ENTREVISTA: FRANCO CARTER Y ESSE DELGADO

ENTREVISTA: FRANCO CARTER Y ESSE DELGADO

El madrileño, antes conocido como Turi EDC, ha logrado posicionarse como un referente en lo que al estilo drumless se refiere y unió fuerzas con el productor catalán para sacar juntos "Sunday Truce". Charlamos con el dúo sobre el ayer, el hoy y el mañana.

Por: Julieta Agostina Capello (@julietagostina_)

“No hay nada que temer, porque éste no es un domingo como cualquier otro” nos dijo Haruki Murakami alguna vez. Los domingos son un espacio donde todo puede suceder. Desde descansar sin limite a votar en elecciones presidenciales. Los domingos elegimos de manera consciente o inconsciente. Todos los días de la semana tienen hilazón a ciertos conceptos o sensaciones. Algunos abrazan los lunes al tedio, otros esperan con esperanza el viernes para cerrar los pequeños ciclos de 7 días en donde habitamos la división del tiempo que nos inventamos y los sábados son jolgorio, sobre todo, porque al otro día es domingo. El domingo es un día de tregua, como si hubiésemos hecho un pacto con nosotros mismos de no dar guerra interna o externa. El último día de la semana tiene un halo especial, una mística que conecta con una parte del yo más profundo, ese que en el resto de los días no tiene tiempo. Los domingos son días de habitar lo que nos acerca a ese yo. Los domingos yo escucho discos.

Hace un tiempo escuché un disco que me lleva a ese estado tan específico. “Sunday Truce” de Franco Carter y Esse Delgado. Más allá de la referencia a la mítica “The Wire”, el álbum tiene un título ajustado al cuerpo del sonido y la poesía de manera precisa. “Cada uno tiene su Capilla Sixtina” es una frase que, al menos a mí, puede dejarme pensando una buena parte del día. A la poesía de autodiálogo se suma el paisaje sonoro. Esse Delgado puede condensar la esencia de un día de la semana, hacer nacer en el oído un domingo con samples y una paleta musical diseñada. Hoy no es domingo pero los miércoles son un día perfecto para cortar la semana con una buena charla. 12 del mediodía en Argentina, 5 de la tarde en España, Franco se conecta primero. En este reportaje tenía pensado que fuéramos 3 pero Maura se roba el show. Sigue a su dueño con mirada de lealtad, esa que solo puede portar un perro, se hace parte del momento. Esse ingresa a la reunión. Agradecimientos y bienvenidas. Empezamos:

 

Primero agradecerles por tomarse un rato para conversar. Lo primero que me nace preguntar es ¿Cómo se da el plan de cruzar el charco y encarar estos recitales en puntos tan neurales del rap acá en Latinoamérica?

FC- Estuve en 2019. En base a cosas como redes sociales, hay gente con la que hice muy buenas migas como Sáez 93. A través de él hice pie en Uruguay, y se me ocurrió si podíamos hacer algo para que vaya y dar alguna fecha, en plan unas vacaciones en las que podía aprovechar para conocerlo. Salió la opción de dar un show en Buenos Aires, para mí fue una puta historia la forma en que la gente recibía las cosas allí -en Uruguay también- pero en Buenos Aires fue como, joder. Hace cinco años de eso, hay un crecimiento en cuanto a lo musical, en cuanto a facetas y por aquel entonces ya me pareció increíble. Yo tenía la idea o el rollo de volver, un par de personas comentaron de llevarnos para allá pero no salió. A mí se me quedó metido en la cabeza.

Encaprichado…

FC- Sí, estaba como todo el día con el puto rollo en plan como montamos esto, quiero hacerlo y lo hablé con Esse en su momento. También lo hablamos con Sáez que ha montado todo lo que es la parte de Uruguay, y empezamos a movernos a través de contactos. Ha sido desde distintos frentes, organizando con cada una de las partes, relativamente complejo, pero es una cosa que se me metió a mí en la puta cabeza. Yo tengo muchas esperanzas, estoy muy sorprendido. Quiero ir a ver, a conocer, la experiencia ya va a pagar bastante. Autogestión pero muy ayudados por la gente de allí.

Vos, Esse ¿Cómo estás llevando esto de venir para este lado?

