TESTIMONIOS DE UN ESPECTADOR DE LA LFP GATE: “NOS DIJERON QUE VAYAMOS DE PIE EN EL BUS, Y SI VEÍAMOS A UN POLICÍA, QUE NOS ESCONDAMOS”
La Liga de Freestyle Profesional sigue dando de que hablar. A nuestras redes llegaron diversos mensajes de espectadores peruanos. Aquí una cruda crónica de lo sucedido entre el público. Maltrato, desorganización e ilegalidad.
“El evento (LFP) fue una falta de respeto para todos. Desde los asistentes a los participantes, incluyendo grupos que debían salir a presentarse. Y es que, desde mucho antes de que dicha “liga” empiece, se dejaban ver muestras de desorganización, como errores de coordinación en la venta de entradas y falta de claridad en los precios.
Pero eso fue solamente el inicio. Un día antes hubo una “convivencia” con los freestylers, en donde los conoceríamos y tomaríamos fotos. Desde aquí ya estaba todo mal. Nos prometieron unos buses en donde nos llevarían, ya que los artistas estaban hospedados en Cieneguilla (un lugar a 2 horas del centro de la ciudad, aproximadamente), pero los buses no tenían capacidad para todos los que PAGAMOS por esta convivencia. El responsable nos dijo (y no es broma) que los que no quepan vayan de pie en el bus, y si veían a un policía, que se escondan, ya que está prohibido ir de pie en esa clase de buses.
Al llegar a la casa en Cieneguilla, las cosas no mejoraban. Los freestylers lucían aburridos y desanimados, quisimos pensar que era por el Jet Lag y tal, sin embargo, como ya han dicho muchos, era por el cansancio y mal trato. Aún así fueron amables con nosotros y la convivencia se llevó a cabo. Así pasó el día, y volvimos de la misma forma en la que fuimos, incómodos y escondiéndonos de los policías de tránsito.
El día del evento, hubo gente haciendo fila desde las 8:00 AM. Los boletos decían que el evento empezaba a las 12:30 PM (hora Perú), sin embargo, estuvimos haciendo fila hasta las 4 PM, hora en la que entramos. A las 4:30 PM inició la final nacional, y luego de eso los artistas invitados se presentaron por horas, debido a que fueron a recoger tarde a los freestylers, y tardaron mucho en llegar debido a la distancia, el tráfico y las avenidas cerradas debido a que el Papa estuvo en Perú. Tuvimos que comernos hasta los chistes sin sentido de unos speakers que ya no sabían qué hacer para ganar tiempo mientras llegaba el bus con los artistas. Asimismo, hubo dos grupos a quienes, por descoordinación, no les permitieron presentarse: Rapper School y MamboRap, ambos muy queridos por el público peruano.
No hubo suficiente seguridad para vigilar las zonas, a tal punto que las personas que habían comprado entradas más baratas, no tenían que esforzarse mucho para acceder a las zonas más “exclusivas”, llegando a estar todos en las dos primeras zonas para el final del evento. Finalmente, a las 8:30, con un público cansado y unos freestylers que lo estaban aún más, empezó el evento. No hay mucho que decir de esto que no sepan ya, freestylers con el nivel mermado por el cansancio, mal streaming, etc.
Al día siguiente llegó lo peor, nos enteramos a través de las redes sociales lo sucedido con Kaiser, Nitro, y etc. Preocupados, un pequeño grupo de los asistentes que conocíamos a uno de los organizadores (el encargado de venta de entradas), nos ponemos en contacto con él, quien nos explica que su socio Luis Arias Valdivia era el encargado de los pasajes de avión y hospedaje de los freestylers, con todo lo que involucra, pero éste aprovechó un descuido para escaparse y no respondía al teléfono. Afortunadamente hubo otros grupos de personas (Hampper, la organizacion de Supremacia MC) que también ayudaron y los artistas no se quedaron completamente solos. Agregado a eso, todo lo que ya expresaron Kaiser, Nitro, Blon, Aczino, etc. Un verdadero desastre. Unas sinceras disculpas de parte del público peruano hacia todos los artistas, esperamos que el cariño con el que los recibimos pueda compensar al menos un poco del mal trato que recibieron de parte de los organizadores. Cuenten con nosotros para cualquier apoyo o denuncia que quieran realizar.
Un abrazo.
Juan Manuel Garavito.