LA HISTORIA DETRÁS DE LA ÚNICA BATALLA QUE PERDIÓ ROXANNE SHANTE

Roxanne Shante tiene un mítico recorrido en la historia del rap como emcee, su impronta es de las más destacadas a la hora de hablar sobre la presencia en el escenario: seguridad, destreza y ni un solo pelo en la lengua. Por mucho tiempo se habló de que su más grande mérito es que nunca perdió una batalla en su vida, pero la realidad es que hay solo una que puede desmentir dicha afirmación. ¿Sabías que no fue por su culpa, sino que la hicieron perder? Es hora de hablar del famoso seminario de 1985 donde Shante conoce la derrota y el término “emcee femenina”.

Por: Franca Hernandez (@FranHernandezN)

Durante finales de los 70’s y principios de los 80’s, los seminarios de Hip-Hop fueron furor en el Bronx. Los grandes maestros, de todas las disciplinas, se juntaban para compartir sus conocimientos sobre rimas, música, baile y pintura. Las batallas eran el proyecto final donde poner en práctica lo que habían aprendido. “The New Music Seminar” fue uno de los más famosos en ese momento ya que reunía a los mejores exponentes de los elementos H.H, y a su vez contaba con CEO’s o ejecutivos de diferentes discográficas que buscaban nuevos talentos.

La pequeña emcee de 14 años ya tenía su nombre plantado en la escena, hacía un año que Marley Marl la había interceptado cuando ella iba camino a la lavandería preguntándole si era verdad que ella sabía rapear. La invitó a tirar free sobre una base que tenía armada y -quien hasta ese momento se llamaba Lolita- no dudó en seguirlo. Tenía diez minutos para llevar la ropa y diez minutos para rapear. Tardó solo siete en grabar el freestyle que la llevaría a la boca de todos, Lolita identificó que la base era de la canción “Roxanne, Roxanne” de U.T.F.O entonces rapeo a modo de respuesta como si fuera ella la original.

El tema “Roxanne Revange” creó todo un fenómeno donde la gente empezó a armar freestyles como si fueran ‘El padre de Roxanne’, ‘El amigo de Roxanne’, ‘El perro del amigo de Roxanne’ y ella con su santa garganta viajaba por todos lados batallando contra esos personajes, demás está decir que ninguno pudo ganarle. Este hecho fundante le dio su nombre como emcee y su impronta ante los otros raperos. Cuando llegó el “New Seminar” al Bronx los ejecutivos preguntaron: “¿Quién es el mejor freestyler del lugar?” y la respuesta fue: “La niña con brackets que está ahí”, Lolita ya estaba lista.

Roxanne estaba compitiendo por el “World Supreme” de esa fecha. Entre los jueces estaban figuras como Kurtis Blow, Grandmaster Caz, Afrika Bambaataa y DJ Red Alert. Como ya la habían etiquetado como “el mejor emcee” decidieron cambiar el formato de la batalla. En vez de tener cruces por separado como vemos usualmente, las batallas se desarrollaron como en la actual competencia “Combate Freestyle”: un seven-to-punch. Pero en este caso era Roxanne contra absolutamente todos los competidores: subía el contrincante, el retador perdía ante ella y se bajaba del escenario. Así estuvo durante más de una hora hasta que llegó la final: La niña de brackets vs Busy Bee.

Busy Bee fue uno de los mejores competidores que hubo en la historia del freestyle, con un estilo algo irónico e ingenioso siempre estuvo a la cabeza de todas las competiciones. Esto se puso a prueba durante la batalla con Roxanne, ya que ella solo había sacado nueve o diez durante toda la jornada. Cuando llegó la votación final, Shante recuerda que escuchó a Kurtis preguntandole a Bambaataa: “¿Cómo es posible que esta chica pierda?”, él le contestó que debía tener una votación inferior a cinco. Kurtis Blow cambió el número de la pizarra y le puso un dos, eso dio por muerta su victoria, resultando como ganador Busy Bee. El descontento del público fue tal que a los jurados los tuvieron que sacar por la puerta de atrás. Lolita no paraba de llorar de bronca mientras todos se acercaban a consolarla, incluso Blow.

Ahí es donde ella conoce el término “female emcee” ya que lo único que le decían para consolarla era “No importa el resultado, no existe otra chica que pueda hacer lo mismo que vos”. No era comparable a la masa de competidores, su destreza solo era comparable al segmento de mujeres que presenciaban las batallas. Roxanne cuenta en una entrevista que ese día perdió su respeto ante el Hip-Hop porque ella pensaba que “se trataba de talento”. Ese enojo se hace presente en todos los discos posteriores -donde no deja títere con cabeza- como el disco “The Bitch Is Back” lanzado en 1992. Durante mucho tiempo dejó de competir debido a eso, y solo se abocó a la música.