ED- Bien, contento, no he estado nunca en Sudamérica. Iba a ir a México con mi grupo en agosto, se nos cayó y justo me apareció Kike/Franco un par de semanas después como “Oye, montamos esto ¿Te vienes?” y pues, claro, muy bien.

Después del acercamiento a cómo se preparan para visitar el Río de la Plata, llegan los ecos de ambas escenas artísticas, el momento de América del Sur en lo que al rap respecta y la visión de cómo se desarrolla la escena española, como habitan ellos ese panorama, de sus percepciones al respecto.

 

¿Cómo ven ustedes a la escena en España en este momento? ¿Cómo desarrollarías este concepto que me decís de ojalá fuese como en Argentina?

ED- Nosotros queremos hacer un concierto en Madrid o en Barcelona y nos da miedo porque creemos que es una música de nicho, que no tiene mucho alcance, en Madrid un poco más, pero siempre tirando a salas pequeñas. No tenemos una visión ambiciosa, somos bastante realistas de lo que es la música de nicho que hacemos y lo que cuesta llenar una sala. Cuesta muchísimo. Ahora hay un momento dulce incluso para el boombapeo, pero para la música drumless de BPM bajo cuesta bastante.

FC– Yo creo que vamos a meter más gente en Buenos Aires de la que metemos en Madrid. La historia es que en Madrid hay Renfe (transporte) en 45 minutos y son 7 millones de tíos, que con siete millones sea complicado meter 150 o 200 tipos en una sala te dice mucho, habla del estado de las cosas. A pesar de ello, es verdad que ha mejorado mucho y que hay propuestas de puta madre en España. Estoy contentísimo, hay un grupúsculo guay de gente, se entienden entre ellos y hacen propuestas conjuntas, se retroalimentan y eso de puta madre. Pero creo que todavía es lo que dice Sergio, muy de nicho aquí en España.

Sunday Truce es el primer material que Franco Carter decidió no producir el mismo. La conversación comienza a girar en torno a la amalgama entre ambos y cómo fue el proceso creativo. La decisión de delegar el paisaje sonoro. Percepciones acerca del aspecto compositivo y el ingreso de la noción de autodiálogo como forma de guiar la creación lírica. Un disco desglosado por ambas partes de la fórmula.

 

Me gustaría entrar en Sunday Truce ¿Cómo llegan a trabajar el álbum? ¿Fue un proceso estilo Madlib/Doom, inmersivo, o fue un hacer más relajado y secuencial?

ED- Fue a distancia, él desde Madrid y yo en Barcelona. Orgánico. Yo iba pasándole los ritmos y él iba escribiendo ¿Cuánto llevamos Kike? ¿10? Venga, paramos aquí, los mezclamos. Fue fácil, nada raro.

FC- Sí, fue un disco radiante. No sé exactamente pero no creo que me pasara más de 25 ritmos, bastante a tiro hecho. Hay otros discos que a lo mejor tienes que escuchar 40, 50 ritmos. Al principio teníamos una idea distinta. Después cambiamos un poco el rollo y a partir de ahí no creo que viéramos más de 15 o 20 ritmos. Yo grababa, se lo pasaba. Grabé unas voces con los ritmos que me había pasado y él hizo todo lo demás, mezcló, masterizó.

 

Esta pregunta va un poquito más apuntada a Esse. ¿Hay una situación de diseño, de análisis del artista con el que estás trabajando? Siento que lográs que la voz y lo musical se hagan un conjunto orgánico.

ED- Sí, lo intento y me mola un montón que te des cuenta, mucha gente no se da cuenta de eso. Eso es lo que más me preocupa a la hora de trabajar con alguien, integrarlo, hacerle música para que se integre y que el resultado sea orgánico. Ese es el trabajo fundamental de un productor, el productor tiene que leer eso. Te puede no salir, pero cuando tú tienes capacidad de leer eso es que estás en el camino correcto. Yo sé a él los ritmos que le tengo que pasar, los tiempos que le tengo que pasar, los samples que tengo que usar, eso es importante.

 

Es tu forma de trabajo entonces..

