ORÍGENES DEL TRAP: DEL ESTADOUNIDENSE AL LATINO

¿Dónde surge este tipo de música que hoy en día tan común es en habla hispana? Retrocedemos en el tiempo para observar cómo fue creada y por quiénes, y cómo es que fue reformulada en América Latina para llegar a ser el fenómeno que es hoy en día?

Por Flor Viva (@florviva)

Actualmente, el público que escucha trap en habla hispana excede por muchísimo al público que escucha rap, llegando incluso a generar identidades musicales híbridas y originales, así como también otras que regeneran conceptos tanto en la moda como en la producción que hemos visto previamente en la historia del hip hop, pero desde un lugar un tanto más futurista y diferente.

Fue en los barrios más pobres de la ciudad de Atlanta, en Estados Unidos, donde surgió este subgénero del hip hop en la década de 1990. El nombre “trap” proviene justamente de las “trap houses”, sitios en donde se producían y distribuían drogas. En términos simbólicos, es extremadamente relevante este dato, al justamente brindar una gran ventana a lo que realmente es la cultura trap en sus orígenes y la realidad y el estilo de vida que tiene que ver con todo esto; aporta al entendimiento de ciertas características del contenido lírico de las canciones de trap y de por qué los temas y conceptos que se tocan tienen tanto que ver con los inicios del subgénero. Esto mismo es lo que nos hace comprender, prestando además una fuerte atención a las condiciones socioeconómicas de quienes fueron parte de la historia del hip hop, la evolución del rap a través de los años: el rap de protesta, el gangsta rap, todas esas áreas de la música que tienen una fuerte atadura a las calles de dónde surgieron. Y que, sin duda alguna, llevan en sus líricas la esencia de quienes fueron sus pioneros. Es un tema interesantísimo y crucial para investigar aún más la relevancia de la parte lírica del trap el estudio de su enfoque rebelde ante ciertos elementos de la sociedad, presumiendo de posesiones que a sus sectores sociales jamás se le habían permitido tener, entre otros factores. Esto no quita sino que suma a que las huellas musicales que fueron construyendo al trap a través del tiempo no cuenten con una conexión directa con míticos representantes del rap previos a la explosión trapper, crucialmente con el estilo gangsta de conjuntos como N.W.A., y Three 6 Mafia.

De allí, de ese sector de la música rap es que comienza a construirse el trap como nueva mutación del género y como identidad, apostando a símbolos que cada vez irán siendo más y más relevantes como beats y samples más oscuros, con temáticas pertenecientes a una corta colección pero abarcadas y enfocadas de infinitas maneras, la marcada combinación entre el bass 808 y los hihats, y cierta rica sencillez en cuanto a personalidad. Entre algunos de los artistas que colaboraron en el proceso de darle forma y sustento al trap en los Estados Unidos desde la década de los noventa a esta parte, podemos encontrar a referentes como T.I., Future, Waka Flocka, Fetty Wap, Young Jeezy, 2 Chainz o Migos.

Años más tarde, concretamente focalizándonos en los años a partir del 2010, el momento más explosivo del trap en Norteamérica, comenzamos a ver como la fiebre del trap empieza a generar síntomas en otros países y en otros idiomas. Así es como de manera definitiva el trap comienza a ampliar su territorio, y aquí no estamos refiriéndonos solo a los territorios donde empezó escucharse y componerse, sino también a las temáticas que comenzó a agregar a su colección, las identidades absolutamente diversas de quienes se dedicaron al subgénero trapper, entre otros aspectos.

Con artistas que podemos encontrar en los últimos 15 años dejando huellas claves y fundacionales en distintas ramas de la historia del trap, como Kefta Boys, Yung Beef, C. Tangana, Bad Gyal, esta música se expandió hacia España y América Latina, donde además de mantener coherencia con los orígenes y referentes originales, es cierto que las temáticas en muchos casos fueron reformuladas a partir de las identidades de los pueblos y las culturas a las que llegaba. 

Con el discurso incómodo y subversivo que propone el trap (como en algún aspecto propone siempre el hip hop a gran y pequeña escala), en cada territorio fueron resignificándose algunos componentes líricos y sonoros, poniendo a prueba la capacidad de adaptación de los artistas y productores que fueron moldeando su identidad en diferentes lugares. Ya en Puerto Rico sobre la década del 2000 se puede escuchar bastante producción de trap, más tarde llegaron los mixers de reggaetón y hip hop de Bryant Myers, Noriel, Bad Bunny y Anuel AA, mientras que al sur de América Latina, particularmente, los referentes de la nueva oleada trapper en la música luego de 2015 fueron Duki, Pablo Chill-E, Ysy A, Cazzu, y alguien a quien debería tenerse muy en cuenta como figura clave del trap argentino por sus tempranos aportes: Neo Pistea.

Algo para resaltar, algo absolutamente infaltable para entender el estallido trapper de los últimos años, es sin duda alguna el avance de la democratización de las herramientas de producción musical. El progresivamente mayor alcance de las redes sociales donde compartir recursos, y la accesibilidad de la juventud a algunos softwares y aplicaciones, fueron claves para el desarrollo desde las bases del trap en español en general.

Hoy en día, el trap incluso se ha desdoblado en varios estilos diferentes, dando a luz a muchísimas maneras de escuchar y escribir en clave trap, abriendo nuevos espacios en el mundo discográfico con orígenes en lo artesanal, y sin lugar a dudas, una incógnita a futuro al ser uno de los géneros más versátiles y virales de los últimos tiempos.

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COMMENTS

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    Gustavo Woltmann 3 años

    Excelente artículo, realmente explica muy bien el viaje que realizó la cultura del trap hasta las planicies de América Latina.
    -Gustavo Woltmann.

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