BUSCAN SALVAR LA MANSIÓN DE MODO DIABLO

Por Xavier Bertoldi (@xavierbertodi)

Alejandro Farache, uno de los dueños de la mansión, encendió todas las alarmas de la escena pero por sobre todo las de los fanáticos del trap.

“Como queremos que la casa no pierda esa orientación, vamos a trabajar para que sea un Patrimonio Cultural y vamos a trabajar para que todos los chicos que son fanáticos de la casa y que quieren a la casa tanto como yo algún día la puedan visitar”. 

La mansión de Antezana al 247, en el límite de los barrios de Villa Crespo y Caballito de la Ciudad de Buenos Aires, corre riesgo de perderse y junto a ella el testimonio del nacimiento del movimiento más grande de la historia musical contemporánea de la República Argentina.

¿QUÉ ES “LA MANSIÓN”?

Corría el año 2017 y tres jóvenes decidían ir tras la utopía de vivir de su música, de su arte. El primer paso que dieron fue la elección de una casa donde llevar a cabo esta aventura.

La mansión de calle Antezana 247 está ubicada a pocas cuadras del Parque Centenario, lugar donde por ese entonces El Quinto Escalón ya había roto todos los récords en el mundo del freestyle. Quizás, entonces, será por eso que Ysy A, Duki y Neo eligieron esta casona: el Parque, su segundo hogar, estaba al alcance de la mano.

Por casi un año la mansión se transformó, en palabras de Alejo, en “un lugar muy loco, muy lleno de energía -tanto buenas como malas-, de mucho aprendizaje, de mucho conocimiento, de experimentar un montón en todo tipo de sentido”.

Duki, Ysy A y Neo, con Modo Diablo, darían desde esta residencia el puntapié inicial del trap argentino que se transformaría años después en una gran bola de nieve arrasando todo a su paso. 

“Acá crecieron mucho, primero tenían una Meriva y luego se iban en combi a las giras”, recordó en una entrevista una vecina de la Mansión. “En este lugar me crié, es mi casa de toda la vida, pero estos pibes la convirtieron en un mito”, afirma Alejandro, el propietario y quien hoy en día vive allí con su familia.

En Antezana 247 nace un movimiento que cambia el juego y se convierte en un lugar de culto para los fanáticos. 

¿QUÉ ESTÁ PASANDO CON LA CASONA?

Tras los dichos de Alejandro en redes sociales las especulaciones de los fanes no tardó en llegar. ¿Qué sucede con este lugar?

“La casa está en venta”, contaron a El Estilo Libre Nandai y Naren Arce, hermanos artistas y productores que se pusieron al hombro la idea de proponer a La Mansión como Patrimonio Cultural de la Ciudad de Buenos Aires, y agregaron: “los dueños son 3 hermanos y por cuestiones familiares han decidido ponerla a la venta”. “Antezana 247 representa el sueño del pibe que cambia la historia, es un antes y un después en la industria”, enfatizaron.

Los jóvenes, fanáticos de Modo Diablo y activistas de la cultura, contaron que la casona “corre riesgo que quien la compre la use como algo que nada que ver. Que la tiren abajo para hacer un edificio, como se ha hecho con muchos otros lugares”, además agregaron que “de ahí parte la idea de considerarla Patrimonio Cultural, con el fin preservarla por todo lo que representa”.

LA CASA COMO PATRIMONIO CULTURAL

La necesidad de exposición social, la necesidad de mayor movida y la existencia de otras prioridades: Los 3 puntos claves que puso la Legislatura Porteña para que Antezana 247 sea considerado Patrimonio Cultural. “Es posible”, cuentan Nandai y Naren, “existen Patrimonios Culturales de la industria del rock, como la casa de Luca Prodan por ejemplo”.

Ante esta obligación de exposición, el movimiento “Antezana Patrimonio Cultural”, con los hermanos Arce a la cabeza, comenzó a replicarse y a tomar popularidad primero por redes sociales y luego por medios de comunicación. 

Junto a Alejandro, que “confía en la causa, ama la casa y quiere que el proyecto tome el rumbo” para lograr el cometido, organizarán un evento dentro de La Mansión, con invitados específicos, con la idea de cuidar la casa y en el que esperan que referentes de la escena estén presentes. “Llamamos a la acción -afirman Nandai y Naren- necesitamos hacer ruido para que el gobierno se de cuenta de la real importancia que tiene la casa”, destacan.

Es necesaria la participación de cada fanático que se sienta representado por el movimiento para generar la exposición suficiente y lograr que la cuna del trap argentino tenga el reconocimiento que merece.

“Siempre soñamos con hacer cosas grandes, somos artistas, rapeamos desde los 12, 13 años, somos activistas del movimiento urbano”, afirman los hermanos. “La cultura y el movimiento nos salvó la vida y esto es una forma de devolverlo”, cerraron.