ED- Es lo que más busco y de lo que más me preocupo. No quiere decir que tú no puedas innovar y probar otras cosas que no van relacionadas con tu sonido, pero sí que donde veo que hay disonancia digo “no, aquí no vamos bien, esto es forzar la máquina”. Intento buscar ese trabajo en el proceso creativo y que yo me vea capacitado también. A lo mejor alguien quiere trabajar conmigo reggaeton y yo no puedo entrar ahí porque no estoy ahí. Va un poco en lo que me gusta a mí porque puedo ir perfecto en ello.

 

Franco respecto al tema lírico, desde las percepciones que tengo de lo que escucho, veo que te gusta reflexionar y dar a conocer la reflexión, pero no te gusta que la gente lo tenga a la mano. La gente tiene que meterse en tu reflexión para buscar ese significado ¿Puede ir por ahí?

FC- El resultado es ese, pero no es pretendido. Es un autodiálogo. Cuando tú hablas contigo conoces absolutamente todo, hablas como con un amigo muy cercano o un familiar, con naturalidad y en los códigos en los que sabes que vais a poder estar en el mismo canal comunicativo. No te saltas una, en plan de si tengo que decir esto lo digo porque me entiendo y si para mí este es el mejor canal para expresarlo, pues es el mejor, ya sea una comparación, una referencia, una situación. La creación de una imagen para mí tiene sentido, no soy muy amigo de plantear metáforas sobre la nada, en la que se relacionan dos ideas que para ti tienen sentido, porque en tu cabeza son así pero que no tiene ningún anclaje a la realidad. A mí no me gusta porque yo no me expreso así en la vida. Yo me expreso de otro modo, al final es como un autodiálogo. Básicamente soy yo hablando conmigo.

 

Sunday Truce es lo primero que trabajás delegando el tratamiento del sonido a otra persona, ¿verdad? ¿Cómo fue delegar toda la composición sonora?

FC- Efectivamente, había hecho temas con otra gente pero algo muy corto. Este es el primero que no hago conmigo mismo. Las mezclas siempre las ha hecho otra persona pero los ritmos y todo el paisaje sonoro sí era mío. Yo entregaba un disco y solo tenían que limpiarlo, que sonase bien y ya. De momento, es una experiencia cojonuda, estoy contento. Antes de trabajar con él tuve que hacer un proceso. Hice ese trabajo de, bueno, no vas a elegir tú todo, va a haber cosas que sí. Las letras eso sí lo voy a hacer yo y ya está, pero aquí tú le vas a dar una voz a alguien y va a trabajar también con tu voz, los ritmos van a tener lo suyo. Y entonces para mí fue bien.

 

Respecto al proceso creativo, tiene un aire a qué está hecho secuencialmente, como si fuera una serie tiene algo más asentado en ese ritmo, capítulo tras capítulo pero con un hilo común que lo atraviesa como narrativa…

FC- Yo trabajo en orden inverso. Hago unas canciones, casi siempre con el mismo productor, a veces he sido yo, en este caso Sergio. Todo el hilo conductor de los ritmos es de la misma persona, eso a mí me gusta, hay gente que le da más igual, a mí no. Lo escucho y me doy cuenta que hay elementos comunes. A partir de ahí, la historia. Trabajo al revés. Durante la misma época, te pasan cosas similares, tienes referencias culturales que en ese momento están más presentes y cuando ves todo eso, pues dices, anda coño, en realidad estaba hablando como mazo de esta movida y a lo mejor no me daba cuenta. No hago la reflexión antes, sino después.

 

Respecto al tratamiento del sonido, cuando lo empezaste a encarar ¿Hiciste el bloque musical entero o fuiste enviando de a partes, en plan, el concepto musical va por este lado?

ED- Llegamos a un acuerdo de sonido y de paisajes sonoros, dos o tres referencias, y a partir de ahí ya tenía claro por dónde tenía que ir y le fui pasando un par de ritmos. Él se iba quedando, descartando, y así.

Dejamos como foco principal Sunday Truce y recorremos un espacio que trae a la mesa un concepto del cual se desprende esta consecución en la charla: La memoria. Cómo se entrelazan el Hip Hop y la memoria en la experiencia de ambos artistas.

 

Saliendo del disco, me gustaría hacerles algunas preguntas sobre lo que los une con el Hip Hop ¿Cómo llegan ustedes al rap?

