LA EVOLUCIÓN DEL FREESTYLE: ¿EN SU PICO MÁS ALTO?

Por: Elías Delsavio (@eliasdelsavio)

El freestyle parece estar en su pico más alto desde que comenzó a desarrollarse en países de habla hispana hace poco más de quince años. Desde aquella época hasta el día de hoy, la evolución las competencias de batallas de gallos fue muy marcada y convirtieron esto de algo poco conocido a un fenómeno popular que llegó incluso a ser transmitido por las principales cadenas televisivas de los respectivos países.

De aquel primer evento de Red Bull Batalla de los Gallos, son varias las cosas que han cambiado con el paso del tiempo. Entre estas, una es la producción misma de las competencias, con escenarios que variaron, por ejemplo, de una jaula a la que se subían los freestylers a inmensos escenarios montados y, por qué no, lo último que se vio el año pasado -con la pandemia como contexto- con las batallas desarrollándose en estudios televisivos e innovando con la más alta tecnología.

Además, no todo quedó en manos de Red Bull. Con la expansión, poco a poco, del freestyle en sus comienzos, se fueron generando distintas competencias. Primero en plazas, entre pocas personas, para luego terminar en eventos de gran magnitud, como el Quinto Escalón en Argentina o DEM Battle en Chile, que provocaron la explosión y la viralización en su máximo esplendor de la disciplina ante miles y miles de personas. Además, otras competencias comenzaron a pisar fuerte en escenarios como God Level y luego el desembarco, nada más ni nada menos que la primera liga profesional: la Freestyle Master Series (FMS).

La llegada de la profesionalización al free demostró también el cambio que ha surgido respecto a los propios competidores a lo largo de los años. En un principio, con el punchline como estandarte, las batallas no variaban mucho respecto a los minutos libres y los clásicos 4×4 que se utilizaban para la definición del cruce. Con el tiempo, se fueron sumando estímulos para que los MC’s se desenvuelvan, como objetos, temáticas y ronda de palabras cada cierta cantidad de segundos, como el easy y hard mode de FMS. Con esto, los enfrentamientos cambiaron para demostrar toda la habilidad de los rappers e incluso provocó que sean más largos, teniendo duelos de aproximadamente 30 minutos.

Además, también el rapeo es otro. Hoy se manejan una cantidad de diferentes skills que antes era cosa de la minoría y tiene a muchos que son especialistas y que dan cátedra de ello. Es muy común en el presente poder disfrutar de un buen flow o de las estructuras y métricas bien armadas. Y, por si fuera poco, en las competencias de ahora, estas cosas son algo que suman puntos en las tablas que determinan a los ganadores de los cruces.

Por su parte, todos los cambios no son solo de los competidores, sino también en el afuera. El público ha crecido de una manera increíble durante estos últimos tiempos, rompiendo todo tipo de récords, ya sea en batallas subidas en plataformas como Youtube, donde la más vista supera las 44 millones de visitas, como la de Aczino y Wos; o, transmisiones en vivo, como la de la primera fecha de FMS Argentina en su tercera temporada, donde más de 750.000 personas dijeron presente vía los streaming de Urban Roosters y Claro.

Está claro que el freestyle hace tiempo llegó para quedarse y también ha sido una puerta de entrada para que muchos den un salto definitivo a la industria musical. Seguramente existan cosas para mejorar. Sin embargo, el crecimiento exponencial del free hace pensar que hoy por hoy es algo que está totalmente establecido en muchos del los países de habla-hispana y no es apresurado pensar que se encuentra en su pico más alto, con un nivel de audiencia, sponsors, nivel y muchas cosas más que le dan vigencia y que, de no mediar inconvenientes, seguirá creciendo.