KENSUKE: “NO TENGO QUE SER TREMENDAMENTE SERIO, PERO TAMPOCO UN PAYASO”

El freestyler madrileño habló con El Estilo Libre tras su paso por la regional de Red Bull Cádiz. Comentó sus sensaciones antes y después de enfrentarse a Blon, explicó el cambio que tuvo el personaje de Kensuke, se refirió a su rechazo por competir en FMS y se mostró optimista ante las votaciones de Red Bull para repescar a un eliminado.

Entrevista por: Andrea Nicolás.

Artículo por: @carlosdr998

Enhorabuena, porque tu papelón en Cádiz fue una pasada.

Muchas gracias, me enorgullece que me digas eso. Me hace sentir bien.

¿Qué se te pasó por la cabeza cuando pusiste tu nombre con el de Blon?

Lo primero que pensé en ese momento fue: “bien, puedo hacerlo”, porque llevaba dos semanas aproximadamente (o tres), casi un mes incluso, pensando en: “vale, si quieres que esta Red Bull te aporte algo, tienes que hacer algo que llame la atención”. Tienes que hacer que la gente que vea lo que estás haciendo diga: “vale, ¿qué coño ha pasado aquí?” Que la gente se lleve una marca, una impresión. Si me hubiera enfrentado a Eude y me hubiera tirado dos minutos llamándole gordo, habría sido lo mismo de siempre. Así que en el momento en el que salió Blon, antes que yo, yo dije: “voy a escoger a Blon”. Esta es la oportunidad que llevo esperando desde que me han cogido en esta Red Bull.

Te ha salido muy bien, porque la gente ha flipado

Creo que no me ha podido salir mejor de lo que me ha salido. No digo a nivel de ejecución del rapeo, porque evidentemente se podía hacer mejor; podría no haberme trabado al final, hubo ciertas contestaciones que pude haber hecho mejor, ciertas actuaciones de puesta en escena que pude haber exagerado más para darle más potencia al punch. Pero creo que no me pudo salir mejor a nivel de resultado, porque: me enfrenté a Blon, le planté cara, le saqué réplica e hice la batalla increíble del día. Te aseguro que yo le gano a Blon y no puedo salir a la puerta de mi casa sin que la gente me apuñale.

Según lo que hablaste con Mowlihawk en tu entrevista ¿Qué nos puedes contar de la estrategia de hablar persona a persona? 

El asunto está en que una cosa que me ha criticado mucho la gente es que me introduzco demasiado en el personaje, que exagero mucho y que la puesta en escena es llevada muy a lo lejos y que nunca me han visto en una situación más “normal”. Esto se extiende a cuando empecé a improvisar; a mucha gente no le gusta lo que hago por eso, precisamente. Tras pensarlo mucho he dicho: “vale, es que no tengo que llevarlo a un extremo ni al otro, no tengo que ser una persona tremendamente seria y que no transmita nada entretenido, pero tampoco tengo que ser un payaso”. Creo que el punto adecuado es buscar un equilibrio entre las dos cosas y encontrar el momento adecuado en el que encaja cada cosa. Fíjate en Skone: es una persona que cuando se enfrenta a muchos rivales hace el payaso, de tal manera que queda muy bien; pero cuando se tiene que poner serio, se comporta como una persona, más como un personaje, y también queda bien. ¿Por qué? Porque hay un equilibrio de las dos cosas, y eso era lo que me faltaba a mí.

¿Al final lo has conseguido, no?

Bueno, eso parece. Ahora, de aquí para arriba.

¿Te esperabas que el jurado votara por Blon?

Sí, sí, sí. A ver, la puesta en escena de un participante dice mucho lo que está pasando y puede transmitir al jurado una frase como: “no me votes, por favor”. Yo en el momento en el que me trabé con Blon, le metí la pata mucho con esa trabada; le metí un puñetazo al suelo (que no sé si se apreciará). Me dio rabia haberme trabado así; fue como: “¿cómo he podido cometer un error de principiante tan garrafal?”. Porque a lo largo de la batalla, hay momentos en los que he cometido errores a nivel técnico; por ejemplo, “en esta frase he utilizado la misma palabra dos veces”, “en estas cuatro líneas, la segunda no aporta nada al contexto de lo que quiero decir”. Yo sabía que la puesta en escena que estaba teniendo le iba a dar la victoria directa a Blon. Yo no quiero una réplica falsa ni una victoria inmerecida. Sabía que la había cagado, que desequilibraba la batalla hacia mi rival y yo quiero ser sincero con el público y conmigo mismo y decir: “mira, yo pienso que he perdido. No tengo nada más que decir”.