ED- Yo por un primo mío. Cuando tenía 13 años me pasó un disco con temas de Frank T y de Kase O, y ya está. Después estuve así tres o cuatro años, y cuando tenía 15, 16 años, otro primo mío me dijo “esto tienes que escucharlo” y me pasó Wu Tang Clan, Rakim y más Nueva York, y ahí en ese momento con 15 o 16 años fue cuando entré fuerte.

 

Y después nunca más salís…

ED- Nunca más salís, ya no creo que salga, ya no tiene pinta.

FC- Sí, parecido. Recuerdo que me pasaron unos chavales de mi clase, yo ya había escuchado alguna cosa, me pasó un chaval de mi clase 90 kilos de Frank T, grabado en CD. Yo creo que fue el primer disco de rap en español que escuché. Y luego, vas conociendo gente y vas intercambiando referencias. Yo no tenía ordenador, y un chaval tenía uno con mazo de cosas y me lo pasaba a un (reproductor de) mp3 de estos pequeños para ir poquito a poco escuchándolos.

 

Hago esta retrospectiva para volver al momento actual. Hoy en día pones voz en trabajos como The Freelance II de Elphomega. Me parece una locura.

FC- Para mí también.

 

¿Cómo fue trabajar con él?

FC- Para mí fue una sorpresa. Lo conocí, compartimos algún rato y charlamos alguna vez. Al tiempo me escribió: “Estoy preparando un disco, me molaria contar contigo”. Para mí es una historia, porque El Testimonio Libra es uno de mis discos de cabecera del rap español de cuando yo era adolescente. Fue mucha ilusión que un tipo que yo he crecido escuchándolo, y que para mí es uno de los tíos que más en forma se ha mantenido con una evolución natural y sólida -alejado a lo mejor un poco de tendencias-, me diga ¿Quieres salir, cabrón?. Me encantó.

 

Esse, una pregunta desde el gusto personal ¿Cómo se da la conexión con las Ninyas? Para mí es un grupo de rap muy representativo de esa línea secuencial de lo que fue la Gata.

ED- Yo había dejado de producir, estaba un poco quemado y llevaba 15 años produciendo. Las conocí, me molo mucho lo que hacían y me puse otra vez. De hecho gracias a ellas volví porque yo creo que dejaba. Llevaba años en el underground y estaba desmotivado. Las conocí y dije “coño!”. Me animé, fácil, un par de temas y funcionaron. Se dio la conexión y tiramos por ese camino, a la gente le cuadró y ahí estamos en la lucha hoy todavía.

 

5 discos que te gusten del rap, que vos digas, estos discos yo los escucho cada un año, seis meses. Esos que tenes que volver a escuchar. Y un artista de Argentina que digas, me gusta…

ED- Pues mira, te diría, The Pretty Tooney de Ghostface Killah; cualquier disco de EPMD, siempre vuelvo; cualquier disco de los Solo los Solo; y cualquier disco de Elphomega. De esos cuatro grupos y todo lo que sea Alchemist y Roc Marciano, estoy volviendo todo el rato. Estoy empezando ahora a escuchar música argentina, un poco por Kike que sí que está más puesto. Estoy escuchando un poco al Mir Nicolás, estoy escuchando al Sirio, te diría esos dos.

 

Franco, 5 discos de rap que vuelvas de manera regular y artistas de Argentina que te gusten…

FC- Que vuelva siempre, pues cualquiera de Nirban. Roc Marciano yo le tengo en un puto pedestal, no todos los discos, pero él siempre me parece increíble. Me da mucho por época. Vidalogía del Tremendo, vuelvo mucho. El Audiodescriptivo de Luis7Lunes. Se me ocurren estos tres, pero depende de las épocas. Yo recuerdo una época y hay un disco. A este vuelvo estacionalmente en verano, es el disco de un pibe que se llama Vontel llamado Vision of a Dream. En Argentina ahora mismo está muy potente la escena. Soy muy fan de los Cielorroto, me mola. Me parece una peña interesantísima. Me gusta mucho Sirio, el HdePerra, son la puta polla, Varoner me mola un montón, los chavales de LaMecca… Hay cosas súper guapas.

 

Para cerrar las preguntas de discos y referencias, esta es un poquito más difícil, la hago siempre porque me parece linda ¿Si pudieran volver a escuchar un solo disco que les haga sentir lo que sintieron la primera vez que lo escucharon, cuál sería?