Ese mal momento no impidió que Kurtis Blow y Roxanne tuvieran una amistad eterna, al contrario, ellos trabajaron mucho tiempo juntos. Un día él la encara y le dice: “necesito explicarte lo que pasó ese día”. Shante se negaba porque decía que era algo “superado”, el rapero insistió con que era una carga que llevaba, fue a partir de la insistencia del marido de Lolita, quien también estaba presente, lo que hizo que Kurtis hablara. Él le contó lo siguiente:

Escucha, en ese momento el Hip-Hop era algo nuevo, recién estaba comenzando a ser aceptado en el mainstream, estábamos recibiendo nuestros primeros contratos discográficos y por fin nos estaban tomando como algo serio. Pero no había manera de que continuarán tomando al Hip-Hop en serio si la mejor de todos era una niña de quince años… Ellos no iban a hacer eso Shante. Perdón por hacer eso ese día, no tenía nada contra ti. Lo hice por el Hip-Hop

(Fragmento extraído de una entrevista hecha por VladTv a Roxanne Shante en 2018)

Según Roxanne, ella no se siente enojada. Al contrario, para ella fue un “sacrificio” por la cultura debido a que, en ese momento, al H.H ya le estaban poniendo fecha de caducidad. “Era el género que uno dejaba de lado cuando demostraba que había alcanzado la madurez”, explicó Shante. Y como sabemos, eso no pudo ser posible: el Hip-Hop no expiró y Roxanne no se relegó en el camino.  El tiempo la recompensó de manera invaluable: hace tres décadas que no saca un solo disco, pero todos los años obtiene el platino, doble platino y oro por la cantidad de artistas que samplearon su obra. Porque, aunque no le dieron el premio físico en su momento, todos sabían que lo merecía. Su talento siempre fue innegable.

Aquí se necesita hacer una aclaración: la postura de Blow es entendible en su contexto. Estaban en los 80’s de Estados Unidos bajo el gobierno de Ronald Reagan, él mismo presidente que se refirió a la comunidad negra como  “monos africanos” y que trabajó arduamente para ajustar y endurecer cualquier mecanismo de opresión vigente en la esfera estatal; recién habían pasado veinte años de los disturbios de Nueva York, donde la ciudad estaba en llamas y debido a eso los estigmas contra las personas que vivían en ese lugar se acrecentaron aumentando todos los niveles de violencia policial contra ellos; asimismo solo había pasado poco más de treinta años desde que Rudy Bridges se había convertido en la primera niña afroamericana en entrar a un colegio de “blancos”. Por otro lado, los grupos que más repercusión tenían eran en su mayoría conformados por hombres y la impronta de la música caía esencialmente en el divertimento, creando música exclusivamente para el baile. Lolita no solo buscaba hacerte bailar, sino también pelear su puesto ante los otros emcees, sin importar el género. Lo cual seguramente hubiera dado por resultado una artista denostada bajo el estereotipo racista de “la mujer negra enojada”.

Ser una mujer negra no es para nada fácil, y Kurtis lo sabía. En ese momento, la imagen de Shante remitía a una niña soft con el factor sorpresa de que de tierna no tenía nada. Incluso muchos raperos negaban que habían perdido contra ella porque era sinónimo de vergüenza, “¿Cómo te va a ganar una nena?“. Obviamente, con la excepción del gran rapero Nas que encontró en ella una referente indiscutible; incluso fue a quien le llevó sus rimas por primera vez. Era la mejor emcee del Queensbridge porque literalmente batalló y ganó todas las personas que se le cruzaron.

Pero los estereotipos y los estigmas matan talento.

Por eso es tan importante la acción del artista a la hora de contarle la verdad a Shante, y que ella la cuente en público. Hoy entendemos que esos “sacrificios” no pueden tener lugar ni por asomo, y para eso es necesario saber que esto pasó (contextualizándolo, por supuesto). Como también podemos ver que esta segmentación constante donde las mujeres solo son comparables a otras mujeres, vease el famoso “podio”, es algo que existió siempre y Roxanne siempre fue la más perjudicada.

Piensen que en ese momento existieron un montón de beefs contra ella, y en su gran mayoría eran mujeres, como Sparky D o The Real Roxanne. Esto se debe a la creencia instalada de que solo puede haber una o dos chicas en un ámbito público. Por ende, las otras mujeres que quieren entrar deben bajar a aquellas que ya tienen esa jerarquía y ocupar su lugar. No sé podía alcanzar un puesto número tres para pertenecer en la escena, ni tampoco se cruza la idea de que una chica intente sacarle el puesto a un emcee varón, porque no es su “categoría”. Siempre es algo interno, aunque ya de por sí el término “sacarle el lugar” es algo innecesario a este punto.

Ahora podemos decir: la mejor freestyler del “New Seminar” era la niña de brackets; técnicamente hablando, Roxanne nunca perdió una batalla y si pasó no fue por su culpa. Shante tiene finalmente su prontuario limpio y repleto de medallas como siempre tuvo que ser.

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