RECOMENDACIÓN LIBRE: BEATS
Beats es una película producida por Netflix que muestra, a través de una trama que tiene que ver con una historia de redención y amor, algunas cuestiones propias del mundo del beatmaking y el hip hop.
Gabriel Baggio – @ShadeOfWhy
Uno de los cuatro elementos que, tradicionalmente, se consideran dentro de la cultura del hip hop es el DJing, o el arte de generar y manipular pistas musicales para crear paisajes sonoros únicos. Dentro de este elemento se suelen diferenciar dos disciplinas, cada una con sus especificidades pero aún así con una relación muy íntima: el beatmaker y el DJ propiamente dicho. La labor del primero está basada principalmente en la creación de las instrumentales y la del segundo en su presentación en vivo. En la mayoría de los casos esta división es más teórica que práctica ya que aquellos que se dedican a la producción dominan, en distintas medidas, ambas disciplinas.
Beats es una película de 2019 producida por Netflix y protagonizada por Khalil Everage y Anthony Anderson que, a lo largo de su trama, hace algunos guiños hacia el mundo de este elemento de la cultura. El largometraje cuenta la historia de August Monroe, un jóven de diecisiete años con estrés postraumático que pasa los días encerrado en su habitación creando beats durante horas. Este joven acaba conociendo a Romelo Reese, un ex representante de artistas caído en desgracia. La conexión entre ellos se da a través de la música: las producciones de August son realmente únicas y demuestra un gran talento natural. Por esto, Romelo comienza a insistir en contactar con el jóven y acompañarlo en su proceso creativo.
Con diálogos plagados de referencias a artistas como J Cole, RZA o Kanye West, la relación entre los protagonistas comienza a dar frutos, incluso superando la brecha generacional que al principio los separa. Esta diferencia de edades se deja ver en un diálogo donde Romelo le da al joven la idea de colaborar con un MC y August le pregunta si pueden hacer esto online. Si bien este diálogo se muestra casual, deja ver algo más profundo que al día de hoy es muy actual en la cultura. Mixtapes producidos con una computadora y subidos a Soundcloud, competencias de freestyle organizadas por Discord o radios que utilizan como base la plataforma Twitch son sólo algunos ejemplos de este fenómeno. El advenimiento de las plataformas digitales y las redes sociales ha modificado la vida en sociedad casi en su totalidad, y este movimiento cultural no es la excepción.
Parte del proceso creativo del beatmaking también aparece ilustrado en la película. En el momento en que el artista se encuentra con la samplera y su respectivo software de edición, está ante un lienzo en blanco. La inspiración para crear una obra puede provenir de diferentes sitios, y es en esto donde la mayoría de los grandes beatmakers hacen notar la importancia del sampleo. El oficio de tomar una obra ya creada y reinterpretarla data ya de muchos años y a día de hoy está plenamente vigente. Los ejemplos sobran: el beat que acompañó el primer round de Wos vs Aczino en 2019 usa como sample la clásica Bella Ciao, Eminem utilizó una instrumental de Luis Alberto Spinetta en su tema Stepdad, entre otros. En la película, August busca samplear percusiones brasileñas dentro de un beat de trap, logrando un resultado muy agradable al oído.
Las sociedades entre un beatmaker y un MC son largamente conocidas a lo largo de toda la historia del género. Duplas como los estadounidenses Maldib y Freddy Gibbs o, dentro del panorama hispano, los argentinos Acru y Haze han dejado grandes colaboraciones dentro del género en las últimas décadas. Queen Cabrini es, en la película, una rapera que en pocos segundos conecta con las instrumentales de August. Si bien esta sociedad no prospera por cuestiones contractuales y malos manejos del mánager del protagonista, la química entre ambos artistas se dejó ver desde el primer momento.
En resumen, esta película invita a los espectadores a conocer el mundo de la producción y el beatmaking desde adentro. Si bien la historia no ahonda al 100% en este mundo, lo cierto es que deja algunas imágenes y momentos que proponen detenerse a investigar sobre esta disciplina que muchas veces pasa desapercibida dentro del imaginario colectivo de la cultura.