BO$$ Y TAIRRIE B: EL GANGSTA RAP Y LOS PELIGROS DE LA ESCENA

Entre finales de los ochenta y principios de los noventa, las letras del “reality rap” y el “conscious rap” llegan a la mira de los medios de comunicación hegemónicos. Los raperos que se dedicaban a retratar su realidad mediante barras, o quienes se manifestaban en contra de la violencia institucional pasan a ser delincuentes, un mal ejemplo para los más jóvenes y un peligro para la sociedad. Los presentadores de los noticieros alertaban sobre un nuevo fenómeno que titularon “gangsta rap” y las familias modelo-estadounidenses lloraban en la puerta de las oficinas de la Asociación de Industria Magnetofónica de América (RIAA) para que el álbum debut de Ice-T, “Rhyme Pays”, tuviera la etiqueta de Parental Advisory Explicit Content en la tapa.

Por: Franca Hernandez (@FranHernandezN)

Contemporáneamente a grupos como N.W.A, o raperos como KRS-One y Schoolly D, ha habido algunas pibas que se destacaron desde el principio dentro de la escena por sus letras, su actitud y su mensaje. Raperas como BO$$ y Tairrie B son solo algunas de las que presentaron sus canciones como parte de ese gran discurso de denuncia que es el Hip-Hop. Con sus controversias, trabas, contradicciones y tragedias, las dos son dueñas de discos claves y necesarios históricamente; repasamos alguno de ellos para conocerlas un poco más a fondo, además de descubrir por qué fueron desestimadas posteriormente.

BO$$ – BORN GANGSTAZ (1993)

Lichelle “Boss” Laws fue una rapera oriunda de Detroit que se caracterizaba por tener un sonido más allegado al hardcore/gangsta rap. En 1993, junto a la DJ Irene “Dee” Moore formaron el dúo “BO$$”, con el cual llamaron la atención de la discográfica Def Jam. Russell Simmons fue quien les ofreció el contrato. Así es como ella se convirtió en la primera rapera que firmó con Def Jam West. Su único disco “Born Gangstaz” generó muchísima controversia entre los oyentes por los mensajes en las canciones y su estilo irónico.

Lichelle encara el disco con el tema “Deeper” donde muestra cómo se va hundiendo de a poco por la dura realidad que la rodea, no hay espacio para eufemismos, detalla desde las muertes hasta los consumos problemáticos. En “Progress of Elimination” deja en claro que no importa a cuantas personas tenga que eliminar para llegar a su meta, lo puede hacer sin pestañear; y en “Catch a Bad One” entra rapeando con su AK-47 contando sus atracos a bancos, en colaboración con DJ Dee. Por último, en “Diary of a Mad Bitch” cuenta cómo es su vida como jefa de una banda de dealers.

 A pocos meses de su lanzamiento, el disco ya había alcanzado el puesto número 3º en el chart de Billboard como mejor álbum de rap/R&B; y temas como “Recipe of a Hoe” y “Deeperalcanzaron el puesto número 1º en la categoría de mejor canción de rap. También salió de gira junto a Onyx, Run DMC y Dr. Dre. Llegó a vender casi medio millón de copias, pero solo recibió un cheque por 40 dólares por los derechos de las canciones y una parte ínfima de las regalías. La resignificación de los insultos en ese disco, sumado al estilo de las bases, sus skills y sus letras fue lo que ayudó a pavimentar el suelo para generaciones venideras de la talla de raperas como Yo-Yo, Lil Kim o Foxy Brown. Además de diversificar el monopolio de “las malas palabras” y la rudeza.

No hay dudas de que el disco era tan pesado como el plomo. Lichelle estuvo en boca de muchísimos críticos y periodistas, lo cual llevó a otra controversia: la entrevista con el diario The Wall Street Journal en 1994. En esa charla se “revela” que, en realidad, ella venía de una familia de clase media alta, con una educación privada y sin episodios violentos de por medio. Por ende, todo lo que contaba en sus canciones no parecían vivencias propias. Eso hizo que perdiera prestigio como rapera por ser considerada una ‘fake gangster’.

Lo único real que mostró esa entrevista fue que el periodista, y los que se ofendieron con “la verdad”, nunca escucharon el disco completo. Sin ánimos de chicanear -mentira, un poco sí-, pero toda la revelación de esa nota está en el audio que usaron como introducción, donde se escucha a la mamá de Laws hablando de cómo es su hija y el audio de cierre con la voz de su padre. Además de que muchas de sus letras reflejan su vida junto a DJ Dee viviendo sola en Compton, y no su infancia.

Esto enfureció muchísimo a Boss porque su paso en los primeros años por Los Ángeles no fue un cuento de hadas: pasó años en pensiones de mala muerte en Compton, se extravió bajo el consumo insano de drogas y alcohol, además de descubrir que padecía de una enfermedad, la cual su tratamiento no podía costear con su trabajo. A nadie se le exigía dar explicaciones sobre la veracidad de sus letras, solo a ella, asimismo perjudicaron su carrera sin vuelta atrás.