FC- Se me ocurren dos o tres, es injusto decir uno solo, hay discos que lo escuchas y dices, joder. Se me ocurre El Patio de Triana, lo escuché de muy pequeño, se ponía en mi casa. Seguramente la primera vez que lo escuché estaba en casa, pero cuando lo escuché con conciencia, madre mía. Si puedo hacer esa trampa te diría El Patio.

ED- Te voy a decir uno que para nada es un disco ultra relevante. Me había dejado una novia y esto a mí me destruyó la vida, es este de Talib Kweli, Reflection Eternal. Este disco me destruyó la vida y ahora lo escucho a lo mejor y me sigue pareciendo que está súper vigente y de puta madre, pues no es como un mega clásico pero a mi me destruyó.

 

Siempre hago esta pregunta porque aparecen estas historias, estos momentos…

ED– A mí me dejó mi primera novia y me comí este disco, me hartaba de llorar.

FC– Bien de mochila ese disco.

ED– ¡Hombre claro!

FC– En ese plan de que los escuches y que digas, dios, fue el Russian Roulette de Alchemist. Fue cuando reparé en que ese sonido estaba ahí, escuché los samples y fui con mi colega Julio en plan ¿Cómo han hecho esto? Yo quiero hacer esto. Julio me dijo “A ese ritmo no lo han trabajado nada, eso lo han hecho en 10 minutos”.

ED- ¡Yo también tío! Tuve esa sensación. Yo dije, pero esto me está engañando. Esto es un engaño ¿Sabes?

FC- Ese fue el disco que yo dije, esto también se puede hacer así.

La conversación sobre este disco en particular sigue en un ping pong entre Franco y Esse sobre los inicios y los pilares del sonido drumless. Yo escucho con atención pensando en que cuando a un artista le apasiona lo que hace, se nota. Se acerca el final de la charla y solo queda conocer la impresión y la percepción que el mundo digital encuentra en el día a día de ambos.

Desde mi visión y mi profesión de comunicadora me surge preguntarles ¿Cómo es el vínculo con las redes sociales? ¿Cómo llevan la velocidad del medio?

ED- Para mí es terrorífico. Sinceramente, Instagram y TikTok están marcando el ritmo junto con Spotify de la industria. Para estar ahora mismo en boga tienes que ser mitad creador de contenido, mitad músico. Si no eres creador de contenido, puedes ser todo el buen músico que quieras -a Kendrick no le hace falta-, pero si estás en un rango pequeño tienes que ser creador de contenido, y yo no soy creador de contenido. Yo quiero dedicarme a hacer música.

FC- Subo las cosas cuando las subo, no soy una persona que da mucho la chapa en redes sociales. Honestamente me da igual. Por suerte hay una parte de público que está en consonancia y que no necesita que la gente esté todo el rato subiendo cosas. Me he mantenido bastante firme. Siempre hay alguien que te dice: “Pero si hicieses esto llegarías a más, o si lo subes más veces”. Yo soy muy punky. A mí me apoya la gente que me escucha. No me interesa y ya está. No participo mucho de esos ritmos.

 

Por curiosidad personal, teniendo en cuenta tu paso por las batallas de freestyle, una de las aristas más mainstream de la cultura ¿Serías parte de una batalla escrita? Estilo Bushido, sobre todo por el desarrollo que tuvo Hervé en la última fecha.

FC- Sí, creo que tiene que tener su gracia. Lo veo desde un punto de vista deportivo y eso me molaba, el que uno tenía una cosa y contestarle otra eso me parece divertidísimo. Me lo pasaba muy bien, pero en un momento el freestyle ya no tenía nada que ver conmigo, lo único que podía hacer era salir. Yo no iba a cambiar entonces, yo me fui y ya está. ¿Batallas escritas? No me lo han planteado formalmente, pero después de que fuese Erick, me está insistiendo mazo. Por probar, no tendría ningún problema, pero tendría consideraciones. Estaría dispuesto a hacerlo, al final es un tío rapeando, se escribe su movida y la peña que va tiene bagaje de escritores. No es lo que más me interesa y no estaría detrás de la historia en plan de joder, ojalá participe, pero si me viene la opción no es una cosa que le diría que no.

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