El renacer del freestyle venezolano: Desafíos migratorios y nuevas oportunidades

El renacer del freestyle venezolano: Desafíos migratorios y nuevas oportunidades

Cómo una escena que supo ser potencia durante años regresa a los focos internacionales, a pesar de la crisis y las trabas migratorias.

Por Rocío Caro Pacello

 

El pasado 1 de septiembre de 2024 se cumplieron cinco años de la última edición de No Se Aceptan Pollos, una competencia local organizada por el mítico rapero Mcklopedia, que otorgaba cada año un cupo desde Venezuela a la Final Internacional de Red Bull Batalla. A pesar de no contar con la presencia de la empresa de bebidas energizantes en el país, Venezuela pudo asegurar durante media década su representación en la jornada más importante y prestigiosa de las batallas de rap improvisado en habla hispana. Esto fue hasta el cese de No Se Aceptan Pollos en 2020, por motivos personales de su organizador.

El quinto aniversario del campeonato de Chang sirve para mirar atrás y reflexionar sobre las oportunidades perdidas, tanto por culpa de la crisis, como por las políticas migratorias de los demás países de la región. Pero no todo son malas noticias y afortunadamente en 2024 también se pueden listar las nuevas oportunidades para los freestylers venezolanos.

Flyer de Chang campeón de No Se Aceptan Pollos 2019.

“Venezuela es una mina de diamantes que por múltiples factores económicos, sociales y políticos, siempre se ha dificultado integrar de una manera más natural dentro del panorama del freestyle internacional”, explicó FJ, quien trabaja con Red Bull Batalla, en entrevista con El Estilo Libre.

FJ comparó la situación de Venezuela en las batallas de rap con el llamado “parón”, la era comprendida entre 2009 y 2012 en la que Red Bull frenó las finales nacionales para posteriormente volver con más fuerza. “Tú compites pero no hay nada más allá. ¿A qué aspiras?”, cuestionó FJ. “Más allá de pasarlo bien, competitiva y profesionalmente no giraba nada (…) Históricamente los freestylers venezolanos han dado muchísimo con muy pocas oportunidades”.

Las puertas vuelven a abrirse para la escena venezolana

Una de las grandes apuestas del año fue la creación de Red Bull Sudamérica. Este evento suma fuerzas de los países de la subregión que no cuentan con una final nacional propia. Mientras que para Ecuador o Uruguay esto implicó la pérdida de una plaza propia en la Final Internacional, para Venezuela significó el regreso de las oportunidades dentro de la llamada “madre de todas las batallas”. En palabras de FJ, “esto supone una oportunidad para quienes habían perdido la esperanza”.

Fue un hecho casi poético que el único venezolano presente en la competencia —realizada en República Dominicana por temas logísticos— levantara el nuevo trofeo. Además, fue un cierre perfecto del arco narrativo para Chang, pues consiguió un bicampeonato de Red Bull Batalla. Es decir, él fue el último campeón en su patria y el primero en conseguir el título regional que vuelve a dar una oportunidad a su país en esta organización.

Chang con el trofeo de Red Bull Sudamérica 2024.

Aunque Red Bull Sudamérica sí es un evento nuevo, no es la primera vez que se da un fenómeno así. Letra, el único venezolano en la lista de FMS Caribe, fue campeón a principios de año en su primera temporada. También, competidores como Diego Flores u Oner han ganado nacionales de Red Bull Batalla fuera de su país gracias a haber emigrado. La diferencia clave es que Red Bull Sudamérica abre puertas directamente desde Venezuela.

“No tenemos casi oportunidades pero sí se puede. Nos pueden quitar todo lo material pero nadie puede quitarnos que somos pioneros en el freestyle, que tenemos demasiados años incursionados en el rap (…) Este tipo de vainas le devuelven la fe a la gente. Muchos niños se preguntan cuándo van a ganar ellos una Red Bull, si ni siquiera se hace en Venezuela… Y ahí está.”, expresó Chang luego de conseguir su bicampeonato.

Sin embargo, debían ser siete en total los representantes venezolanos en Red Bull Sudamérica. Es decir, casi la mitad de los 16 competidores seleccionados. A menos de una semana del evento se anunció una nueva lista en la que el único venezolano era Chang, quien casualmente vive en Colombia hace ya varios años. Los nombres de Bobby, Imigrante, Emblema, Lou T, Ramthewan y Kechu habían sido reemplazados por raperos de otros países.

A pesar de haber iniciado con anticipación —y con la ayuda de Red Bull— los trámites para el visado de los competidores venezolanos, la situación se complicó luego de las elecciones a fines de julio. Esto sumado a que Venezuela y República Dominicana rompieron relaciones, se cancelaron los vuelos aerocomerciales de un país a otro y les solicitaron más papeles a los freestylers a último momento.

