YO DIGO: ACZINO CAMPEÓN DE LA INTERNACIONAL 2017

Llegó el día. El 3 de diciembre de 2017. Dieciséis gallos, once países, solo un vencedor. Un auténtico ring se dispone para todos ellos, en México, tierra de la lucha libre. Voces silenciosas decantadas por un español, un argentino o… Aczino. El mexicano, quedando muy por encima de todos sus oponentes, se quitaba la máscara delante de toda su gente, subido a las cuerdas, colgándose el cinturón del puño, repitiendo la imagen de Hadrián en el ya lejano 2006. Años de lucha y esfuerzo que al fin lo llevan a lo más alto.

 

Como si de un genuino evento de boxeo del más alto caché se tratara, Kapo 013 y Misionero abrían el streaming comentando con el cuadrilátero a sus espaldas. Colgaban estandartes con el nombre de los gallos, había luces de todos los colores, tantos como banderas defendían los espectadores… El despliegue era realmente imponente, pero poco podía hacer mella en ellos, auténticos campeones, dispuestos a todo por llevarse el título a su tierra o dejarlo en ella.

 

OCTAVOS

 

Con los emparejamientos ya escogidos por los mismos competidores, algunos siendo más atrevidos que otros, la joven promesa argentina se adelantaba al resto con todo el peso en sus hombros para comenzar los duelos. Melvin la Cura, uno de los dos dominicanos presentes en el cartel, campeón nacional del año, fue el primer sacrificado ante un Wos que si bien se mostró con inusuales nervios y cierta incomodidad con las bases, terminó solventando sus minutos con la eficacia suficiente como para retirar al enemigo, incapaz de aprovechar esta desventaja.

En el mismo lado del cuadrante, Jota, decidido a llevarse la revancha de la final que nunca pudo ganar, escogía a un Skone del que poco se esperaba y que volvió a demostrar, una vez más, que el arrojo que posee no es algo de todo hombre. De hecho, comenzó el malagueño, con rimas contundentes y acertadas, aprovechando bien las imágenes de muestra. Al peruano quizá la fuerza se le fue tras la voz, pues nervioso como pocos, deslució un minuto que bien podría haberle dificultado el pase al español. El mismo guion se mantuvo durante la segunda ronda, quizá con una leve mejoría del primero, que poco pudo hacer con la capacidad de su oponente de manejar a las masas y a la temática.

Sería el turno de otro de los españoles, esta vez con un discurso completamente distinto. Chuty se enfrentaría a Yenky One, el que no pudo viajar la edición anterior desde la Rep. Dominicana. Pan comido, pensaron muchos, pues el madrileño era otro de los claros favoritos, y esto cada vez se veía más claro viendo la superioridad con la que terminó su round. Yenky la acabaría por debajo suya, continuando con otra que, si bien lució mejor, terminó por desbaratarse cercano al final.

Una frase en contra de la nacionalidad de Chuty despertaría en éste una rabia que conseguiría que las que él rimaba no convencieran a un público que ya empezaba a dar de lo que hablar. De todas formas, no era suficiente esto para perder. Los jueces, sin embargo, no opinaron igual. Quién sabe si por las expectativas, quién sabe si por el público… Yenky One subía un peldaño en el cuadrante, ajeno a toda la polémica que se levantaba en las sombras de internet.

Amainada la tormenta, le siguieron dos enfrentamientos un tanto descafeinados: G vencía con no mucha dificultad y no con más nivel a un El Tanke que se veía desubicado en la tarima; mientras que Jony B haría lo propio contra el colombiano Elevn que, si bien comenzó con bastante fuerza y seriedad, terminó por venirse abajo por desavenencias con la base y ante un local que acusaba a un problema con los micros su no muy destacable nivel.

Pepe Grillo y Arkano saltaban del banco con el fin de cerrar al hiato. El español era, como de costumbre, otro de los que pasaban desapercibidos por haber ganado, a opinión del vulgo, suficientes reconocimientos. Lejos de ello, se mostró con el coraje necesario contra el chileno, quien fue cada vez a más pero no terminó de culminar sus intervenciones. Así, el de Alicante mostró una gran destreza manejando las palabras como quiso, acercándose más a un duro público que apenas gritó el enrevesado mensaje de Pepe. A pesar de eso, le fue suficiente para ganarse la réplica, que se saldó con la victoria del campeón de 2015, con evidente superioridad.

Gaviria ganaría al boliviano Redención en otra batalla para el olvido por parte de ambos, quizá rescatando la soltura del venezolano y el ímpetu de su contrincante. Cerraría la ronda entonces un Aczino pletórico, con su nombre envuelto en el eco del que el Arena México se impregnaba. Pareció que no iba a dar su nivel habitual, que esta tampoco sería su ocasión, pero Mau supo reponerse a una velocidad pasmosa para acabar la ronda de forma impecable. Choque enlazó dos intervenciones poco sólidas, muy lejos de la habilidad que le valió el pase al mundial y que poco amenazó a un mexicano que por ansias de matar acabó hasta con la base entrando con el cuchillo entre los dientes.

CUARTOS

 

Volvía a abrir las puertas Wos, siguiendo el orden establecido, esta vez en una muy interesante batalla contra el actual rey del mundo. Skone, como de costumbre, salía a recibir al público con el descaro que tanto lo caracteriza. En su línea, consiguió golpear al chico del Kingto con fuertes punchs, siempre enmarcado en el tema en su minuto. Wos invertiría el suyo en responder más que en aprovechar el concepto dado, lo que tampoco le hizo perder mucho. Lo que sí le penalizó, de nuevo, fue la mortal mezcla que hizo entre nervios y poco oído, pues aunque consiguió solucionarlo a medias, volvíamos a ver a un Wos aún fuera de la batalla. El malagueño logró aprovecharse de esto, volviendo a su táctica previa, quizá con una leve bajada. Esta misma, a pesar de las dispares opiniones que se sumaron a las que dejaron los seguidores de Chuty y el público mexicano, fue la que hizo que Wos pasara por encima de él para llegar a semis.

