CINCO COSAS QUE DEBES SABER PARA INCIARSE EN LAS BATALLAS

Por: @FerJBolivar9

Las batallas de gallos son el enfrentamiento verbal entre dos raperos. Una pugna por demostrar quién posee la superioridad sobre el otro. Sin embargo, conocer la definición de ‘batalla’ no es suficiente para explotar todos los aspectos que el freestyle competitivo ofrece. Se requieren ciertos conocimientos para comprender la complejidad y la genialidad de este universo.

En muchas ocasiones, la gente sin relación ni conocimientos sobre batallas no comprende que dos raperos se insulten constantemente sin llegar a pelearse físicamente. En primer lugar, es preciso tener en cuenta que cuando los MC’s eligen competir, se exponen a esa situación de forma voluntaria y asumen que recibirán insultos y que se reirán de ellos. No obstante, lo más importante, es que prime el respeto. Cuando termina la batalla, los gallos se dan la mano o se abrazan, porque, pese a sus diferencias y a su enfrentamiento, forman parte de una misma cultura. Puede parecer contraintuitivo que se insulten y se respeten, pero las rimas que se lanzan forman una ficción narrativa que es solamente eso, ficción.

Otra idea que es preciso contemplar para iniciarse en el mundo de las batallas es que han evolucionado hasta el punto de ofrecer diferentes formatos a los que los freestylers deben adaptarse. Normalmente, las organizaciones les ofrecen estímulos en las competiciones para que los utilicen durante la batalla. Estos estímulos pueden ser palabras concretas, temáticas, que a cada competidor se le asigne un personaje, situaciones hipotéticas y mil fórmulas más. ¿El objetivo? Podríamos decir que es doble. El primero es que obligan a los raperos a demostrar que su improvisación es espontánea y el segundo es ofrecer una fuente de inspiración o un punto de partida a los competidores para incentivar que el ingenio esté presente durante el choque. Hay quien prefiere batallas sin temática para que los enfrentamientos sean más violentos y morbosos y hay quien prefiere que los MC’s demuestren constantemente que no se preparan las rimas.

Algo que, sin duda, engancha a las batallas es ver a los mejores de la disciplina. Lógicamente, al tratarse de una práctica artística, los criterios sobre quién es mejor los pone cada uno. No obstante, la mayoría de los implicados en el ecosistema están de acuerdo en que Aczino, Chuty, Wos y Bnet son algunos de los nombres más respetados en la historia de las batallas. Cada uno con sus características particulares, pero todos con una gran soltura y con fidelidad a su estilo. Cualquier enfrentamiento en el que participe alguno de ellos, es digno de consumir. Además, su maestría puede resultar instructiva para quien no conoce las batallas, pues son la viva prueba de lo que el cerebro humano es capaz de hacer con las palabras en décimas de segundo.

También resulta crucial para aprender sobre este mundo ver las batallas históricas que grandes organizaciones como El Quinto Escalón en Argentina como Red Bull o Urban Roosters en Latinoamérica y España, ofrecen a la audiencia. Algunos de los choques míticos en la historia de las batallas son: Wos vs Aczino, cualquiera de las batallas entre Chuty y Aczino, Chuty vs Bnet, las dos batallas entre Bnet y Valles-T de las finales internacionales de Red Bull y mil enfrentamientos más, tanto en escenario como en la calle. Realmente, la expansión acelerada del movimiento hace que sea muy complicado tratar de seleccionar las mejores batallas porque hay miles y miles de horas y de competidores en una gran cantidad de países de todo el mundo.

Por último, lo que más engancha a las batallas es vivirlas. Formar parte de un evento real, ya sea como competidor o como espectador. Es ahí cuando se aprecia realmente la belleza de las batallas. El coronavirus nos ha privado de muchos meses sin poder disfrutar de batallas presenciales, lo cual ha supuesto un duro golpe para el movimiento. Sin embargo, cuando la situación sanitaria lo permita, todos los amantes de la disciplina volveremos a tener la oportunidad de volver a gritar en directo.