Este año no asistirás a la final nacional de Red Bull, ¿cómo lo afrontas?

Todavía queda la votación del público. Yo espero que me favorezca la votación después de lo que he hecho, pero no quiero decir nada porque tenemos a Eude y a Robledo, que la gente los quiere mucho; o a Nevils, quien tuvo una batalla bastante polémica. No quiero adelantar acontecimientos, pero todavía mantengo la fe y la esperanza de poder ir y por eso sigo practicando un poco cada día para que cuando llegue el momento (si es que tiene que llegar), dar el cien por cien de nivel y hacerlo incluso mejor que como lo hice con Blon. Tengo la fe de que todavía puedo entrar, no me siento mal.

¿Tienes pensado apuntarte a otras competiciones este año?

No. Esto es muy importante. El año pasado (más o menos a principios de año), yo empezaba a tener eventos de freestyle, empezaba a ganarme la vida con esto y me alegraba. Me empecé a dedicar el cien por cien de mi tiempo en ello y vi una esperanza de subir a la FMS (que allí es un trabajo de tiempo completo haciendo lo que te gusta). Era mi sueño en ese momento. Dediqué TODO mi esfuerzo a conseguirlo; dejé de lado mis proyectos de dibujo y de ilustración y un disco que estaba preparando porque mi único objetivo ese año era FMS. Entrené, practiqué y establecí nuevas estrategias. Me presenté a batallas de parque a las que no hubiera ido por otro motivo que no fuera conseguir cinco puntos en el ranking. Me gasté un montón de dinero viajando de aquí para allá. Y después de hacer todo el esfuerzo que podía, sinceramente, me quedé en quinta posición.

Me clasifiqué a todas las nacionales; en Red Bull y BDM me fui en primera ronda, en Gold Battle quedé tercero tras perder con Mister Ego, en Supremacía perdí contra Mowlihawk en cuartos. Cuando vi el ranking dije: “literalmente todo el año de trabajo no ha servido para nada. He tirado un año de mi vida a la basura”. Cuando ha empezado esta temporada la gente me ha dicho: “Este año subes”. Mi respuesta es no: no subo a FMS. Si me dedico a intentarlo, pueda que lo consiga, pero también puede que no, y no quiero tener la sensación de que he tirado un año de mi vida a la basura porque es la peor sensación que se puede tener. No voy a perseguir la FMS pero si resulta que haciendo todo lo que haga, me da para entrar, no voy a decir que no.

¿Qué opinas de la nueva oleada de freestylers que está saliendo ahora?

El freestyle va avanzando cada vez más en direcciones distintas. Al principio lo que se valoraba eran los pareados y poco a poco se dejaron de valorar para apreciar las estructuras. Estas dieron paso a una tercera generación en la que las métricas eran tenidas en cuenta; se buscaba un equilibrio entre punch y el flow en las métricas, que son un híbrido entre ambas. Ahora estamos en la cuarta generación de freestyle, en la que esa métrica está evolucionando hasta convertir la disciplina en un idioma en el que hablar, y lo que se está valorando ahora es la coherencia.  Este aspecto está ganando muchísimo peso; por eso triunfa gente como Letra en Venezuela, quien aunque no tenga mucho punch, es muy coherente todo el rato. Eso es increíble. Por eso, a participantes con muchísimo ingenio como Force no se les valora en un sector, porque en esta cuarta generación (hacia donde esta evolucionando el free ahora) es hacia hacerse su propio idioma, y él no entiende mucho de eso.

¿Qué tal fue la experiencia en Réplica, el programa que dirige Skone en RTVE?

Una tarde. No tenía nada que hacer y fui (risas). Me dijeron: “oye, ¿te apetece salir en esto?” y yo: “sí, sí, claro. Me apunto”. Nos trataron súper bien desde la producción del programa. Me parece una buena iniciativa para llevar el freestyle al mundo mainstream, a que gente que todavía no lo conoce, lo empiece a conocer.

¿Qué opinas de que haya mayor visibilidad para el freestyle?

Que hace falta más todavía. Al fin y al cabo que se haga más visible trae sus cosas buenas y sus cosas malas, pero son mucho más numerosas las buenas. Nos abre las puertas para introducirnos en la televisión, en la radio, en los medios de comunicación. Es una situación en la que ganamos nosotros y el público, pues más personas pueden disfrutar de lo que hacemos.