Después de lanzar “Born Gangstaz” intentó sacar un segundo disco. Grabó demos y los mandó a Def Jam, pero la discográfica se los rechazó. Eso hizo que la dieran de baja en el sello. Posteriormente, sus problemas de adicción se incrementaron y solo pudo sostener un trabajo como host en un programa nocturno de Hip-Hop en la radio KKDA-FM de Dallas. Dejó de ver a DJ Dee y sólo apareció en muy pocas colaboraciones con otros raperos. Debido a diferentes situaciones delicadas de salud, hizo apariciones muy efímeras durante los últimos años sin lanzar material nuevo propio.

TAIRRIE B – THE POWER OF A WOMAN (1990)

Theresa Beth Murphy, durante su adolescencia, solía frecuentar la mayoría de las fiestas de Hip-Hop que estuvieran disponibles. En ese momento, se podían ver con frecuencia a los “cazatalentos” en las jams y conciertos en vivo. Primero conoció al equipo de Delicious Vinyls que buscaba chicas para conformar una versión femenina de los Beasties Boys, pero no era el estilo de Beth. Fue tras las bambalinas de una presentación de N.W.A donde conoció al famoso representante Jerry Heller. Él pensó que ella era una actriz, y cuando escuchó que en realidad rapeaba automáticamente le pidió un demo. Tairrie B hizo malabares junto al productor Quincy Jones III para armar un tema, lo llevaron al estudio y al finalizar la canción Eazy-E le ofreció un contrato con Ruthless Records.

El disco “Power of a Woman” lanzado en 1990 estuvo enteramente escrito por ella, y fue el primer disco de rap grabado por una rapera blanca. Tairrie evocaba la imagen de la ‘femme fatale‘, una diva de las viejas películas de Hollywood y con muchos palos a diestra y siniestra. Entre sus temas más conocidos estaba “Murder She Wrote”, una pistola 9 milímetros de rimas que se pasea entre la elegancia de un crimen lirical, al estilo de la mafia italiana; “Player”, donde se burla de sus compañeros de sello, exigiendo su respeto para que no la tomen de “cualquiera”, alegando que los pibes son unos ‘don juanes’: “No soy un juguete, saca las manos de encima de mi cuerpo, chico”; Y “Ruthless Bitch”, un beef directo a los integrantes de N.W.A. Sí, así tal cual lo estás leyendo.

Desde el momento cero que Beth pisó el estudio, dejó en claro que ella iba a llevar a cabo sus ideas. Durante mucho tiempo le insistieron con que empezara a componer junto a Dr. Dre, pero ella se negó rotundamente. A medida que transcurría el proceso de ese primer LP, los raperos de Compton le pedían a ella que hiciera una canción donde ellos pudieran gritarle “Bitch” cada dos palabras. Beth se hartó y abrió “Ruthless Bitch” con este mensaje: “Estoy cansada de gente diciéndome / que puedo y que no puedo hacer / No haré un gran final / Y no habrán agradecimientos especiales / Porque esa es mi marca registrada”. La única que perra es ella misma y lo lleva con orgullo. A partir de esa canción, la tensión en el estudio no hizo más que crecer.

En una entrevista del 2020, ella contó que luego de poner el freno a Dre para que no le escribieran las canciones “las cosas se empezaron a poner raras”. Eazy-E era su espalda en el estudio, pero el creador de The Chronic no estaba muy contento con ella. Luego de grabar su primer disco y no dar la canción final que algunos esperaban, Dre discutió con ella en el ‘after party’ de los Grammys 1990. El productor la amenazó con la frase “Si me volvés a decir eso…” y acto seguido le dio dos golpes en la cara, uno en la boca y otro en el ojo. Tairrie no hizo la denuncia en su momento porque Jerry Heller le dijo:Ruthless es una familia de negocios, no vas a presentar cargos”.

Después de ese episodio, Murphy busca formar una banda donde pueda combinar el metal, el hard rock y el punk con el rap. De a poco pudo conformar diferentes bandas con esa impronta, sumando discursos feministas cada vez más fuertes y optando plenamente por los escenarios de metal. No volvió a la escena típica del HH. Sólo cuando salió a respaldar a la rapera y host Dee Barnes, quien también fue víctima de violencia física por parte de Dre, ya que ambas coincidieron en la idea de que la películaStraight Outta Compton” (2015) daba una imagen “lavada” del productor.

Hoy en día está promocionando su último disco “Feminenergy” (2020), y dice estar preparando un libro sobre sus principios en la escena musical para dar su punto de vista sobre cómo ella vivió su estancia en Ruthless Records.

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