Roc Marciano encontró en Museum su reflejo argentino

Roc Marciano encontró en Museum su reflejo argentino

El rapero que definió el sonido drumless conoció en Buenos Aires a una escena que lo venera, lo imita y lo reinventa a su manera.

Foto de portada: @camiloisi para @handmade.bsas

Por: Rocío Caro Pacello

Son las doce y veintidós de un viernes a la medianoche cuando todo el público de Museum empieza a pedir a gritos “que se puuuudra, que se pudra”. Por una escalera al costado derecho del escenario sube Roc Marciano, rapero neoyorquino reconocido como uno de los máximos exponentes del rap drumless. Con las luces bajas, camina hacia el centro de la tarima con un conjunto de jogging gris y una bandera de argentina colgada en el cuello como la toalla de un boxeador. Suenan las primeras notas de “Emeralds” del disco Reloaded y comienza un show que hasta hace poco parecía muy distante.

A pesar de ser casi siempre un punto obligado de giras sudamericanas, Argentina no solía recibir a raperos estadounidenses por fuera de festivales masivos porque la mayoría simplemente no incluía este mercado en sus tours. Algo parece haber cambiado en marzo de 2023, cuando Wu-Tang Clan pisó el Luna Park. Desde entonces, Travis Scott llenó el Movistar Arena, Conway The Machine se presentó en Museum —también gracias a Legado Latino, los mismos que trajeron a Roc Marciano—, y para cerrar el año será el turno de Kendrick Lamar en el Monumental, el estadio con mayor capacidad en toda la región.

Por @camiloisi para @handmade.bsas

La visión cenital del balcón VIP permite apreciar la reacción del público como un observador no participante. Por momentos, si no se escuchara al artista, los incipientes círculos de pogo darían la impresión de estar en un recital de Black Flag más que en uno de rap a menos de 100 bpm. Mientras el público se enciende con “Quantum leap”, un tema producido por The Alchemist que es el mayor hit de Roc Marciano en cuanto a números, se pueden encontrar con grandes sonrisas a figuras recurrentes del rap argentino entre el público como jugando a ¿Dónde está Wally?

“Ese tipo de calidad de artistas del under estadounidense no se soñaba ni en pedo, no sé visualizaba un Crimeapple en Lomas de Zamora”, comenta RAS 23, un rapero del sur del conurbano bonaerense, parte del grupo Zoomatic y una de esas caras reconocibles casi al borde del escenario. Y si bien Roc Marciano no es exactamente underground (cosecha casi medio millón de oyentes mensuales en Spotify), es verdad que no forma parte de la primera línea de raperos en cuanto a popularidad. Se podría decir, que su público es de culto, de un paladar especial. 

En palabras de Nasir Catriel, un prodigioso competidor de freestyle, que además está preparando su álbum debut Ballet para las masas, “siempre que hay fechas del Legado Latino, vos ves caras conocidas por todos lados, entonces hay como un momento de comunión de la escena que es muy valioso”. Catri y RAS son solo algunos de los raperos argentinos claramente influenciados por el drumless estadounidense, un estilo que parece haber tomado casi por completo el género en el underground nacional.

Por @camiloisi para @handmade.bsas

“Siento que muchas pibas y pibes se explayan más que antes en letras gracias al drumless. También hay una mayor franqueza en las letras y una mayor práctica detrás de ellas y eso es gracias a la profundidad de MCs como Roc Marciano, MF DOOM, Mach-Hommy”, explica RAS 23. “Hoy creo que Argentina está sobrecargada de drumless, lo cual en cierto punto es bueno. Mi única preocupación es que se agote”, se sincera.

