto, es innegable que Mau ha demostrado ser capaz de lucir una puesta en escena única en todo el circuito. Lleva años haciéndolo. El escenario de Batalla de Maestros ha sido testigo de varias de estas situaciones. En la final de BDM Deluxe 2017 agarró un cráneo, lo comparó con el propio hueso de Kaiser, y dio toques, como si de un balón de fútbol se tratase, para acabar pegándole una patada. Todo este patrón lo llevó a cabo sin dejar de rapear.

Un año más tarde, en la BDM Deluxe 2018, recordó a todos los presentes este episodio haciendo lo mismo con una pelota. En la final de 2016 de este mismo evento se plantó ante Teorema en un enfrentamiento que se ha vuelto patrimonio del freestyle. Durante la primera ronda, un Aczino tranquilo y con voz serena le recordaba al chileno, globo terráqueo en mano, que se repetiría la misma historia en la Internacional porque “como el mundo, esta historia siempre va a girar igual”.

En RedBull ha habido más de una ocasión en la que Mau ha mostrado su magia escénica. La Final Internacional de 2018 enfrentó en semifinales a un Bnet debutante contra el mexicano. El primero le invitó a dejar el freestyle por el skate, y la proposición fue respondida por Aczino mediante un truco con el monopatín. Así rapeó la primera mitad del patrón. En las dos barras siguientes le dio tiempo a volver al baúl y ofrecer al español un casco de seguridad, completando el argumento que había iniciado al principio. De nuevo, una respuesta. Y otra vez volvía a parecer que el destino colocaba en la caja aquello que el mexicano invocaba.

Quizá se encuentre ahí la magia del mexicano. Es capaz de hacer posible algo que una situación presente necesita, pero que, al mismo tiempo, se revela imposible. Actúa bajo una seguridad propia de aquel que conoce el destino. En eso consiste el desafío psicológico que supone batallar con Mau.

Cuando parece que Aczino va a rimar como el público espera que haga; entonces, y sólo entonces, levantará un skate del suelo, recibirá de la nada un sombrero negro o, simplemente, sonreirá mientras juega con una calavera.

Imagen original de: RedBull Content Pool

Vídeos originales de: RedBull Batalla, Rap Mexa y Freestyle Legend