LA IMPORTANCIA DEL FREESTYLE PARA EXPANDIR LA MÚSICA MÁS ALLÁ DEL RAP

El impacto cultural de las competencias de freestyle en las nuevas generaciones llevó a esta disciplina a establecerse como la plataforma perfecta para que los competidores impulsen una carrera prometedora en la industria. Un terreno en donde el rap se relaciona con géneros dispares con total fluidez imponiendo sus propias normas.

Por: Matías De Rose (@matiasderose)

El sueño de poder desarrollar una carrera musical siempre ha sido un factor aspiracional importante para los raperos que se desenvuelven dentro del circuito profesional de las batallas, donde a menudo se suelen diferenciar -con injusticia- del mundo de la música. Con la proliferación de nuevos talentos y una amplificación constante en torno a la actividad del panorama, el rap ejerce su predominio convirtiendo al trap, al pop, al reggaetón o al rock en su norma; conceptos tan cercanos que se volvieron parte del imaganiario cotidiano para toda una generación de niños, niñas y adolescentes que consumen sus producciones de forma masiva.

El Quinto Escalón ofrece un acercamiento al caso más paradigmático de este vínculo, logrando reunir a destacados competidores de la escena como Duki, Wos o Paulo Londra, futuras celebridades de la música en su país y en todo el continente que comenzaban a dar que hablar con su talento ecléctico. Los resultados están sobre la mesa: los tres demostraron absoluta versatilidad como artistas para adaptarse sobre otros ritmos y géneros.

Su primer sencillo “No vendo trap”, lanzado en 2017, catapultó a Duki a la fama y desde entonces no deja de estrenar éxitos comerciales representando a la música trap. En el mismo sendero se ubica Alejo Acosta, co-organizador del Quinto, quien adquirió una súbita notoriedad con su proyecto solista YSY-A. Paulo Londra es el artista argentino más escuchado a nivel mundial en Spotify y llegó a colaborar con artistas de renombre internacional como Ed Sheeran o J Balvin. Con características similares en términos de adaptación cabe mencionar a Wos, quien protagonizó un ascenso imparable que lo ubica en la actualidad como referente de la música joven.

A diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos, donde el rap se integró a la música pop casi desde sus inicios en los años ’80, el pop en Argentina comenzó a experimentar esa conexión recién en los últimos años de la mano de artistas como los aquí mencionados. Esto se debe inicialmente a un arraigo cada vez mayor de la cultura hip-hop en el continente, poniendo al rap como modelo en cuanto a ritmo, estilo y estructura.

Uno de los emblemas más conocidos en España en esto de llevar al rap hacia otras esferas es Arkano. Ya retirado de las competiciones, el alicantino sigue sorprendiendo con un repertorio sin etiquetas. En el año 2018 participó en la canción “Déjala que baile”, junto a Alejandro Sanz y Melendi, alcanzando la primera posición de la Lista de LOS40 en varias ocasiones.

En un plano muy distanciado vemos a Robledo, triunfando con cada hit lanzado en los últimos tiempos ha conseguido su sonido dentro del reggaetón con “Dime Bbesita” o “Interesá”, llegando a colaborar con artistas del género como Omar Montes.

En este gobierno absoluto del rap sobre las distintas subculturas de la música urbana, se divisa una ruta por donde explorar horizontes. Sin embargo, en este fenómeno relativamente nuevo que encuentra su respaldo en las batallas de freestyle, es posible imaginar una perspectiva más esperanzadora en ese juego rupturista que propone el choque de dos mundos distintos, encontrando en esa simbiosis una creatividad sin techo.

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