RICTO: REY DE REFERENCIAS

El debut de Ricto en FMS dejó en claro que le falta rodaje en este tipo de citas. Sin embargo, también evidenció algo que ya era sabido: ofrece algo distinto y único.

Por: Santi Iglesias

Acertijo y Ricto protagonizaron la tercera batalla de la FMS chilena y consiguieron dejar el global más alto de la fecha: 1354 puntos entre ambos.  La pequeña diferencia que inclinó la balanza para el último campeón de BDM Gold fue el ritmo competitivo con el que contaba. La constancia en su nivel y la eficacia para golpear constantemente a su rival a lo largo de los cinco rounds significaron los 24 puntos de diferencia en el resultado que le permitieron llevarse la batalla sin réplica. Ricto, por su parte, tuvo los destellos más importantes, esos que salen en los highlights y recopilaciones. Con la garganta jugándole en contra y, en muchas ocasiones, sin lograr acoplar la rima con la pista, exhibió una capacidad increíble para jugar con referencias e hilar conceptos.

El “rey de la métrica”  no debería ser su único título de la realeza. A lo largo de los casi 30 minutos de batalla, Ricto consiguió nombrar, aproximadamente, 51 nombres propios (sin incluir los que salían en las palabras y temáticas, los repetidos o los que eran nombrados originalmente por su adversario). Una diferencia abismal respecto a Acertijo, que efectuó unos 20.  ¿Es esto una carencia del integrante de Parley? No, de hecho, en la segunda batalla con el global más alto de la jornada, Pepe Grillo tuvo un total de 16 referencias de este tipo, mientras que Nitro consiguió hacer 14. Lo de Acertijo fue una cantidad acorde a un freestyler de élite promedio, mientras que Ricto dejó en claro que lo suyo es un atributo propio y potenciado. Además de ser el rey de la métrica también podría considerarse el rey de las referencias.

Otro punto a destacar es que, mientras los nombres propios que sus colegas efectúan en las rimas suelen hacer alusión a personajes y competencias asociados al panorama, Ricto tiene una llamativa capacidad para soltar por su boca conceptos y denominaciones de cualquier índole o temática. Por ejemplo, en su estreno en FMS mencionó al compositor ruso Tchaikovsky, a cuatro filósofos diferentes y al Mago Oli, personaje de la cultura local.

Muchas veces este tipo de referencias quedan en nada. Ricto las trae al juego simplemente por su fonética o no consigue ejecutar con precisión el hilo conductor. Pero cuando logra darle sentido a las frases y es capaz de cerrar las ideas, el freestyler de 28 años ofrece un show que muy pocos pueden entregar en la escena hispanohablante. En su último enfrentamiento, de hecho, hay dos momentos claves, ambos en la ronda deluxe. En el primero, Acertijo lanza en su última barra: “esta batalla ya está en bandeja”, a lo que Ricto contesta:

“Está en bandeja, porque soy Scottie Pippen

Si no hago la bandeja te la clavo de triple.

Yo sí respondí, pero no la entendiste

Es que Dios no puede leer un libro de Nietzche”

En un solo patrón respondió dos ataques diferentes, además de entrelazar con completa lógica al basquetbolista Pippen, a Nietzche y a Dios. Dos minutos después, luego de que su rival nombre a Residente, Ricto hizo un patrón en el que en las últimas dos barras exclamó: “No soy Residente, yo soy Resident Evil, Incorporación Umbrella y este solo escucha Umbrella de Rihanna”. Una demostración de la inusual capacidad para asociar conceptos e ideas en cuestión de segundos.  

Entonces, teniendo en cuenta la clara superioridad en esta faceta con respecto a su rival, ¿mereció Ricto ganar la batalla? No. En el freestyle, actualmente, hay que ser superior a tu rival en todos los aspectos posibles. Muchos factores y técnicas distintas son tenidos en cuenta. Más en una competencia como la FMS, en la que se premia al rapero más completo, al que más matices de la improvisación pueda dominar. Sin embargo, contar con un freestyler como Ricto en la liga es algo para celebrar. Una persona capaz de salirse del molde y entregar algo distinto. Alguien capaz de diferenciarse del resto y tener un estilo propio.