En la parte baja de la clasificación, un confiado Yenky One, con el cartel de matafavoritos colgado, vencía a un G que en nada se parecía al de la ronda anterior. Solo le valió el no repetir el concepto dado para improvisar para no quedar fuera como le pasó al de Puerto Rico.

Visto el comportamiento de los allí presentes y la reputación del gigante mexicano Jony B, pocos esperaban que Arkano pudiera dar su mejor nivel para dejarlo atrás en la carrera. Lejos de eso, el europeo saltó al ring dejando claro que quería imparcialidad, algo que quizá sobró dado el increíble inicio que dejó en el estadio, tomando la temática de inteligencia artificial como su mayor aliada. Los tópicos de los que se aprovechó Jony no le sirvieron para destacar, a pesar de que, como en anteriores emparejamientos, le valían para el jaleo del público. Intentó reavivar su llama haciendo arranques de un flow que tampoco hizo mucho por convencer, lo contrario a lo que sucedió con un Arkano que, apoyándose de nuevo en la temática, acaba destrozando a uno de los locales para verse frente al otro en las semifinales.

Y es que, Aczino, volvía a ganar tras estos dos. Gaviria, si bien se mostró digno y de pie frente a las circunstancias, poco pudo hacer ante una inaudita fluidez a la hora de adaptarse a la base por parte del anfitrión. Estaba más fuerte que nunca, arropado por su pueblo.

SEMIFINAL

 

Yenky One, mostrando una versión ya desconcentrada de su personaje, intentó vencer a un Wos que se mostró bastante superior a él. No hubo mucho que destacar entre ellos, pues conforme los segundos pasaban más desinflados se iban viendo. El argentino, en su año debutante en la más grande de las competencias, llegaba a la final ganándose un puesto asegurado en la internacional del año siguiente.

El jugo de esta ronda vino con los dos titanes luchando como solo ellos dos pueden al otro lado de la tabla. Arkano, todo un as en su manejo en la escena, comenzaba los patrones con la famosa chaqueta de su oponente. Era un toma y daca continuo, con ningún amago de aflojar por parte de ambos, decididos a llevarse el oro. La polémica, eso sí, aún estaba lejos de desaparecer. Continuas súplicas de silencio por parte del speaker, una ventaja que cada vez se hacía más evidente por parte del local y una fuerza que disminuía en inversa proporción a esta, hicieron que el ya campeón tuviera que volver a batirse por un tercer puesto. Es innegable que este carácter que ya vimos en la internacional de Perú afectara a Arkano, pero también lo es que Aczino, aún así, mereció pasar…

FINAL

 

…y tanto que lo mereció. Tras una pequeña espera que se hizo eterna para todos los que tenían sus ojos centrados en el televisor, las redes o el mismo escenario, comenzaba la recta final. Arkano volvía a sellar su billete para la internacional del año que entra, volviendo a morder el bronce ante Yenky One, a quien ya poco se le podía exigir. Tres internacionales seguidas no son moco de pavo.

Después de que ambos abandonaran la tarima, la tensión se adueñó del aire. Aczino cerraba los ojos y respiraba profundamente, esperando la llamada más importante del día. Wos, por su parte, contemplaba todo con la mirada fría, sentado, también paciente. Caminaron directos hacia Misionero y Serko Fu, quienes les autorizaban entrar. Cara a cara, mano a mano y escasas palabras: la gran final comenzaba.

El de México no comenzó con toda su fuerza habitual, pero aún así, se le vio confiado. Seguían siendo rimas de alto nivel y que dejaban claro una vez más que poco se podía tratar con la bestia de la noche. Wos no aminoró ni se dejó amedrentar por ello. Mostró mucha fuerza frente al otro candidato al título. Una segunda ronda con una base de ritmo más acelerado le hizo bajar los puños, pero la constancia y la habilidad para adueñarse de ella no desaparecieron.

Mauricio entraría de nuevo jugando genial con sus paisanos, aprovechando su situación para escupir ingeniosas rimas sobre su cultura y su país, mostrando una superioridad cada vez menos discutible. Los patrones se fueron sucediendo en esta obligatoria réplica: los de Aczino, cada vez más decididos; los de Wos, cada vez con menos aire. Poco le quedaba por hacer al más valiente de los novatos.

Por decisión unánime, Serko Fu levantaría el puño de su compadre delante de todos sus fieles. Aczino era, tras muchos intentos, viajes y caídas, campeón del mundo este 2017. Lo consiguió haciendo gala de lo que siempre lo acompaña: ingenio, una actitud y confianza desbordantes, valor y constancia. Quedaron muchas incógnitas por resolver, como qué habría pasado si Chuty, Arkano o Skone no hubieran sucumbido al ruido, qué habría pasado si Wos hubiese visitado México con su habitual nivel, qué habría pasado si Yenky One hubiera seguido siendo la sorpresa de la fecha… cerrado ya el telón, poco se puede saber de ello.

En un año, Argentina prepará su particular cuadrilátero para que todas estas dudas y muchas otras que surjan se resuelvan. Hasta entonces, el magnífico Aczino dormirá con su merecido cinturón colgado en la pared, sin saber si llegado le momento tendrá que descolgarlo o tan solo quitarle polvo. Ha sido una buena noche para México.

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