FREESTYLE Y MÚSICA URBANA: UN CAMINO HACIA LA GLORIA
Consolidada en la elite a nivel mundial, la música urbana puede pensarse también desde sus lazos tempranos con el freestyle.
Por: Agustín Labartete (@ChichaLabartete)
Muchos son los flashes y las repercusiones que rondan al género, en esa mezcla de trap, pop y otros sonidos que brotan de todas partes. En tiempo real, podemos decir que asistimos a la década de oro del trap y la música -mal llamada- “urbana” hispanohablante, un fenómeno que no distingue ya ni continentes, ni lenguas ni clases sociales.
Con la Bzrp Music Sessions #53 de la colombiana Shakira y el productor argentino Bizarrap rompiendo records en Spotify y YouTube, es difícil pensar que este sonido y esta música no cuentan con más de diez años de trayectoria en lo que respecta al mercado musical iberoamericano. Entonces ¿De dónde viene este fenómeno y qué tiene que ver el freestyle en todo esto?
Haciendo una síntesis muy grande (y dejando de lado muchos aspectos particulares en esta selección), es importante decir que el freestyle en Argentina (y también en Latinoamérica) comenzó a mutar con mucha fuerza con el paso de su versión cypher al modelo de batallas a comienzos de la década que se inicia en 2010. De manera conjunta, el underground (teniendo como estandarte a El Quinto Escalón) y el mainstream (en su momento con Red Bull Batalla -…de los Gallos, en aquel entonces- en la centralidad de la escena) se potenciaron mutuamente para crear un circuito de batallas, una audiencia, un mercado y una generación de freestylers que también comenzó a estrenarse como artistas musicales.
Otro aspecto que se debe tener en cuenta es el cambio de paradigma en lo que respecta a la comunicación (en general) y a la música (en particular). Aquellos resultaron ser los años de la revolución tecnológica, la explosión de las redes sociales, el ascenso meteórico de YouTube, los cambios en las reglas del “consumo cultural, musical y joven”, la crisis y reconversión de la industria musical, etc. Pensar el freestyle en Argentina, su crecimiento, consolidación y explosión sin tener en cuenta estos fenómenos sería ver una simple foto y no la película entera.
Con las competencias de free en aumento, el contenido que volaba por YouTube y redes sociales y los MCs con ganas de expresarse, este gran fenómeno cultural, social y musical comenzó a tomar una relevancia impensada unos años atrás. Ya hacia 2015, el afianzamiento de un circuito de batallas de calibre internacional le dio mayor volumen y legitimidad no solo a la disciplina freestyle, sino también a todos sus participantes. Así, muchos freestylers incursionaron en el sonido del momento, el trap, y volcaron en él todas sus particularidades.
El camino entrecruzado del freestyle y la música urbana
Entonces, con un panorama más claro, es posible preguntarse ¿Qué tiene que ver el freestyle con el fenómeno de la música urbana? En primer lugar, quienes llenaron ese sonido externo (el trap estadounidense) con todo el peso local fueron, en gran medida, exponentes y referentes de la escena de las batallas de freestyle en Argentina (Duki, Paulo Londra, Wos, YSY A, Bizarrap, etc.). En segundo lugar, quienes acompañaron la expansión y consolidación de este fenómeno fueron en su mayoría seguidores y seguidoras de la disciplina que crecieron junto a estos artistas desde sus comienzos. En tercer lugar, los lazos comunitarios propios del freestyle fueron también un elemento clave en todo este proceso: a diferencia de los artistas del siglo XX, lo que caracterizó al movimiento freestyle del nuevo milenio fue la colaboración entre músicos, MCs, productores y muchas personas más en la búsqueda de un crecimiento conjunto, no solo individual. Esto provocó que muchos artistas con poca repercusión mainstream pudiesen dar el salto a “las grandes ligas” gracias al impulso de colegas mucho más consagrados en la escena.
Por todo esto, el freestyle tiene mucho que ver en el momento musical y mediático que vive el trap. Seguramente, muchos más factores influyeron no solo en Argentina sino en los diferentes países hispanohablantes, pero creemos que estos son algunos puntos principales para tener en cuenta y pensar “la década dorada de la música urbana”.
Imágenes originales de Gonzalo Lima (@fvckksociety) en el medio Vice y de Revista Watt