Lo cierto es que esa noche, en Museum, el drumless no sonaba agotado. Antes del plato principal, se presentaron como entrada Sirio (ex Golden Boyz), Cerounno junto a su beatmaker, Vinyltracker (las grandes revelaciones del 2024) y Mir Nicolás (establecido en el trono del rap nacional desde el lanzamiento de SP.I.). Todos, a su manera, han abrazado el drumless. ¿De postre? Un cypher de una curaduría exquisita de raperos sobre los ritmos de Jocbeats y Kido Beats. Incluso sin la presencia de Roc Marciano, habría sido una fecha llena de hype para el calendario local

Cerunno y Mir Nicolás por @camiloisi para @handmade.bsas

El efusivo público intentaba llenar cada silencio con algún cantito. Roc Marci se habrá llevado la imagen más genuina del público argentino y sus vicios, a pesar de que rara vez se deje celebrar (seguía rápidamente con el siguiente tema de la lista, posiblemente para cumplir con el repertorio preparado para los 60 minutos de show). El mayor intercambio con el público llegó casi sobre el final del show, durante el tema Flash Gordon, cuando un fan con la cara a medio tapar subió al escenario para darle la mano y hablarle al oído a Marci. Fue rápidamente echado del escenario mientras su ídolo gritaba, con una sonrisa, “¿quién carajo es ese?”. Remató con un “¡boombaclat!”, una palabra del slang jamaiquino que derivó en expresión de sorpresa o confusión gracias a internet.

Justo después de 76 y antes de bajar del escenario, posó con la bandera de Legado Latino al lado de Qaiuken, productor del evento, y juntos le dedicaron un shout-out al recientemente fallecido Juan Ortelli. Juan fue un periodista clave que registró la escena del rap y las batallas en español durante décadas, presente incluso antes de que existiera Red Bull Batalla. “Mi homie quería asegurarse de que mostráramos respeto”, expresó Marci. A lo largo de su carrera fue director de Rolling Stone Argentina, juez internacional en la élite del freestyle y creador de los face-offs en habla hispana  con Liga Bazooka. Un justo homenaje para alguien tan determinante en esta escena.

Sin dejar demasiado tiempo para procesar lo que Roc Marciano acaba de hacer sobre el escenario, menos de diez minutos después, se dio paso a los Cypher Deluxe (vol. 2 y 3) con 23 MCs. Un mix de artistas emergentes (H de Perra o Zé Pequeña), destacados competidores del underground de las batallas (Tobi, Mayor) y, en algunos casos, raperos que combinan ambas facetas (Santiki o La Prima).

“Yo creo que un cypher así aporta bastante, porque también la gente que mira batallas ve que el artista tiene música y a la vez la gente que piensa que uno solamente hace batallas, lo conoce. Sirve bastante”, cuenta Mayor extasiado y cansado tras haber bajado del escenario hace pocos minutos. “Yo por mi parte estoy más en el freestyle, pero es tremendo, para mí es una locura”.

Por @camiloisi para @handmade.bsas

“Hay muchos que escuchas y se inspiraron bastante en él. Es tremendo verlo en vivo después de tanto tiempo de escucharlo, para mí fue un sueño”, sigue Mayor. Por eso esta tercera edición de Legado Latino se sintió como una misa, el encuentro de una escena con su dios, que tan lejano parecía. “Muchos de los beats de Roc Marciano eran instrumentales que usaba yo para rapear en YouTube, para freestylear, para escribir cosas. Y después escuchaba qué onda, cómo lo rapeaba Roc Marciano”, evoca Nasir Catriel. “Hoy escuché esos beats que me traían un montón de recuerdos”. 

Con los dos shows de este año, Legado Latino dejó claro que ya no se trata solo de traer artistas internacionales, sino de construir momentos de pertenencia para la escena local. La vara, entonces, quedó alta tanto para la propia organización —que seguramente esté pensando cómo sostener un estándar tan ambicioso— como para lo que viene en el calendario argentino. En pocas semanas, Kendrick Lamar pisará el estadio más grande del país, pero la emoción que generó Roc Marciano en Museum es difícil de superar. Quizás la verdadera batalla por el show del año no se mida en tickets y asistentes, sino en cuánto logra conmover a una escena que vio en su ídolo un espejo.

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