BODIED Y LOS LÍMITES EN LAS BATALLAS

Bodied es una película de 2017 producida por Eminem a través de la cual se pueden pensar algunos debates que el mundo de las batallas vive constantemente. Hay presentes algunos spoilers menores en la nota.

Por: Gabriel Baggio – @ShadeOfWhy

No se dice nada nuevo al afirmar que la participación de Eminem en 8-Mile fue muy influyente para la construcción de la escena del freestyle competitivo internacional. Muchos MC’s declararon en innumerables ocasiones el impacto que esa película tuvo en sus vidas. Sin embargo, este no fue el único acercamiento de Slim Shady al séptimo arte.

Bodied es una película de 2017 producida por Eminem en la que Adam, un estudiante universitario blanco, se acerca a las batallas underground de Estados Unidos con un interés académico. A lo largo de este acercamiento, el protagonista va mutando de ser un estudiante tímido a ser un competidor de alto rendimiento. En este camino, el protagonista choca de frente con un mundo mucho más complejo de lo que en principio creía, y se ve obligado a tomar decisiones muy difíciles en cuanto a su vida.

Aparte del argumento central de la película, y fiel al estilo sarcástico que caracteriza a Eminem como músico, la película lleva a la exageración muchos estereotipos encarnados en sus personajes principales. Parte de esto se puede ver en las batallas de freestyle que suceden a lo largo del largometraje y las reacciones del público a lo que se dice en ellas. Un ejemplo se da en la batalla entre Adam y un competidor de raíces asiáticas, en la que el primero no logró conectar con el público hasta que decidió avanzar sobre su rival con chistes racistas.

“Lo que se espera que digan de nosotros” es una clave que la película explota en un enfrentamiento cerca del final entre una mujer afroamericana y el mismo asiático que Adam había derrotado antes. Cada uno de ellos utiliza sus minutos para reproducir los ataques que ellos mismos suelen recibir por sus condiciones tanto étnicas como de género. Es un momento curioso y, en cierta forma gracioso, que así todo funciona como crítica al racismo y la misoginia en las batallas, y a un espectador que conoce el mundo del freestyle le deja resonando una pregunta: ¿Realmente vale todo en el contexto una batalla?

Rápidamente llega otra batalla clave, esta vez entre Adam y su mentor. Una batalla con un enfoque muy personalista, con la que el público enloquece: tanto Adam como su rival exponen cosas del otro que no se conocen públicamente. Nuevamente aparece la pregunta por los límites: ¿Es lícito decir cualquier cosa sobre la vida privada de alguien sólo por estar en el contexto de una batalla? Varios ejemplos de esto se han dado dentro del panorama hispanohablante, tanto en freestyle como en escritas. Las rimas personalistas y los discursos de odio están presentes y han detonado más de una polémica. Bodied invita a pensar justamente estos casos, y abre un debate necesario: ¿Cuál es el límite de lo que se puede decir arriba de un escenario?