No es la primera vez que competidores venezolanos deben postergar una oportunidad de representar su bandera en el extranjero. El 21 de enero de 2022, México comenzó a pedirle visa a las personas venezolanas. Esta política migratoria tendría repercusiones concretas dentro de la disciplina del freestyle. Ese año fueron en total cinco los venezolanos que no pudieron entrar a México a participar de dos eventos internacionales organizados por Red Bull. Diego y Oner perdieron sus lugares (ganados en Estados Unidos y Ecuador, respectivamente) en la Final Internacional. Por otra parte, Blackstter, Imigrante y Lou T no pudieron estar en el Torneo de Plazas.

Blackstter, Imigrante, Lou t y la host Camila Valiente en Buenos Aires para el Torneo de Plazas 2024.

“Hace varios años que no podemos viajar tranquilamente a los otros países del mundo porque nos piden el visado, entonces eso nos ha frenado muchísimo tiempo”, explicó Blackstter desde el hotel en Buenos Aires, días antes de tener su demorada oportunidad en el Torneo de Plazas de Red Bull 2024. “Representar a Venezuela es un plus de compromiso porque las oportunidades no son las mismas y las pocas que se nos presentan, hay que aprovecharlas al cien”, agregó Imigrante.

El impulso desde adentro

“Venezuela en este momento está atravesando una transición desde el punto de vista organizacional en las calles”, señala Imigrante, quien lleva cerca de 15 años compitiendo en esta escena. “Vemos con Rap Sin Groserías y otras organizaciones que se está empezando a retroalimentar un poco más las plazas de nuevo”.

Esta organización nace en Caracas en 2016 como una crew de freestylers que improvisaban sin decir malas palabras. “Nosotros pensamos que teníamos que registrar audiovisualmente todo si queríamos crecer”, recuerda Indriago, la cabeza de la organización. Esto marcaría una diferencia significativa ya que, debido a la crisis, la mayoría de las competencias no tenían teléfonos celulares de alta gama para grabar. O, si contaban con uno, “te lo podían robar o te veían y luego camino a tu casa te perseguían”, explica entre otros desafíos iniciales como la falta de editores o de una conexión a Internet apropiada para subir los videos.

Rap Sin Groserías “es de lo único que hay en Venezuela que se ha encargado de documentar absolutamente todo, por eso tiene más exposición a nivel mundial. En Venezuela muy pocas competencias se documentan, no hay registro de nada”, apunta Blackstter, quien va primero del ranking de la competencia.

Según Lou T, esta competencia “ha dado un plus a la escena de llevar un marco de cómo se pueden realizar los eventos”. Bobby agregó: “en Maracay está Maestros del Verso, en Valencia Underdogs, en Barquisimeto está Ninja Skill. Creo que cada organización está aprendiendo de lo bueno que ha dejado RSG y que hay mucho potencial en las plazas. Hay demasiados talentos ocultos”.

Lou T, quien fue campeón nacional de RSG señaló que “son de las pocas organizaciones que no hacen una nacional y ya, sino que se preocupan por dar un cupo internacional (…) Eso motiva a todo el país a tratar de ser ese uno que va a salir a representar y creo que es lo que también hace falta”. Y Blackstter remarcó: “¿Hace cuánto no salía un representante venezolano directamente desde Venezuela?”

Una de las personas fuera del país que ayudó a la organización fue el español Soen, excompetidor, juez y creador de contenido sobre batallas. No solo le dio visibilidad a RSG, sino que hizo el nexo entre la competencia venezolana y Gold Battle. “Muy amable la gente de Gold Battle, entendiendo la situación económica, pidió únicamente que pagáramos el vuelo del campeón. Sin dinero asumimos el reto, no sabíamos de dónde lo íbamos a sacar”, cuenta Indriago.

Bobby fue el afortunado en ganar ese ansiado cupo para representar a su país. Unas dos semanas después de la visita de Imigrante, Lou T y Blackstter, llegó él también a Buenos Aires para competir en la final internacional de Gold Battle. Ese evento contó con la presencia de otros cuatro venezolanos, gracias a cupos ganados en Ecuador (Diego Flores), Bolivia (Corbus) y Colombia (Ken Zingle y Chang).

 

“Ya para la nacional de Rap Sin Groserías sí me mentalicé totalmente que quería ganar, que quería viajar y que quería crear mi mejor versión porque venía desanimado y eso me devolvió un poco la fe en querer seguir luchando”, expresó Bobby finalizada la cita internacional de Gold Battle. “Sinceramente, Rap Sin Groserías le dio una vuelta de 180 grados a mi carrera, me devolvió las ganas y gracias a ellos estoy en Argentina. Más allá de los resultados, yo siento que me impulsó la carrera de una manera que no tienes idea”.

Este año Rap Sin Groserías se encuentra en la búsqueda de un campeón por cada estado de Venezuela para presentarse en una final nacional de 24 competidores. Además, cuentan con un ranking nacional de freestylers y planean una entrega de premios propia. Indriago tiene palabras muy alentadoras sobre el futuro de su competencia y la representación venezolana en el exterior: “Estamos coordinando que el campeón tenga un viaje internacional, puede que sea de nuevo con Gold Battle. Estamos analizando a ver qué internacional conseguimos, pero la misión es seguir exportando freestylers a cualquier rincón”.

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