FMS INTERNACIONAL – BUENOS AIRES: ¿DONDE PODRÍA MARCAR LA DIFERENCIA?
Después de una primera jornada perfecta en muchos aspectos, todos ponen la mirada en la segunda fecha del campeonato mundial, la cual se celebrará hoy en el Club Hípico de Buenos Aires. Varios factores podrían marcar la diferencia entre ambos encuentros.
Por: @Gomk_22
Los MC’s.
El cambio de nombres de una lista de participantes a otra supondrá una variación en el desarrollo de la segunda jornada respecto a la primera. Sin embargo, el análisis va mucho más allá de dicha obviedad, ya que la variedad de perfiles en una fecha y otra es abismalmente amplia. Existen ciertos paralelismos entre unos y otros: Stigma y Dtoke son los perros viejos de cada jornada; Chuty y Aczino son los dos MC’s llamados a proclamarse campeones mundiales de esta competición, los dos rivales a batir. Son solo dos ejemplos de una gama amplia de posibles comparaciones que, lamentablemente, no llevan a ningún lado.
La realidad es que cada uno de los ocho clasificados de esta segunda jornada se ha conseguido el cupo a base de explotar unas facetas únicas. Por lo tanto, este factor será, muy probablemente, el que más influirá en que el resultado de la segunda jornada sea distinto (para bien o para mal) al de la primera.
El público.
Si hubo un elemento que destacó positivamente en la FMS Internacional celebrada en Valencia fue la óptima actitud del público. Los presentes en el pabellón Fuente de San Luís se volcaron con los ocho gallos que se disputaron la clasificación directa a la siguiente ronda. Pese a que la lista de participantes contaba con la presencia de un valenciano como Errecé, las casi 7.000 almas que asistieron al espectáculo del pasado 7 de septiembre apoyaron por igual a mexicanos, chilenos, argentinos y españoles. Y no solo eso. Dicho apoyo fue constante a lo largo de todo el evento, y la euforia del público no cesó ni un solo instante (gracias también, en gran parte, al impecable papel de todos los MC’s).
¿Se espera lo mismo del público argentino? Tomando como ejemplo la actitud del público valenciano, Buenos Aires está preparada para acoger de nuevo un evento que podría ser histórico. Para ello, serán indispensables el apoyo de los aficionados y el respeto hacia todos los gallos equitativamente. Con precedentes como la Big Bang 2016, en la cual se apoyó a Chuty hasta la saciedad en una frenética final contra el campeón argentino de 2016, Papo, no cabe duda de que dicha aportación del público es claramente asequible.
El host y el DJ.
Son los encargados de mantener el orden de un evento que debe seguir ciertas pautas antes de convertirse en un éxito. Ambos juegan un papel indispensable y que influye de manera directa en todo lo que sucede sobre el escenario. En Valencia, tanto Bekaesh como Verse estuvieron a las riendas del evento en todo momento. Bekaesh mantuvo vivo a un público que puso mucho de su parte, pero también guió el curso del evento sin falla alguna y demostró que tras dos temporadas de FMS y muchos otros eventos en los que ha ejercido de speaker (como la internacional 2 vs 2 de Pangea) cuenta con la experiencia suficiente como para estar a la altura de las exigencias.
Por su parte, Verse hizo lo propio al mando de los platos. Sus años en Red Bull y su reciente incorporación a la liga española respaldan la idea de seguir confiando en un DJ que se adapta a la perfección a los gallos y sabe rectificar los posibles errores a la hora de coger la base que puedan cometer.
Verse y Bekaesh.
Y se realiza la misma pregunta: ¿se espera lo mismo de Misionero y Zone? Estos dos últimos cuentan con el apoyo incondicional de la mayoría del público argentino, y es inevitable pensar que absolutamente nada puede salir mal si ellos están a la cabeza de un evento como la FMS Internacional de Buenos Aires.
En conclusión, teniendo a su disposición la experiencia vivida hace apenas una semana, estos tres elementos que acabamos de analizar cuentan con los pilares necesarios para conseguir un nuevo resultado exitoso en un evento que, a priori, se presenta con todo a favor para estar a la altura de la jornada de Valencia.
