KLAN CONQUISTÓ EL UNDERGROUND ESPAÑOL

 

Hoy el freestyle escribió una nueva página en su historia. Klan fue torazo en rodeo ajeno y se llevo la calle madrileña a su bolsillo. Enterate todo en esta nota.

  Klan logró algo que, en la historia, solo pudo Maradona. Suena exagerada la comparación, ¿no?.

  Nació lejos de las comodidades de otros freestylers. Anduvo a la par de las mayores marginaciones de las cuales el humano es capaz. Creció, caminó por el underground más frío, cayó en lo más bajo, rozó lo inhumano y decidió volver. Si bien hasta ese momento era el “rey de las plazas” argento, no fue hasta el auge del quinto escalón que el mundo posó sus ojos sobre el.

En el halabalusa, donde ya haría sus primeros pasos

  Eso no apartó a Lucas de los barrios, de las esquinas, de las competencias de calle. Sabía que lo miraban. Sabía que lo apoyaban como a pocos freestylers en la historia. Su historia de progreso desde lo más bajo, de respeto y amor por sus orígenes no pasó desapercibido en tierras argentinas: el relato del barriobajo creciendo y codeándose con los más grandes representa a la patria del asado y el mate como pocas cosas, las marcas de las raíces son las máximas de respeto en las aceras argentinas.

  Hasta que llegó el día: Klan representó a Argentina. Lo hizo en una competencia internacional, ni tan lejos ni tan underground, en la que portó la albiceleste con una pasión que pocos representantes argentinos de cualquier ámbito lo hicieron. Pero siguió.

Ganando la BDM Gold, primer título nacional

  Llego el día en que, desde el viejo continente, las miradas apuntaron a Lucas. Su llegada era ineludible, había conquistado la plaza argentina y su público se desvivía por el. El respeto y admiración mundial era palpable, pero nunca se lo había visto en su mejor escenario, la calle, en otro territorio. Bifo levantó el teléfono y Lucas percibió una oportunidad. La tomó y se subió al avión que lo llevaría a diez mil kilómetros de sus calles, de sus callejones y su ranchada.

  La expectativa en España era grande: el máximo referente del underground, de la esencia argentina, el “pibe de la plaza” al cual tanta gente habrá apuntado con malos ojos, estaba en territorio español. Era cuestión de tiempo verlo arriba de un escenario, viéndolo solo como un freestyler. Pero Klan quería otra cosa.

  Moncloa se encontró con la presencia de otra tierra, de otras vivencias, de un país lejano y cercano al mismo tiempo por el crecimiento masivo de esta cultura. Creían conocerlo, pero no lo conocían. Lucas Matías decidió enfrentarse a otra plaza, a otro parque. Se metió de lleno, sabiendo el posible resultado catastrófico que sería para su reputación caer en primera, en el rodeo ajeno.

En el quinto, donde se volvió más reconocido

  “Yo soy toro en mi rodeo. Y torazo en rodeo ajeno”. El mayor clásico y referencia de la literatura argenta se personificó en Klan: el Martin Fierro tuvo una nueva aplicación, una nueva cara, cuando el pibito que hasta hace poco estaba rimando acompañado solo de un par de amigos, empezó a superar a sus contrincantes en la plaza madrileña. La situación desbordaba.

  Luego de superar octavos, la máxima expresión de las esquinas argentinas pasaría frente a Carolo en cuartos, Bnettles en semis con una réplica, y vencería a Migi en la final, todo con un factor común: el respeto y la admiración de los madrileños, asombrados de ver algo desde tan lejos, tan distinto, y al mismo tiempo verse reflejados en la experiencia de un hombre que se crió en un ambiente tan distinto, separados por un océano entre medio.

  Klan representó como pocos la calle argentina, y conquistó (con su connotación positiva), la calle española, ganandose otra oportunidad de volver al viejo contiente para la FullRap Nacional. El freestyle nos volvió a demostrar que está mas vivo que nunca, y que las fronteras solo existen en los mapas.

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COMMENTS

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    Pablo Ojeda 8 años

    Muy buena nota ^^ (Y)

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